En la Fundación Santander, a metros del Parque Lezama, la naturaleza de ese pulmón ubicado en el límite de los barrios de San Telmo, La Boca y Barracas parece haberse extendido hacia dentro del edificio. Pero la naturaleza montada en el hall de la torre proviene de otras latitudes, de tierras guaraníes donde la artista Mónica Millán nació y de dónde tomó los elementos para crear una huella de estilo de su arte.
Guyra ka’aguy/Pájaro Salvaje es la quinta exhibición de la Fundación Santander que desde su nacimiento en 2019 se caracterizó por programar una única muestra al año, en general de gran envergadura, sobre la que se monta la programación de los siguientes meses. La artista exhibe más de 60 obras de arte textil, video, instalación y dibujos.
El trabajo de Millán se destaca por sus investigaciones sobre el arte textil en su Misiones natal y en Paraguay, en esa tierra dividida por fronteras políticas, pero unidas por la tradición guaraní. En 2002 con una beca de la Fundación Rockefeller asociada al Museo del Barro parte al pueblo paraguayo Yataity del Guairá, cuna del tejido Ao Po’i (en guaraní significa tela fina o angosta), y del encaje Ju.
“Desde el comienzo sentí que yo había regresado a mi infancia, o sea, había regresado a mi pueblo, porque yo nací en un pueblo así, con abuelas tejedoras y bordadoras, y yo cosía, bordaba, tejía y aprendí todas las técnicas”, recuerda Millán durante la presentación de la muestra ante un auditorio repleto.
La artista Monica Millan presenta Guyra ka’aguy / Pájaro salvaje con curadora de María Laura Rosa. Foto Maxi Failla.
Millán tiene una voz suave y serena. Esta particularidad hace sentido con sus obras, textiles delicados, esmeradamente bordados con escenas de la naturaleza, con pájaros y colibríes que comparten momentos. Hilar y bordar son técnicas que requieren de tiempos lentos, de conexión con el material, de movimientos suaves y serenos como su voz.
La continuidad de un relato
En diálogo con Clarín Cultura, ya no frente al auditorio, sino a un costado de donde cientos de personas recorren la exhibición, Millán retoma el relato que había comenzado en el escenario. “Yo comienzo trabajando solo con los tejedores, o sea, los que tejían la tela. Cosa que hace una gran diferencia porque van a ver, lo que está en las mesas es el producto ese. Eso es todo tejido a mano. Esto es como un lienzo muy básico. Es un lienzo, pero hay mil clases de lienzo porque depende mucho de la tejedora y de la hilandera”.
Las mesas a las que se refiere son tablones donde se exhiben las telas apiladas y recogidas por cintas. Todo lo que se muestra aquí, como todo lo que se hace en el pueblo, es producción artesanal. “Ellos plantan el algodón, lo cosechan, lo hilan y lo tejen. Un mantel que está ahí, en el medio, el mantel clásico, se tarda seis meses en hacerlo”, explica.
La artista Monica Millan presenta Guyra ka’aguy / Pájaro salvaje con curadora de María Laura Rosa. Foto Maxi Failla.
En su primer viaje trabajó el encaje Ju en pequeño formato cuadrado. Algunas de esas piezas cuelgan ahora en la fundación. Son obras de arte bellas, estéticas, de aspecto frágil, de detalles para descubrir y de un blanco que el correr del tiempo fue cambiando de tonalidad.
Cuando Millán retornó a Paraguay en 2022 recordaba que durante su primera estadía había visto trabajar telas de colores muy grandes, que eran bordadas por completo sin dejar espacios vacíos. «Yo quería trabajar el color. Yo soy pintora, necesitaba color. Tenía un recuerdo de esas grandes telas con colores. Entonces vuelvo a buscar eso, y me encuentro con que ya no es así por la cuestión económica. Ya nadie pedía las grandes telas”.
