El acercamiento del socialismo con Massa tensa la relación con Cambiemos en Santa Fe

NTA FE.- Era previsible. La relación entre Cambiemos y el socialismo parece haberse tensado, a tal punto que muchos creen que el alejamiento no tiene retorno. Los analistas advierten que, a nivel nacional, el socialismo tiene como meta un acuerdo con el massismo para las elecciones legislativas de 2017, al que se sumaría el GEN, de Margarita Stolbizer . Y eso es un obstáculo al que el macrismo y el radicalismo van a tratar de neutralizar.

El Frente Progresista Cívico Social, que gobierna desde 2007 en la provincia, al quebrar 24 años de administración justicialista, tiene que resolver hoy su alianza con el radicalismo, partido que lo ayudó a gobernar Santa Fe.

Los radicales confiesan en voz baja que llegó el momento de fortalecerse individualmente y que el tiempo del Frente Progresista Cívico y Social -al que sumaron el PDP y ARI- está agotado. Hoy la UCR es un aliado indispensable del macrismo en la Casa Rosada y por eso, no extrañó que la relación entre el gobierno de Macri y la provincia se canalizara a través del intendente de la capital santafesina, el radical José Corral, el primer intendente local que logró la reelección.

No son pocos los observadores políticos que admiten que Macri decidió llevar al socialismo a una definición pendiente. «Van a Buenos Aires y dicen una cosa. Cuando regresan, expresan otra. El doble discurso cansó a Macri: ahora el socialismo tendrá que definirse», reveló ayer a LA NACION una fuente cercana al gobierno nacional.

Días atrás, Macri le pegó duro a la administración local que encabeza Miguel Lifschitz, a la que responsabilizó de tener «menos vocación de coordinar políticas» con el gobierno nacional.

«La mayoría de los argentinos entendimos que el futuro está en nuestras manos y lo vamos a construir todos juntos» porque aquí, actualmente «no hay un líder mesiánico, un iluminado. (Pero) Esto no cambia si no hay compromiso extendido de todos», insistió.

Macri declaró a la TV rosarina que «hasta ahora el gobierno de la provincia tuvo poca actitud de coordinar y trabajar en conjunto. Casi todos los gobernadores tienen una agenda de trabajo con el gobierno nacional. Santa Fe es la que menos vocación tiene de coordinar esas políticas», aseguró. Y marcó que nota «mayor coordinación y mejor actitud», en la intendenta de Rosario, Mónica Fein, por lo que tocó cuerdas en la interna del socialismo. «En vez de trabajar en equipo prefieren no asumir responsabilidades y echarle la culpa al gobierno nacional. Es desde hace muchos años y hay como una inercia», señaló el Presidente.

La respuesta del gobernador Lifschitz fue inmediata. Calificó de «desafortunada» la crítica y cuestionó a Macri por su «falta de voluntad» para coordinar políticas públicas.

«Estoy sorprendido. Es una expresión desafortunada, una de las tantas que viene teniendo el Presidente. Al Gobierno le molesta la existencia del Frente Progresista en la provincia», concluyó Lifschitz.

A la polémica se sumó el ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados de esta provincia, Antonio Bonfatti, quien denunció que «Macri acostumbra a disciplinar gobernadores a cambio de algo».

Jose E. Bordón

Fuente: La Nación