Lo más sencillo sería, analizar los hechos políticos recientes, como disrupciones individuales inconsultas de dirigentes políticos indisciplinados. Y en verdad, esto es sólo un condimento de la dinámica de lo posible. Los movimientos de la política, en Argentina, suelen tener algunas particularidades que no se replican ni tangencialmente, en los países que denominamos occidentales, con estructuras democráticas y liberales consolidadas en el tiempo. La renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque del Frente de Todos, en la Cámara de Diputados, no escapa a los conceptos enunciados precedentemente.
Uno se vería tentado a suponer, que esta movida está ligada a disidencias ideológicas profundas, en el principio de entendimiento con el FMI. Pero superada la “sorpresa” del momento, se deberían repasar acontecimientos que demuestran sin duda alguna, la enorme potencia que el Kirchnerismo, encarnado en la figura de Máximo y de Cristina, tiene, para torcer, modificar, o anular, cualquier decisión que tome el “gobierno” de Alberto Fernandez que no esté alineada con sus intereses más íntimos. Sin importar que sus beneficios interfieran gravemente en el rumbo político y económico del País Por lo cual hay que descartar esta hipóotesis.
La renuncia de Máximo, sólo debería ser entendida como una forma torpe, de alguien sin pericia política, de fidelizar su propio coto en la Cámara de Diputados y en la Cámpora, pensando en disponer de esta importante herramienta, bien aceitada, en el caso de venir tiempos de complicaciones judiciales, para él y su familia.
Debe considerarse además, que la postergación de las negociaciones con el FMI, para después de las elecciones de medio término, estrategia diseñada por Cristina Kirchner, fue un gran error. Esto suponía que la inexistencia de ajustes significativos en la microeconomía, exigencia que plantearía el FMI, seria un factor de triunfo. No fué así, esta estrategia no evitó una aplastante derrota electoral, que sin dudas debilitaron su liderazgo.
En mi opinión, cuando llegue el momento de votar el entendimiento con el FMI, el kirchnerismo no será un obstáculo para su aprobación. Sería imprudente no tener en cuenta, de todos modos, que si esto no pasara, el Poder Ejecutivo tendría a la mano un DNU para superar este evento improbable.
Parecen mucho más graves y temerarias, a mi entender, las consecuencias económicas y políticas que pueden provocar, las contradicciones y “errores”, en las relaciones exteriores de la administración de Alberto Fernandez. Esto sí, puede ser decisivo para el éxito o el fracaso de un acuerdo con el FMI.
Entre otro hechos menos relevantes, como el folklórico alineamiento con los regímenes de Venezuela, Nicaragua y Cuba, debe inscribirse como “fundamental” el resultado de la gira de Fernandez por Rusia, y China, Barbados es un dato de color.
La extravagante e inoportuna declaración de Alberto Fernandez en Moscú, respecto a tener más independencia de Estados Unidos y del FMI, criticando además explícitamente a este Organismo. Y además presentar a Argentina como una oportunidad del Kremlin de influir más directamente en Latinoamérica, en momentos de tensión con Rusia por el conflicto con Ucrania. Estos enunciados resonaron fuertemente en los oídos de quienes tienen la palabra final respecto a un acuerdo “razonable” con el FMI. Y si algo faltase para hacer más sinuosas estas negociaciones, se suma la intención declamada de Fernandez de acercar a la Argentina a “la ruta de la seda” y la posibilidad cierta de que sea China quien opere la conectividad 5G en estas latitudes.
Para concluir, y como lamentablemente convalida nuestra historia, una vez más la incertidumbre y el pesimismo, determinan las decisiones económicas de todos los agentes del mercado, personas, empresas, bancos, etc, y creo que este clima incierto empujará a la prudencia extrema en cuanto al rumbo de las potenciales “Inversiones”, las que a mi parecer, tendrán un claro sesgo defensivo, lejos de la producción y sin expectativas optimistas.
Jorge Alfredo Baret
Editor Responsable 100xd
Sea el primero en comentar en "Un Gobierno Irresponsable y Sin Rumbo"