Mientras continúa investigando la pista del gendarme que le tiró un piedrazo a un manifestante mapuche, el gobierno de Mauricio Macri también busca abrir una nueva línea: la Gendarmería informó un rastrillaje que hizo una camioneta de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) a lo largo del río Chubut días después del desalojo de la Gendarmería de la ruta 40.
Según pudo saber LA NACION, la Casa Rosada le otorga extrema importancia a ese dato. Implicaría que los manifestantes de la RAM buscaban a un compañero y no que se lo había llevado la Gendarmería.
El enfrentamiento entre manifestantes y gendarmes fue el 1° de agosto. Desde entonces, la RAM denunció la desaparición de Santiago Maldonado y acusó a la Gendarmería de haberlo detenido y cargado arriba de un camión Unimog.
Pero la Gendarmería hizo llegar a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, un informe que indicaba que una camioneta de la RAM rastrilló el 2 y 3 de agosto la costa del río Chubut. Es el mismo lugar donde el gendarme Neri Armando Robledo dijo haber arrojado un piedrazo a un manifestante que cruzó el río a nado y lo insultó.
Estos nuevos indicios y el resultado negativo de la prueba de ADN en vehículos de la Gendarmería hicieron desvanecer la pista de la «desaparición forzada» que existía en la causa del juez federal, Guido Otranto. Este era el principal objetivo del presidente Macri. A partir de ahora, la Casa Rosada apunta a que se investigue como un delito común o un caso policial.
El Gobierno quiere que Otranto investigue si hubo rastrillaje de la RAM y que el juez cite a declarar a un joven identificado como Eduardo Pastorini, docente de Bariloche y supuesto militante de derechos humanos. Un video de Gendarmería muestra que estaba el 1° de agosto en el escenario de la ruta 40, junto al camión Unimog en el que denunciaron que se llevaron a Maldonado. Pero nunca se presentó a declarar ante el juzgado. «¿No vio nada? ¿Por qué no se presentó?», se preguntan en la Casa Rosada.
El Gobierno le pedirá también al juez que ingrese al campo de Pu Lof en Cushamen. Otranto no ingresó el 16 de agosto, pese a que los perros rastreadores indicaron ese rumbo. La comunidad mapuche le impidió el paso bajo la excusa de que era «territorio sagrado». Algo podría esconder ese misterioso campo.
Fuente: La Nación
Sea el primero en comentar en "El Gobierno sospecha que la RAM rastrilló el río Chubut"