Cristina recalcula sus pasos

Cristina le devolvió algo de la alegría perdida el 7 de diciembre al núcleo más fiel de sus dirigentes. Veinte días después de anunciar que no sería candidata dejó abierta la posibilidad de revisar esa decisión si el 24 de marzo logra convocar a una movilización de envergadura. Es como interpretó ese grupo su mensaje en Avellaneda, donde calificó de proscripción y no de renunciamiento al anuncio efectuado la tarde que fue condenada por la causa Vialidad. Por las dudas, aseguró que nada en ella es fruto de la improvisación.

Axel Kicillof reflejó el estado de ánimo de ese sector. El gobernador habló antes que Cristina. “Te necesitamos” le dijo casi al borde de las lágrimas cuando cerró su discurso. Lo apropiado hubiese sido el uso de la primera persona del singular y no la del plural para describir el agobio que la incertidumbre sobre lo que hará Cristina le provoca a su intención de ser reelegido como gobernador. “La está peleando”, trasciende desde su círculo sobre el estado de ese proyecto que, igual que otros de Kicillof, logra alinear en contra a la mayoría de los intendentes del conurbano.

Esa rara virtud incomodó a Jorge Ferraresi. Sin escapatoria a compartir el acto con el gobernador. Al vicepresidente del Instituto Patria le preocupa quedar descolocado frente a sus pares. Sobre todo con los liderados por Martín Insaurralde, muy críticos con Kicillof. Su jefe de Gabinete tiene una alianza con La Cámpora que le permite a Máximo Kirchner controlar el PJ. Pese a que el cristinismo sospecha a esos intendentes de sabotear una gran concentración que vienen reclamando desde un mes antes del atentado a Cristina.

Insaurralde no fue al acto de Avellaneda. Tampoco sus coroneles: Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Gustavo Menéndez (Merlo). Pero se encargó de mandar una delegación a la reunión convocada por la CGT la mañana del acto: Nicolás Mantegazza (San Vicente), Federico Achával (Pilar) y Gastón Granados (Ezeiza). También estuvo Ferraresi. “Enviado a espiar por Cristina”, según sus colegas. Sugestivamente, el de Avellaneda fue el único en plantear la metodología electoral para resolver candidaturas.

Algo ajeno al espíritu de la reunión: tener una alternativa electoral a Cristina. La vicepresidenta convocó al acto del 24 de marzo bajo la consigna Argentina y democracia sin mafias. “No es justo que a 40 años de recuperar la democracia veamos un Estado administrado por mafias”, recalcó. De por sí perturbadora, esa posibilidad parece alimentada por la violenta disputa entre José Voytenko y Pablo Ansaloni por controlar la caja multimillonaria de la Uatre, el sindicato de peones rurales.

Voytenco se impuso por ocho votos en un Congreso al que asistieron 584 congresales sobre un total de 581 habilitados para hacerlo. A Mónica Rissotto no le pareció suficiente para impugnarlo. La directora nacional de Asociaciones Sindicales representó al Ministerio de Trabajo en el Congreso. Rissotto no quiso obstruir el acuerdo entre Pablo Moyano y Massa, los padrinos de Voytenco y Ansaloni. Cada uno estaba convencido de obtener una holgada victoria sobre el otro para administrar la multimillonaria caja de la Uatre.

En especial, los 600 millones de pesos mensuales retenidos a sus 400 mil afiliados para cubrir sus seguros de vida. El único inconveniente que podría tener Voytenco para ser el secretario general de la Uatre los próximos cuatro años está en la Justicia. Desde fines de 2020 ocupó el cargo en forma interina por la muerte de Ramón Ayala quien, a la vez, había suplantado al fallecido Gerónimo “Momo” Venegas.

Apenas asumió, Voytenco desplazó al resto de la comisión directiva vinculada a esos dirigentes y dio de baja a “Sol Naciente”, la aseguradora contratada para los seguros de vida. La reemplazó con “El surco” de Jorge Gianni y Julio Comparada, vinculados a Luis Barrionuevo. El gastronómico se convirtió al kirchnerismo con Wado de Pedro pero gracias a la relación que el ministro del Interior trabó con Graciela Camaño a través de su primo, Gerónimo Ustarroz, en el Consejo de la Magistratura.

