La alegría tiene fin

El penal más largo del mundo ya no es más el del maravilloso cuento de Osvaldo Soriano. Desde el 18 de diciembre de 2022, el penal más largo del mundo es el que pateó Gonzalo “Cachete” Montiel. Si en el relato de Soriano la impensable consagración de Estrella Polar tardó en llegar una semana, nadie podrá objetar que se diga que ese récord fue quebrado. Cuando la pelota atravesó la línea del arco en el estadio Lusail habían pasado 36 años desde que empezamos a penar. Tres décadas y más de un lustro sin títulos.

Aunque el verdadero pase a la eternidad de Maradona y Bilardo parecía estar ahí nomás, ningún argentino de menos 40 años podía tener memoria personal de la epopeya celeste y blanca del ‘86. Para dimensionar mejor lo que consiguieron los Lioneles en Qatar, hay que decir que el 66% de los argentinos vivos no vio o no tiene registro de aquel momento. Cómo para que cinco millones salieran a las calles para recibirlos con gloria (o morir). Pero Alberto Fernández, que no pudo organizar un festejo ni un velorio, solo tardó 96 horas en aguar la fiesta, con un conflicto de poderes del que 96 más tarde pareció arrepentirse. Alegría tem fim, tristeza, não. Los brasileños lo saben. Habrá que seguir penando. Ojalá no sea por otros 36 años.

Claudio Jacquelin

Fuente: La Nación

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