En las últimas semanas, Irán ha intensificado la deportación de refugiados afganos, bajo sospecha de que algunos de ellos fueron empleados como agentes de espionaje que filtraron información de inteligencia para Israel.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que Teherán ha deportado a una media de 30.000 afganos al día durante la guerra, quince veces más que las cifras registradas antes de la escalada. Sólo en el primer semestre del año, más de 1,2 millones de afganos fueron deportados de Irán y Pakistán, cerca del 70% de ellos a la fuerza, según los datos del organismo de la ONU.PUBLICIDADhttps://6b14993689cae1333a8495c064b6f732.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.html
En una declaración oficial, la portavoz del Gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani, afirmó el martes: «Siempre nos hemos esforzado por ser buenos anfitriones, pero la seguridad nacional es la prioridad. La repatriación de ciudadanos ilegales no es una expulsión».
Las autoridades iraníes calculan que unos 2,6 millones de afganos viven en el país sin documentos legales, mientras que otras estimaciones cifran en 6 millones el número total de afganos en Irán, de los cuales al menos 2,5 millones carecen de estatus legal.
El Mossad en el centro de las acusaciones
La escalada de las campañas de deportación ha ido acompañada de informaciones no confirmadas en los medios de comunicación iraníes que indican que algunos refugiados afganos están implicados en redes de espionaje a favor de Israel.

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El canal de la oposición ‘Iran International’, con sede en Londres, afirmó que varios afganos habían sido detenidos recientemente acusados de colaborar con el Mossad, y los medios de comunicación oficiales difundieron las supuestas confesiones de dos hombres afganos sobre sus vínculos con el servicio de inteligencia israelí, aunque estas confesiones no han podido ser verificadas de forma independiente.
Las autoridades iraníes anunciaron la ejecución de tres espías que, según dijeron, habían sido reclutados por el Mossad y planeaban asesinar a una figura prominente introduciendo de contrabando en el país material explosivo en un cargamento camuflado con bebidas alcohólicas.PUBLICIDADhttps://6b14993689cae1333a8495c064b6f732.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.html
Según la agencia de noticias Fars, Idris Ali, Azad Shojaei y Rasul Ahmad Rasul fueron ejecutados en la ciudad de Orumiyeh, en la provincia de Azerbaiyán Oriental, tras ser condenados por colaborar con un Estado enemigo.
Misiones de espionaje y sabotaje con decenas de miles de drones
Durante el conflicto que estalló el 13 de junio y terminó con la declaración de un alto el fuego, los servicios de seguridad iraníes revelaron una penetración interna sin precedentes. Teherán anunció la incautación de más de 10.000 pequeños drones que, según dijo, estaban en posesión de agentes locales que colaboraban con Israel y estaban destinados a misiones de espionaje y sabotaje dentro de la capital.
El Ministerio de Inteligencia también anunció que en sólo 12 días había detenido a más de 700 miembros de una red de espionaje vinculada a Israel que trabajaba para llevar a cabo ataques de precisión en conjunción con la ofensiva militar israelí.
¿Seguridad nacional o ajuste de cuentas?
Aunque las autoridades iraníes justifican las campañas de deportación como parte de la política de preservación de la seguridad nacional, activistas y observadores creen que estas medidas pueden ser una reacción directa al alcance de la penetración de los servicios de inteligencia revelada por la reciente guerra.
Las organizaciones de derechos humanos también han expresado su preocupación por la persecución masiva e indiscriminada de refugiados afganos, especialmente a la luz del actual deterioro humanitario en Afganistán.
A la luz de estos acontecimientos, parece que Irán está rediseñando su política hacia los extranjeros dentro de sus fronteras, en medio de una prioridad de seguridad que prima sobre la dimensión humanitaria, revelando vulnerabilidades internas que Teherán teme más que nunca.
Fuente: euronews
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