Empezó entonces un trabajo para intentar reconstruir o, al menos, acercarse a un producto final similar al que recordaba. Primero consiguió a las bordadoras, quienes le abrieron el mundo de la tela Ao Po’i industrial. Son tejidos que comparten el mismo nombre, pero no son lo mismo. De la industrial toman el color y, a partir de pequeños retazos, crean paredes de tela que bordan en comunidad.
«Las chicas y yo lavamos todo, planchamos, y después hicimos como paletas de colores con las telas. La tela se deshila, entonces vos tenés gamas de amarillo, se deshila, y ese es el amarillo. Es el hilo que uno después borda. Se deshila una tela para tejer otra tela. Si ustedes ven, no hay un solo gramo de tela sin bordar. Lo bordan todo. Y eso es lo que Leticia Escobar me contaba hace muchos años, del horror del guaraní por el vacío. Se llenan todos, se tejen todos”, detalló la artista.
La artista Monica Millan presenta Guyra ka’aguy / Pájaro salvaje con curadora de María Laura Rosa. Foto Maxi Failla.
Las grandes telas fueron colgadas de modo que simulen ser paredes que impiden que la mirada se distraiga con el devenir cotidiano del afuera. La estructura vidriada del edificio compite con las exhibiciones.
La artista en el pueblo
“La permanencia de la artista en el pueblo y sus viajes por la región la llevan a creaciones en donde los reinos mineral, vegetal y animal son protagonistas. Sus obras muestran el atento contacto con la naturaleza de las sierras del Ybyturuzú, las orillas del río Paraná o el monte de sus Misiones natal”, escribe la curadora de la exhibición, María Laura Rosa. Sus palabras condensan el imaginario que Millán plasmó en éstas grandes telas que invitan a los visitantes a detenerse en cada pequeña escena y disfrutar de los colores vibrantes y la destreza de la técnica del bordado.
Por primera vez la Fundación Santander apeló a un montaje que busca reproducir la experiencia de un museo. Se utilizó solo una mitad del gran hall de entrada, una decisión acertada que disimula los amplios espacios que inevitablemente quedaban vacantes; por otra parte, las obras se despliegan en vitrinas, mesas y paneles que simulan las distintas salas de un museo.
La artista Monica Millan presenta Guyra ka’aguy / Pájaro salvaje con curadora de María Laura Rosa. Foto Maxi Failla.
“Se necesitó de un diseño museográfico muy complejo para poder generar un clima que acompañara los textiles de Mónica, que acompañara todas esas redes afectivas y de cuidado de la naturaleza. Las artes contemporáneas necesitan de buena iluminación, de buen montaje para poder transmitir sus mensajes”, sostuvo la curadora María Laura Rosa.
Guillermo Tempesta, presidente del directorio del Banco Santander y a cargo de la fundación, contó que conoció a Millán en 2023, durante la feria arteBA donde el banco se ubicó en 2019 estratégicamente como main sponsor para impulsar el entonces nuevo espacio cultural que se inauguraba en Buenos AIres.https://b0c3db08cadf7352c7acb10388ec15ca.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html
“Más allá del valor artístico, del valor estético de todo lo que hace Mónica, hay un trabajo muy fuerte a partir de valores que compartimos de Santander y de la Fundación Santander: trabajo en comunidad, trabajo en el cual pone énfasis en el medio ambiente, en la armonía del hombre con el entorno que lo rodea”, explicó el ejecutivo sobre la elección de la artista que encabezará la programación anual.
La exhibición se complementa con obras geométricas de Millán que remiten a la organicidad que prima en la naturaleza y las vitrinas que reúnen, como una bitácora, libros antiguos sobre la región, patrones de bordado, hilos, dibujos, fotografías, mapas y postales sobre la flora mesopotámica.
La artista Monica Millan presenta Guyra ka’aguy / Pájaro salvaje con curadora de María Laura Rosa. Foto Maxi Failla.
Mónica Millán. Guyra ka’aguy/Pájaro Salvaje en Fundación Santander (Av. Paseo Colón 1380), de lunes a sábado de 12 a 18, hasta noviembre gratis.
Sobre la firma
Belén Papa OrfanoRedactora de la sección Último MomentoBio completa
Fuente: Clarín.com
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