¿Cuán relevantes son las afirmaciones empíricas?

Las condiciones bajo las cuales el intercambio internacional de bienes iguala los precios de los factores productivos que existen en los diferentes países, aunque trabajo y capital no se trasladen internacionalmente, es un teorema que, como tal, no necesita revisión. En cambio, la explosión demográfica, el deterioro de los términos del intercambio, así como la proporción del gasto de los hogares dedicado a la alimentación a medida que aumenta el ingreso, son afirmaciones empíricas cuya vigencia tiene que ser verificada, tanto en el tiempo como en el espacio. Porque lo que alguna vez fue cierto podría no seguir siéndolo.

Al respecto consulté al australiano Geoffrey Colin Harcourt (1931-2021). Fue el menor de dos gemelos. No lo esperaban. La partera le indicó su existencia al doctor que asistió a su madre, quien al principio se resistía a aceptar la realidad. Estudió en las universidades de Melbourne y de Cambridge, y enseñó en las de Adelaide y de Cambridge. Se consideraba un patriota australiano y un economista de Cambridge. Tres cuestiones principales se destacan en sus trabajos: la macroeconomía keynesiana, la controversia sobre la teoría del capital, y los fundamentos microeconómicos de la macroeconomía.

–Más allá de sus escritos técnicos, usted sobresale por la descripción que hizo de algunos de sus colegas.

–Ejemplos. Una vez dormí con Joan Violet Robinson; en realidad nos quedamos dormidos en un sofá, mientras Kenneth Joseph Arrow presentaba una monografía. John Maynard Keynes era un marshalliano, no un walrasiano. Piero Sraffa. Cuando en 1963 se publicó el primer artículo sobre la readopción de técnicas, afirmó: “Está mal. Demuéstrelo”. Pero, como yo no sabía álgebra matricial y él tampoco, le encargó la tarea a Luigi Pasinetti, quien produjo el primer contraejemplo. Friedrich August von Hayek. Era un verdadero liberal. Cuando George Lennox Sharman Shackle le dijo que no quería trabajar sobre su obra, sino sobre la de Keynes, Hayek le dijo ‘ok’. Dudo que, en las mismas circunstancias, Keynes hubiera hecho lo mismo”.

–Analicemos algunos ejemplos de afirmaciones empíricas, para ver cómo resistieron el paso del tiempo.

–Comencemos por la denominada “ley” enunciada por Christian Lorenz Ernst Engel. Basada en los datos referidos a 132 familias belgas de trabajadores, Engel encontró que a medida que aumentaba el ingreso también aumentaba el gasto en comida, pero disminuía la proporción del ingreso total dedicado a comprar comida. Hendrick Samuel Houthakker la denominó la primera ley cuantitativa y significativa establecida con datos económicos empíricos, y al reseñar los estudios posteriores mostró la generalidad espacial y temporal del hallazgo. De todo esto, Engel infirió que el sector agropecuario disminuiría su importancia, dentro del PBI total, en un proceso de desarrollo. No puede haber tal cosa como el crecimiento balanceado. Por razones de demanda, el sector agropecuario tiene que liberar recursos productivos, generando migración de mano de obra hacia las ciudades y también de capital.

–Algo diferente ocurrió con el pronóstico referido al crecimiento poblacional y de alimentos, formulado por Thomas Robert Malthus.

–Efectivamente. En su Ensayo sobre la población, cuya primera edición publicó de manera anónima, afirmó que mientras los alimentos crecían según los términos de una progresión aritmética (1, 2, 3, 4, 5, etcétera), la población lo hacía según los términos de una progresión geométrica (1, 2, 4, 8, 16, etcétera), y no hay que ser un genio de las matemáticas para saber que, si esto hubiera continuado así, la humanidad habría enfrentado un problema gigantesco.

–¿Por qué no ocurrió?

–Porque, del lado de los alimentos, el cambio tecnológico multiplicó la oferta; mientras que del lado de la población, el aumento de los ingresos, con la consiguiente suba del costo de oportunidad de criar niños, más el desarrollo de los anticonceptivos, dieron por tierra con el pronóstico referido a la explosión demográfica. Hoy el crecimiento poblacional de los países desarrollados es nulo, por lo cual la migración de personas oriundas de los países en vías de desarrollo es indispensable.

–¿Qué me dice de la hipótesis del deterioro de los términos del intercambio?

–Fue formulada de manera independiente por Raúl Prebisch y Hans Wolfgang Singer, a fines de la década de 1940. Basada en la experiencia del intercambio entre países como la Argentina e Inglaterra. En este caso la permanencia en el tiempo es menos clara.

–¿Por qué dice eso?

–Porque cuando, en el caso argentino, entre los productos de exportación se incluye a la soja, muy probablemente –al menos en sentido tendencial– el deterioro de los términos del intercambio se torna en mejora.

–¿Recomendaría Prebisch no especializar el país en la producción de soja?

–De ninguna manera. Lo que haría, en el mejor estilo de la economía clásica, es llamar la atención sobre el hecho de que la especialización o la división del trabajo genera beneficios, pero también riesgos.

–Tengo lugar para un nuevo ejemplo.

–En 1963, en su monumental Historia monetaria de los Estados Unidos, Milton Friedman y Anna Schwartz afirmaron que el impacto sobre la tasa de inflación de dejar de emitir dinero se da con un rezago de 18 meses.

–¿No es así?

–En el mejor de los casos, era así. La reciente experiencia antiinflacionaria de Estados Unidos muestra que el aumento de la tasa de interés que maneja el FED desplomó la tasa de inflación de manera inmediata. En los 12 meses que terminaron en junio de 2022, en promedio, los precios al consumidor aumentaron 9,1%; desde entonces la tasa de inflación interanual cayó de manera sistemática, y un año después se ubicó en 3%.

–¿Y en el caso argentino?

–Tanto en el plan Austral, inaugurado a mediados de junio de 1985, como en el de convertibilidad, puesto en práctica a comienzos de abril de 1991, la caída de la tasa de inflación fue inmediata y significativa, particularmente a nivel de precios mayoristas. Lo cual no sorprende porque, al fijarse el tipo de cambio, la evolución de los precios fue más impactada a nivel mayorista que a nivel del consumidor.

–En este caso se acortaron los tiempos, porque –particularmente en el plan Austral– se combinaron medidas ortodoxas y heterodoxas.

–Tiene razón. De hecho, aumentó la oferta monetaria, porque la caída de la tasa de inflación incrementó la demanda de dinero.

–¿Qué enseñanzas podemos extraer de todo esto?

–El saber deductivo, el que extrae propuestas a partir de los grandes principios, tiene la ventaja de que “no se pone viejo”, pero tiene el inconveniente de que proporciona información cualitativa, que sirve para muy poco para diseñar e implementar la política económica práctica.

–Don Geoffrey, muchas gracias.

Juan Carlos de Pablo

Fuente: La Nación

Sea el primero en comentar en "¿Cuán relevantes son las afirmaciones empíricas?"

Deje un comentario

Su email no será publicado


*