De esta forma, Freiler será, junto a sus pares Jorge Ballestero y Eduardo Farah, quien resuelva si el juez federal Rodolfo Canicoba Corral debe seguir al frente de la causa, según la resolución a la que accedió Télam.
La sala I del Tribunal de Apelaciones quedó sorteada para intervenir en la causa luego de que Canicoba rechazara apartarse, en una decisión apelada por Sara Garfunkel, madre de Nisman y por su hermana Sandra.
Según la resolución de esa sala, los pares de Freiler rechazaron la recusación como lo hizo de manera previa el mismo magistrado.
«El hecho de que el magistrado cuya recusación se pretende en este incidente tenga a su cargo una pesquisa formada a raíz de una denuncia radicada en mi contra, en modo alguno me inhibe para entender en las presentes actuaciones, ni genera en mí el supuesto de violencia moral aludido por los incidentistas», sostuvo Freiler.
El camarista había sido recusado por la defensa de la madre de Nisman, Sara Garfunkel, y de su hermana Sandra argumentando que debió apartarse de entender en el caso por «violencia moral».
La defensa de ambas argumentó que Canicoba Corral tramita una denuncia presentada contra Freiler para dilucidar si es o fue propietario de una financiera en Puerto Madero.
En lo inmediato, la sala I debe decidir si aparta o confirma a Canicoba Corral en la causa que investiga lavado de activos pertenecientes al fiscal Nisman, luego que el juez de instrucción citara a declaración indagatoria a todos los imputados.
«El extremo aludido por los incidentistas para fundar su temor de parcialidad con respecto a nuestro colega resulta insuficiente para ameritar su apartamiento del presente proceso. Así, el sólo hecho de que el juez de primera instancia -cuya recusación aquí se examina- esté a cargo del Juzgado donde tramita una causa seguida contra el Dr. Freiler no alcanza a configurar el ´interés’ que los incidentistas alegan en su presentación», entendieron a su turno los colegas de sala de Freiler, Farah y Ballestero.
Tanto la madre y la hermana de Nisman como el técnico informático Diego Lagomarsino y el empresario Claudio Picón fueron citados a indagatoria por Canicoba Corral pero el trámite quedó suspendido porque fue recusado por las familiares del fallecido ex titular de la UFI-AMIA, quien fue hallado con un disparo en la cabeza el pasado 18 de enero en su departamento de Puerto Madero.
Canicoba Corral los indagará si es confirmado en la causa por la sala I de la Cámara Federal luego de haberse detectado una cuenta bancaria en Estados Unidos a nombre de Garfunkel, Sandra Nisman y Lagomarsino con Alberto Nisman como apoderado.
En tanto, la División Cibercrimen de la Policía Metropolitana afirmó que es imposible recuperar los mensajes del sistema de comunicación WhatsApp del teléfono celular que utilizaba el fallecido ex titular de la UFI AMIA Alberto Nisman, indicaron esta mañana fuentes judiciales.
En un informe entregado a la fiscal Viviana Fein y que suscribe el comisionado Gabriel Rojas, los expertos detallaron que “no es factible acceder al contenido” de esos mensajes del teléfono que usaba Nisman, cuyo cuerpo fue hallado el 18 de enero último con un balazo en la cabeza.
El celular estaba vacío de contenidos de comunicaciones por ese sistema de intercambio de mensajes y los abogados Juan Pablo Vigliero, Manuel Romero Victorica y Federico Casal –que representan a las hijas de Nisman- pidieron un informe sobre la posibilidad de rastrearlos.
En el marco de la investigación por el hecho ocurrido hace más de ocho meses en el departamento del piso 13 de la Torre Le Parc, Fein ordenó a mediados de mes una «inspección ocular» en el buzón correspondiente a la unidad del edificio de Puerto Madero que permitió constatar que se hallaba abierto y sin documentación «relevante».
En el acta se detalló que «el box correspondiente a la unidad del piso 13 B (donde se halló el cadáver de Nisman) es la que figura con la numeración ’13-02’. Poseía un candado colocado de color negro, el cual se encontraba abierto, o sea no se hallaba cerrado”.
La respuesta obedece a la inquietud de Fein. quien había requerido que “en el caso de encontrarse correspondencia, deberá ser secuestrada y remitida al juzgado nacional en lo criminal de instrucción número 25”, a cargo de la jueza Fabiana Palmaghini.
Los informantes revelaron que en el buzón solo se hallaron facturas de impuestos a nombre del dueño del departamento, una nota de la Administración, un sobre cerrado dirigido a otra persona, tickets de “aviso de pago”, una tarjeta de promoción de un gimnasio, dos volantes publicitarios y seis revistas “de propaganda.
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