¿Del borde de la hiperinflación a la deflación?

Inflación es el aumento sistemático del nivel general de los precios. Aumento de precios, no precios altos; sistemático, no ocasional, y del nivel general de los precios, es decir, de la enorme mayoría de los precios, aunque no todos suban a la misma velocidad. Deflación es lo contrario de inflación: disminución sistemática del nivel general de los precios.

Deflación alude a caída en los precios; recesión, a disminución de cantidades. Depresión es un término que se usa para caracterizar lo que ocurrió en el mundo durante la década de 1930: un episodio único por su duración, intensidad y extensión geográfica.

¿Deflación en la Argentina 2024? Según el Indec, en GBA (CABA más suburbios), a nivel precios al consumidor, la tasa de inflación fue de 25% en diciembre de 2023, 20% en enero de 2024, 15% en febrero y 11,5% en marzo. Si la tasa de inflación de abril fue de 9,8%, o de 10,2%, puede resultar importante en el plano estrictamente político, pero da lo mismo en el puramente económico.

Cualquiera de los dos guarismos indica un nuevo descenso de la tasa de inflación, pero están muy lejos de una deflación. Pudieron haberse registrado disminuciones generales en la última semana de abril, o en algunos productos, lo cual es otra cosa.

¿Es la deflación una buena noticia? Como todo en economía, la respuesta a este interrogante depende de la cuantía. Sigo el razonamiento, aunque nadie espera, en la Argentina 2024, que el fenómeno -si aparece- tenga suficiente dimensión como para demandar la acción pública.

En la historia económica argentina el episodio que viene a cuento se desarrolló, precisamente, en la década de 1930, cuando los precios internacionales de los productos que exportaba nuestro país cayeron aproximadamente ¡a la mitad!

En aquel momento algunos arrendamientos habían sido pactados en bienes, de manera que propietarios y arrendatarios sufrieron por igual; pero otros habían sido concertados en pesos, por lo cual -en términos de producción- el arrendatario tenía que pagar el doble. Tal como era de esperar, una ley corrigió el problema. Como digo, el ejemplo ilustra, pero nadie está esperando algo parecido, aquí y ahora.

¿Es posible crecer con deflación? El PBI real del mundo, no solamente el de la Argentina, creció con disminución sistemática del nivel general de los precios, pero en el último cuarto del siglo XIX.

Juan Carlos de Pablo

Fuente: La Nación

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