Gobernar con una inflación de tres cifras, con una devaluación en el medio y, además, con un presupuesto desactualizado por donde se lo mire, requerirá un trabajo manual y diario que consiste en sumar partidas, de gastos y de ingresos, como para darle actualidad a la caja con la que funciona el Estado.
Hoy empezó el “collage” presupuestario con el que gobernará este año el presidente Javier Milei. Mediante la Decisión Administrativa 1, la Jefatura de Gabinete dispuso reforzar las partidas de varios organismos. Es verdad que se trata de los últimos días de la previsión de gastos que dejó la administración de Alberto Fernández para 2023. Pero habrá que acostumbrarse a este tipo de decisiones: el año próximo será un trámite común, necesario para darle actualidad a las partidas.
Una de las principales partidas que se autorizó fue para Cammesa, la empresa estatal que maneja el mercado eléctrico mayorista y que canaliza la mayoría de los subsidios energéticos. A partir de hoy tiene $127.000 millones adicionales para subsidiar la generación y el transporte.
Otro de los clásicos cuando se suman créditos es el Ministerio de Desarrollo Social. Pese a que ahora esa cartera quedó subsumida dentro de Capital Humano, el presupuesto aún no los distingue. De hecho, le entregó a aquella cartera que manejaba Victoria Tolosa Paz un cheque adicional de $32.699 millones para los programas alimentarios.
Sólo para poner el monto en perspectiva: significa alrededor de 5% del total que tiene asignada esa finalidad. Eso no es todo. Para el mismo Ministerio se sumaron otros $27.249 millones para el plan Potenciar Trabajo. Es posible que Milei no se sienta orgulloso de esta decisión que firmó su jefe de Gabinete, Nicolás Posse, junto al ministro de Economía, Luis Caputo.
También se puede leer un refuerzo de $100.000 millones para Asistencia Financiera a Empresas Públicas y Otros Entes del Ministerio de Economía, además de $25.000 millones destinados a “otras asistencias financieras”.
La Anses se llevó $750.000 millones para hacer frente a sus obligaciones previsionales. Una particularidad: $595.000 millones se financiaron con venta de valores y títulos en pesos y otros $30.000 millones, con títulos en moneda extranjera.
Nadie conoce por ahora quiénes serán los gobernadores beneficiados, pero el Ministerio del Interior sumó $10.000 millones que estarán destinadas a “las relaciones con las provincias”. Una caja a mano como para algún salvataje de último momento.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, que tiene gastos en dólares, necesitó una enorme partida para ponerse al tanto con las cuotas de los organismos internacionales, después de la variación del tipo de cambio. Hay de todo. Por caso, $500.000 a la Comisión Internacional Ballenera y otros $15 millones para el Acuerdo para la Preservación de Albatros y Petreles. También otros $18 millones para el Comité Consultivo Internacional del Algodón; $75 millones para la Oficina Internacional de Pesas y Medidas, y $783 para la Corte Penal Internacional.
Para la Unesco, se autorizaron pagos por $1191 millones y para la Organización Mundial de la Salud, otros $1838 millones. En total, la cartera que maneja Diana Mondino se hizo de $33.313 millones.
Por ahora, la ejecución presupuestaria de estos tiempos está marcada por la inercia en el gasto que dejó la administración anterior. Seguramente, varios funcionarios actuales se tuvieron que tapar la nariz para autorizar esta decisión. Pero, si como ha dicho Milei, los compromisos se cumplen, habrá que pasar el trago amargo hasta que sus políticas empiecen a generar los efectos que pretende.
Fuente: La Nación
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