«Es jodido tener un público de mierda en los Juegos Olímpicos», lanzó el francés Renaud Lavillenie luego de sufrir los abucheos del público local en Río antes de su intento final durante la competencia de salto con garrocha de la que fue segundo tras perder con el brasileño Thiago Braz.
El galo fue uno de los primeros en desatar la polémica por el accionar del público sudamericano y, lejos de intentar aplacar las consecuencias de sus primeros dichos, luego se colocó en un lugar repudiable cuando comparó a los aficionados con el público que apoyó al régimen nazi en Berlín 1936: «Es un ambiente de fútbol que vemos demasiado seguido. Es la primera vez que vemos esto en atletismo. La última vez que lo vimos fue cuando Jesse Owens corrió en 1936«.
Tales declaraciones le costaron al francés nada menos quelágrimas, las que expuso durante la ceremonia de entrega de medallas, cuando el público se encargó de expresar su malestar con ensordecedores silbidos.
Pero todo comenzó el 5 de agosto, día de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos Río 2016, los primeros de la historia celebrados en Sudamérica, cuando Michel Temer, presidente interino de Brasil, fue abucheado mientras declaraba el comienzo de la cita ecuménica. La consecuencia del comportamiento del público acorraló al dirigente, quien decidió no asistir al evento de cierre del espectáculo.
La cita en Río se ha visto alterada en varias oportunidades por grescas entre los propios hinchas. La rivalidad entre brasileños y argentinos, exacerbada cuando de competencias deportivas se trata, ha provocado incluso el parate de la competencia, como ocurrió en el partido entre Juan Martín Del Potro y el portugués Joao Souza, el que debió ser interrumpido por un altercado entre fanáticos.
La española Galia Dvorak, jugadora de tenis de mesa, también sufrió el rechazo del público durante su partido de primera ronda con la brasileña Gui Lin.
La europea se vio sorprendida por los abucheos y silbidos de los que fue foco durante todo su encuentro y esto llamó la atención de algunos medios de su país. El diario ABC mencionó en su portal electrónico: «Galia Dvorak, eliminada a la primera en un ambiente hostil».

Al respecto, la protagonista mencionó: «No es agradable porque no estamos acostumbrados en el tenis de mesa. En China también se grita mucho, pero no contra los rivales de sus tenistas. Animan a sus jugadores, pero no abuchean a los oponentes».
El comportamiento de los fanáticos ha forzado la intervención de la máxima autoridad actual del movimiento olímpico. Thomas Bach, presidente del COI, utilizó la cuenta oficial del organismo en Twitter para escribir al respecto y calificar de«comportamiento inaceptable» lo ocurrido con el francés Lavillenie.
Fuente: Infobae.com
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