El ardid tecnológico chino, que amenaza el equilibrio internacional

El gigante asiático levanta terreno artificial y une fuerzas con Putin en la zona lo que pone en peligro la ruta comercial por el que se mueven dos tercios de las mercancías del mundo

Con su `creador mágico de islas´ en pleno mar de la China meridional está cebando su expansionismo económico y haciendo oídos sordos a las advertencias

Una de las islas artificiales del archipiélago Paracelso, en el arrecife de Mabini, donde China ha construido unas instalaciones militares

Una de las islas artificiales del archipiélago Paracelso, en el arrecife de Mabini, donde China ha construido unas instalaciones militares EFE

Alexia Columba Jerez

ALEXIA COLUMBA JEREZ05/09/2022
Actualizado 20/06/2023 a las 00:43h.11

China desafía al mundo y a las leyes internacionales, y creando islas sigue imparable alimentando sus ínfulas expansionistas. Hace oídos sordos a las advertencias de líneas rojas de EE.UU. a golpe de dragados hechos por un arsenal de embarcaciones y excavadoras con las que desde 2013 ha levantado terreno artificial en el que pone su bandera y sus armas. Así China y sus empresas estatales pesqueras y petroleras están reclamando su soberanía sobre la casi totalidad del mar de la China Meridional. Y con ello, sobre todos los recursos que se encuentran en el extrarradio de estos nuevos trozos de tierra, pasando por alto los intereses de los países de la zona.

El almirante de EE.UU. Harry Harris describió este ardid chino como «la construcción de una Gran Muralla de arena». Una táctica tan bizarra como si entre el Estrecho de Gibraltar y Marruecos se usase una máquina para crear un nuevo territorio en aguas internacionales. Y en ese mapa en el que crea islas entra en conflicto con Taiwán en el norte, las Filipinas en el este, Indonesia, Malasia, Brunei en el sur, y Vietnam en el Oeste.about:blank

La embarcación de dragado Tian Kun Hao
La embarcación de dragado Tian Kun Hao ATP

Para realizar su plan, China se ha servido de su joya de la corona y de sus hermanos menores. Las autoridades chinas dicen que es la más grande cortadora de Asia, el barco apodado ‘creador mágico de islas’, el Tian Kun Hao. Una embarcación que estrenó ante la vista de Trump, y que desde febrero de 2022 vuelve a surcar los mares. Es capaz de excavar grandes secciones del fondo marino y trasladarlas hasta 15 km para diseñar nuevas islas. Puede horadar 6.000 m3 por hora, equivalente a tres piscinas, y llegar a 35 m bajo la superficie del mar. Corta material del lecho marino, arena, coral o barro.

Esto preocupa profundamente al resto del mundo. Y la zona es un hervidero. Nicolas Chaillan, el ex-gurú tecnológico del Pentágono, llegase a declarar que «estamos cerca de un nuevo Pearl Harbour». Fernando Cortiñas, profesor del IE Business School, explica que este proyecto de las islas artificiales no es más que una extensión de la Ruta de la Seda, y su deseo de desplazar a EE.UU. del escenario global.

Cortiñas establece «China a medida que crece en la parte marítima presiona y sus estrategias marítimas supondrán que tendrá conflictos con Japón en el mar de la China oriental, en el Índico con la India, en el Pacífico con Estados Unidos. Y hace ‘bullying’ a los países más pequeños en el crucial mar de la China meridional». Un mar, adyacente al Pacífico que ocupa tres millones y medio de km2, equivalente a toda la UE, sin España y Portugal. No es casualidad que los marines de EE.UU estén desempolvando los manuales de estrategia militar sobre islas que usaron en la Segunda Guerra Mundial, a la vez que ensaya maniobras con Japón.NOTICIA RELACIONADA

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Y como destaca Inés Arco, investigadora del Cidob, por esta zona pasa «el 80% del comercio global, según Unctad», por tanto el movimiento chino no es baladí «La construcción de islas artificiales y de obras de infraestructura civil es de uso dual, es decir, que pueden llegar a ser utilizadas con fines militares si la situación lo requiere. Además, es importante destacar el impacto medioambiental negativo que suponen lo que hacen estos barcos», matiza Arco. En las islas artificiales en (Spratly, Paracel Islands, Islas Natuna y Scarborough Shoal) se han levantado ciudades turísticas, aeropuertos o bases militares.

Las aguas en disputa

Zona económica exclusiva de 200 millas náuticas

Islas en

disputa

Aguas territoriales que reclama China

CHINA

TAIWÁN

VIETNAM

LAOS

Islas Paracelso

TAILANDIA

Islas Scarborough

Mar del Sur

de China

CAMBOYA

Islas Spratly

FILIPINAS

MALASIA

MALASIA

INDONESIA

Fuente: Elaboración propia / ABC

Nuevas tierras

Víctor Yepes, doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y catedrático de Ingeniería de la Construcción de la UPV, detalla que «en cuanto a las islas artificiales, los procesos constructivos pasan por el relleno de escolleras o materiales procedentes del fondo del mar. Dragas, como la de Tian Kun Hao, tienen un cabezal cortador sumergible (cutter), y unos equipos de succión».

La técnica del Tian Kun Hao se podría explicar como una laguna rodeada por un muro de contención de coral. «Introducen barcos dentro de esa laguna, ponen arena, hormigón y bombean el agua para afuera de esa línea de coral. Y ahondan el perímetro exterior de la isla para crear puertos de aguas profundas donde atracan barcos», indica Cortiñas.

China se apoya para reclamar el Mar de la China en un mapa de 1947 llamado ‘la línea de los nueve puntos’. El problema, dice Cortiñas, es que con esta actuación invade aguas territoriales de los estados limítrofes, según el derecho internacional. Pero es que «controlar este mar significa enormes recursos de gas y petróleo. Y dominar el acceso al flujo de barcos que proveen a China, Taiwán, Corea del Sur y Japón. Dos mil millones de personas, un tercio de la población mundial dependen de esa zona». Bajo las leyes internacionales sobre el Derecho del Mar, un país que es dueño de una isla tiene el derecho de los recursos de hasta 370 km alrededor de ella. Ahí está la trampa.

Fuente: ABC

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