El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, acusó a Vladimir Putin de «hacerle perder el tiempo al mundo», un día después de que las negociaciones de alto nivel entre Estados Unidos y Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania no alcanzaran resultados concretos.
«Rusia debe poner fin al derramamiento de sangre que ha iniciado. Si esto no sucede y Putin vuelve a escupirle al mundo en la cara, habrá consecuencias», sostuvo Sybiha.
El ministro agregó que la delegación estadounidense le había dicho a sus colegas que las conversaciones han tenido «una significación positiva para el proceso de paz” y que habían invitado a funcionarios ucranianos a continuar las conversaciones en Estados Unidos en un futuro próximo.
El enviado especial del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, el yerno del mandatario, Jared Kushner, estuvieron casi cinco horas reunidos con Putin en el Kremlin este martes.
Al día siguiente, la Casa Blanca informó que después del encuentro ambos le habían dado a Trump un informe detallado y que la reunión había sido «exhaustiva y productiva».Publicidad
Las conversaciones en Moscú se produjeron tras varios días de reuniones de Estados Unidos con líderes ucranianos y europeos. Esto ocurrió después de que estos expresaran preocupaciones de que se estaba gestando un acuerdo demasiado favorable a las demandas de Rusia.
Sin embargo, las conversaciones en el Kremlin parecen haber logrado pocos avances concretos para reconciliar las posiciones de Moscú y Kyiv.
Falta de acuerdo
El asesor principal de política exterior de Putin, Yuri Ushakov, afirmó que no se llegó a ningún acuerdo para poner fin a la guerra.Saltar Más leídas y continuar leyendoMás leídas
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«Algunas propuestas estadounidenses parecen más o menos aceptables, aunque requieren mayor debate», declaró y agregó que otras iniciativas habían sido criticadas abiertamente por el líder ruso.
Aunque Ushakov no dio más detalles, al menos dos puntos importantes de discordia persisten entre Moscú y Kyiv: el destino del territorio ucraniano ocupado por las fuerzas rusas y las garantías de seguridad para Ucrania.
Kyiv y sus socios europeos creen que, incluso en caso de un acuerdo de paz, la forma más eficaz de disuadir a Rusia de volver a atacar en el futuro sería conceder a Ucrania la membresía en la OTAN.
Rusia se opone con fuerza a esa propuesta. Trump ha señalado en numerosas ocasiones que no tiene intención de permitir que Kyiv se una a la alianza militar.
La posibilidad de que Ucrania se una a la OTAN fue una «cuestión clave» que se abordó en Moscú, según informaron desde el Kremlin este miércoles.

Ushakov dio a entender que la posición negociadora rusa se había fortalecido gracias a los recientes éxitos en el campo de batalla.
Los soldados rusos «han contribuido a que las evaluaciones de nuestros socios extranjeros sobre el camino hacia un acuerdo de paz sean acertadas», afirmó.
Antes de la visita de la delegación estadounidense al Kremlin, Putin fue filmado con uniforme militar en un puesto de mando ruso, donde recibía informes de comandantes que afirmaban la conquista de la ciudad estratégica clave de Pokrovsk, en el este de Ucrania, así como de otras localidades cercanas.
Los combates en Pokrovsk continúan y las fuerzas rusas no controlan toda la ciudad, pero los funcionarios rusos creen claramente que Estados Unidos ha escuchado el mensaje de las victorias militares.
Las fuerzas rusas han logrado avances graduales en el este y parecen haber intensificado su campaña en las últimas semanas.
Rusia tomó el control de unos 701km² de territorio ucraniano en noviembre, según un análisis de AFP de datos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Estados Unidos.
Hasta el momento, controlan el 19,3% del territorio ucraniano. El Kremlin declaró el miércoles que Putin estaba dispuesto a reunirse con los estadounidenses «tantas veces como sea necesario».
Distancia de Europa

Pero, a medida que las relaciones ruso-estadounidenses parecen volverse más cordiales, la brecha entre Moscú y Europa se amplía.
Putin ha acusado a Europa de sabotear las relaciones de Rusia con Estados Unidos, de plantear exigencias que Moscú no podía aceptar y de bloquear el proceso de paz.
Putin dijo en un foro en Moscú, poco antes de reunirse con Witkoff y Kushner, que si bien no quería un conflicto con Europa, estaba «listo para la guerra».
Funcionarios del gobierno británico rechazaron el mensaje de Putin, calificándolo de «más disparates del Kremlin de un presidente que no se toma en serio la paz».
Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN se reunieron este miércoles en Bruselas.
En ese contexto, su secretario general, Mark Rutte, aseguró que era bueno que se estuvieran llevando a cabo las conversaciones de paz, pero que era necesario colocar a Ucrania en la «posición más fuerte para continuar la lucha».
Mientras tanto, los Estados miembro de la Unión Europea han llegado a un acuerdo con miembros del Parlamento Europeo para que Europa sea totalmente independiente del gas ruso antes de finales de 2027.
La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, celebró «el comienzo de una nueva era», en virtud de un acuerdo que implica la prohibición de los contratos a largo plazo de gasoductos con Rusia a partir de septiembre de 2027 y la prohibición de los contratos a largo plazo de gas natural licuado a partir de enero de 2027.
«Hemos elegido la seguridad energética y la independencia para Europa. Se acabó el chantaje. Se acabó la manipulación del mercado por parte de Putin. Nos mantenemos firmes junto a Ucrania», declaró el miércoles el comisario de Energía de la UE, Dan Jorgensen.
La Comisión también propone recaudar 90.000 millones de euros (unos US$105.000 millones) para que Ucrania financie sus servicios militares y básicos mientras continúa la guerra con Rusia.

El plan exigiría que Bélgica aceptara la ejecución de un «préstamo por reparaciones» utilizando activos rusos congelados depositados en una institución financiera en Bruselas, o bien que el dinero se financiará mediante préstamos internacionales.
La primera ministra ucraniana, Yulia Svyrydenko, recibió bien la propuesta, que cubriría dos tercios de las necesidades de financiación de Ucrania durante los próximos dos años.
Bélgica se ha opuesto al plan de utilizar activos congelados depositados en su territorio, por temor a las acciones legales que podría emprender Moscú.
El Banco Central Europeo (BCE) también se ha opuesto a la idea, alegando que no actuaría como respaldo para un préstamo por reparaciones.
El préstamo propuesto ahora es inferior al propuesto inicialmente que se cifraba en torno a los 140.000 millones de euros.
Fuente: BBC News Munndo

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