Perros, gatos, niños

No son noticias contradictorias y ambas encierran sendas advertencias.: en tanto que España dispuso que los animales domésticos deben ser considerados jurídicamente miembros de la familia y no cosas, el Papa calificó de egoístas a aquellos que en vez de tener hijos, los reemplazan con perros y gatos.

Ya basta de comprar o adoptar un cachorro porque es lo más parecido a un peluche, pero que es maltratado o dejado de lado cuando crece. En Valentín Alsina una mujer dejó atado en un poste a un pichicho en Nochebuena y salió corriendo. Un vecino lo rescató y le puso Noel de nombre. Peor, el hombre que le pegaba a su cachorro en la rambla de Mar del Plata y varias personas que estaban a su alrededor juntaron $4000 para comprárselo.

Que se sepa, Francisco no tiene en el Vaticano mascota alguna a su cargo (mucho menos, hijos propios). Más allá de recordar que hay que “cooperar” en la obra creadora de Dios, hay una advertencia ecológica en su mensaje: ¿quiénes ayudarán a los “egoístas” de hoy cuando sean ancianos y no puedan valerse por sí solos? O empezamos a adiestrar a perros y gatos en esos menesteres o los que están en condiciones de procrear le devuelven su trabajo a la cigüeña de París.

Pablo Sirvén

Fuente: La Nación

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