El bloque oficialista en Diputados quedó sumergido en su peor crisis

En la puerta del despacho de Emilio Monzó, diputados del oficialismo discutían y se movían alborotados. Acababa de explotar la noticia sobre el cambio en la fórmula de la movilidad jubilatoria, en pleno recinto, minutos antes de que se aprobaran los cambios en el régimen de riesgos de trabajo. Elisa Carrió se había ido lanzando insultos al aire. Dentro de la oficina del presidente de la Cámara la temperatura subía minuto a minuto. Monzó, Nicolás Massot, Mario Negri y Fernando Sánchez llamaban en forma simultánea a distintos funcionarios del Poder Ejecutivo, en busca de una explicación.

La noche del miércoles fue uno de los peores momentos del oficialismo en el Congreso desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada. «Es la primera vez que sufrimos una crisis de esta magnitud», reconoció a LA NACION un dirigente importante de Cambiemos en la Cámara baja. Los pases de factura y los reproches todavía se escuchaban ayer. El descontento con la medida anunciada por la Anses no alcanzaba sólo a radicales e integrantes de la Coalición Cívica (CC). Conmocionados, varios diputados macristas exigían una respuesta.

La tensión se atenuó sólo cuando comunicaron a Massot con Macri. Alrededor del jefe del bloque de Pro, las principales espadas del oficialismo esperaban para conocer las novedades de la charla. El Presidente se comprometió a dar marcha atrás con la medida y autorizó a las autoridades del interbloque Cambiemos a hacer pública esa decisión. Negri y Massot se apuraron a ir a la sala de periodistas. Había que frenar cuanto antes el impacto negativo de la noticia.

Pese al anuncio de la marcha atrás, varios diputados descargaron su bronca en las redes sociales. «Que se queden tranquilos los jubilados. Vamos a dar la pelea», advirtió Carrió en Twitter, y agregó: «La torpeza y la ineficiencia no pueden tener justificación». El radical cobista Héctor «Cachi» Gutiérrez hizo su aporte: «Gobernar no es llenar casilleros de una planilla de Excel», dijo en Twitter. Otro que expresó su enojo fue el radical Jorge D’Agostino: «La falta de sensibilidad social de algunos tecnócratas que cambiaron el índice jubilatorio del Poder Ejecutivo afecta la gobernabilidad».

Todavía lejos de la tranquilidad, la tensión bajó un poco más después de la conferencia de prensa de Macri, en la que se confirmó que se dejaba sin efecto la medida de la Anses. «Estaba seguro de que el Presidente corregiría los errores. Eso es bueno, mejor es no equivocarse y más cuando es más fácil acertar que errar», reaccionó Ricardo Alfonsín, uno de los más díscolos del interbloque oficialista.

En la bancada quedaron flotando los pases de factura. «¿Cómo puede ser que nos enteremos con el resto de la oposición de una medida semejante, en una sesión en la que nos bancamos cinco horas del Correo y cuando estábamos a punto de aprobar una ley clave?», se quejó un oficialista de peso en la Cámara baja. «Errores no forzados», es el concepto más repetido.

Como viene haciendo la UCR desde el principio de la gestión, los jefes parlamentarios de Cambiemos reclaman que los tengan al tanto de las principales medidas que se toman en el Poder Ejecutivo. «Cosas como las de la última sesión nos complican mucho el trabajo. Teníamos a la CGT sentada votando el cambio en las ART y casi se nos cae todo. Es increíble», se quejó otro de los integrantes de la mesa chica. «No falla la comunicación. Lo que les falta es percepción política», agregó.

Respecto del caso del Correo, el oficialismo parlamentario celebró la conferencia de prensa de Macri, en lo que esperan que sea el comienzo de un cambio de actitud del Presidente en los casos que lo comprometen. Carrió y Negri tienen pedida una reunión con Marcos Peña, en la que esperan hablar a calzón quitado.

Fuente: La Nación