Los desplazados por Voytenco lo denunciaron en la Justicia laboral por esa decisión. Pero el secretario general logró desconocerlas con las medidas cautelares dictadas por el juez federal de La Pampa, José Boric. Pero en especial por las decisiones de la Cámara Federal de Bahía Blanca. Una instancia superior donde tendría influencia Gustavo Elías, ligado a Hugo Moyano y al negocio del estacionamiento de contenedores en el puerto de Bahía Blanca.

Una actividad que controló en el de Buenos Aires entre 2003 y 2011 con Ivetra S.A. y en sociedad con Daniel Llermanos, abogado defensor del clan Moyano. La Cámara Federal avaló la convocatoria al Congreso de la Uatre y resolvió que se efectúe en Bahía Blanca. Los desplazados por Voytenco respaldaron a Ansaloni pero llevaron a la Corte su reclamo con un recurso extraordinario para que sea el fuero laboral y no el federal el que intervenga en este conflicto.

El Procurador General, Ricardo Casal, dictaminó la admisibilidad del recurso que desde el 28 de noviembre permanece en la secretaría de Relaciones del Consumo a cargo de Elena Nolasco, apodada Elenita e hija de la exjueza Highton de Nolasco. Elenita es la pareja de Gianni, presidente del directorio en “El surco’’.

Ese expediente debería pasar a la vocalía de Ricardo Lorenzetti, que todavía no lo aceptó. En las especulaciones previas, debería haberlo hecho y promover que la Corte lo analice en la misma reunión de acuerdos en la que dictó la medida cautelar a favor de la ciudad de Buenos Aires en su reclamo contra el gobierno por la quita de coparticipación. Una posibilidad que habría rechazado Horacio Rosatti, su presidente. A eso se atribuye que una semana antes haya dicho: “Esta Corte no negocia fallos.”

Si finalmente el máximo tribunal falla favor de los desplazados, sería nulo todo lo actuado por Voytenco desde que sustituyó a Ayala. Incluido el Congreso donde se lo eligió secretario general. No es la única sombra en el horizonte. La Justicia bonaerense investiga el asesinato de Mauricio Cordara el 18 de noviembre en el partido de Colón. La hipótesis más firme del fiscal general de Pergamino, Daniel Gómez, es que el crimen está vinculado a la feroz disputa interna en la Uatre.

Cordara era el chofer de Ansaloni y habría sido confundido con él. La intervención de sicarios del narco rosarino en el asesinato confirmaría la presencia de Los Monos en territorio bonaerense. El único detenido hasta ahora es Ramón Vallejos, padre de Hernán Vallejo. Pero más conocido como Lichi Romero, jefe del clan los Romero. Una banda que pasó del delito común a la venta de drogas en el barrio Alberdi, al norte de Rosario. La zona donde fue detenido Ramón, a bordo del mismo auto utilizado por los sicarios para llegar a Colón.

Un vehículo robado el 28 de agosto en La Tablada, La Matanza, pero que circulaba con patentes de otro sustraído el 30 de agosto en Monte Grande, Esteban Echeverría. No es la única pista que se sigue de Los Monos en el conurbano. Se intenta establecer su participación en el negocio ilegal de los desarmaderos a cambio de una participación en las ganancias.

El desguace de autos para vender sus repuestos estaría detrás de la muerte de Diego Segura y Silvio Vitullo, mecánicos desaparecidos en Longchamps, Almirante Brown, y hallados calcinados en Presidente Perón. Igual que Lautaro Morello, cuyo cuerpo apareció quemado en Florencio Varela. Un caso por el que están detenidos el comisario mayor de la bonaerense, Francisco Centurión y su hijo Maximiliano. La policía aún no pudo dar con Lucas Escalante, desaparecido junto a Morello.

Daniel Bilotta

Fuente: La Nación

Sea el primero en comentar en "Cristina recalcula sus pasos"

Deje un comentario

Su email no será publicado


*