Todo queda en familia

Al igual que su predecesor, el actual presidente de la Nación no es afecto a las cadenas nacionales como lo fue, de manera compulsiva, su vice cuando habitaba la cima del poder.

Pero eso no quita que en su entorno se busquen maneras más eficientes de expandir su prédica, sin que Alberto Fernández deba esforzarse tanto. Así, el fin de semana último se probó un original “3 x 1”: una misma entrevista al primer mandatario fue distribuida en tres medios de comunicación a la vez (Página 12, la AM750 y la señal de noticias IP), todos ellos pertenecientes a un mismo holding (Grupo Octubre). La simbiosis no se detuvo ahí: los funcionarios que dieron el visto bueno a esa singular experiencia, Francisco Meritello (secretario de Medios y Comunicación Pública) y Juan Pablo Biondi (vocero presidencial), trabajaron en ese multimedios antes de llegar a la Casa Rosada. Conocidos a ambos lados del mostrador.

Hasta el mismísimo Presidente se allanó, en otro hecho inédito, a grabar en off la promo de su propia entrevista. “Es el modo que tengo de llegar hasta ustedes”, se sinceró el jefe del Estado. Todo se explica porque lidera el Grupo Octubre Víctor Santa María, compañero y amigo de Fernández, relación forjada en el mutuo trajinar por el justicialismo porteño, que preside el primero. De allí que tampoco llame la atención que el ministro de Educación, Nicolás Trotta, y el titular de la estratégica Unidad de Investigación Financiera (UIF), Carlos Cruz, también hayan trabajado para él.

En Twitter, Santa María se presenta como secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta Horizontal (SUTERH), diputado del Parlasur y titular del club Sportivo Barracas. Algo más: se autoasigna ser “editor general” de los medios mencionados más arriba y también de Canal 9, las publicaciones Caras y CaretasPlaneta Urbano y Diario Z, la radio Aspen y otras FM. ¿Asoma un nuevo “Citizen Kane” con sesgo “albertista”?

“No queremos avisos pagos para que elogien las bondades de los gobiernos de turno”, había ilusionado Fernández en el discurso inaugural de su presidencia el 10 de diciembre de 2019. Sin embargo, nada cambió sustancialmente en la materia en estos catorce meses de gestión. El completo informe sobre pauta oficial publicado por LA NACION a principios de este mes es categórico en ese sentido: entre los cuarenta grupos en los que el Estado hundió más de 4700 millones de pesos en pauta oficial, sobresalen los oficialistas. El Grupo Octubre irrumpe en el relevante puesto N° 4, con 327.240.599 pesos recibidos entre enero y noviembre de 2020, solo superado por el Grupo Clarín (primer puesto) y otros dos oficialistas: América (Vila-Manzano) e Indalo (Cristóbal López). Tal lo que se desprende del minucioso estudio encarado por José Crettaz, el periodista que más investiga la evolución de la pauta oficial desde hace diez años.

Santa María parece más genuinamente interesado por invertir en periodismo que Sergio Szpolski, el desaprensivo empresario de medios que más facturó durante el segundo gobierno cristinista y que ni bien este llegó a su fin, levantó campamento, se borró, dejó un tendal de deudas y a sus periodistas en la calle. Tampoco Santa María es el compadrito vociferante que compone Roberto Navarro, con el que ha tenido sus chisporroteos cuando estalló la polémica por el fraude de la audiencia sobredimensionada de su sitio El Destape. En las redes sociales y en sus declaraciones, el dueño del Grupo Octubre se esfuerza por mostrar un perfil políticamente correcto y contemporizador. Menos temperamental que Daniel Vila (el pope de América, el canal que tiene incorporado a un operador de La Cámpora que va despejando la grilla de periodistas críticos, como en esta última semana, Ceferino Reato), quién sabe en el imaginario de Santa María anide la ilusión de convertirse en un José Luis Manzano, que usó de trampolín a la política hasta convertirse en el potentado empresario que es hoy. Por de pronto no gasta energía en eslóganes panfletarios y provocadores y cultiva relaciones heterodoxas no bien vistas en el ultrakirchnerismo, como con Adepa, la cámara empresaria periodística de la que forma parte, y con Horario Rodríguez Larreta, el jefe del gobierno porteño, cuya expectativa presidencial para 2023 el oficialismo busca esmerilar. Por el poder que emana de sí mismo y por las estratégicas relaciones que cultiva es alguien que conviene tener en radar, máxime porque no es de los extrovertidos que se prodigan por ahí jetoneando. Prefiere avanzar sin hacer olas.

En cuanto a la entrevista en sí, que hicieron tres periodistas mujeres, lo más llamativo es que una de ellas se corrió más hacia un lugar de consultora (al menos en la versión papel ya que difiere con el registro en video) al plantearle a Fernández si era una estrategia adecuada atender a los diarios que “le devuelven operaciones, tergiversaciones y críticas”. Sí, ver para creer: considera que resulta reprochable que cierto periodismo pueda criticar al Gobierno. Hay que reconocer que en este caso, el Presidente demostró mayor sentido común en su respuesta: “La gente tamiza eso. Si no lo hiciera, el Frente de Todos no habría ganado la elección”.

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