Una de las franquicias más longevas del mundo de los videojuegos llega a su fin. El acuerdo entre la FIFA y Electronic Arts, llega a su fin tras 30 años de trabajar juntos. Desde el primer FIFA en 1993 y 38 juegos después, el FIFA 23, esperado para el 30 de septiembre de 2022, será el último juego en el que veremos el nombre de FIFA en la tapa. A partir del año próximo el juego, con todos los mismos contenidos, pasará a llamarse EA Sports FC.
Cambia el nombre, pero no el contenido
Este cambio, tanto estético en la tapa como de nombre, no tendrá impacto en los contenidos del juego, ya que EA confirmó que todas las licencias, ya sea de los nombres de jugadores, acuerdos con equipos, con ligas y con competencias continentales como UEFA y Conmebol Libertadores, seguirán sin cambios.
El anuncio llegó por medio de un comunicado de la empresa con sede en Redwood City, California y de la mano de varias marcas y organizaciones que se sumaron en comunicar el cambio y dar la bienvenida al nuevo nombre.
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Las opiniones sobre el impacto del cambio tiene varias patas. Por un lado algunos creen que EA pierde por no tener a la FIFA como emblema, mientras que del otro lado creen que el nombre es un detalle, y que inclusive la gente lo seguirá llamando FIFA. Un caso para el estudio es el resultado que tuvo Konami con sus juegos de fútbol, que pasó de llamarse Winning Eleven a PES y ahora a eFootball. Muchos le siguen llamando PES y otros nostálgicos lo reconocen como “el Winning”.
Queda esperar cuál va a ser la reacción de la FIFA, ya que ahora no hay ningún juego licenciado con su nombre a la vista y según confirmó LA NACION, Konami no tiene intenciones de recuperar ese nombre para sumarlo a eFootball.
En el horizonte está el constante rumor de que 2K, creadores del éxito de la NBA, puedan lanzar su propio juego o que quizás juegos como el UFL (Unreal Football League), con la licencia de Cristiano Ronaldo, intente quedarse con el nombre.
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El nombre no trae ni a jugadores ni a campeonatos
Lo que cabe aclarar es que el nombre de FIFA no trae consigo ni a los jugadores ni a los campeonatos, ya que se negocian aparte. Solo conlleva la posibilidad de negociar para crear el juego o contenido adicional del Mundial, que en esta edición de Qatar, quedará aún en manos de Electronic Arts.
El quiebre entre la relación de FIFA y EA llegó luego de idas y venidas y hasta de declaraciones picantes entre las empresas. Se cree que FIFA reclamaba cerca de 1000 millones de dólares por cuatro años de la renovación del nombre. Una cifra de US$ 250 millones por año, 100 más que en el acuerdo previo. Si bien los juegos de fútbol de EA son de los que más recaudan en el mundo, con ganancias anuales que superan los 1600 millones de dólares y en constante crecimiento con la edición de FIFA 22, la firma estadounidense decidió dar un paso al costado, decisión que impactará también en las Copas del Mundo digitales y torneos oficiales de FIFA en el mundo de los esports. Andrew Wilson, CEO de EA, en pleno conflicto, había declarado que “FIFA son cuatro letras en una caja”.
Para la FIFA, los videojuegos son una gran oportunidad para expandirse, “La FIFA se está comprometiendo con varios actores de la industria, incluyendo desarrolladores, inversores y analistas, para construir una visión a largo plazo del sector del juego, los esports y el entretenimiento interactivo”, había declarado en un comunicado, pero aún no hay novedades de qué destino tendrá el nombre FIFA en el gaming y los esports.
Fuente: La Nación
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