La provincia de Santa Cruz tiene las cuentas públicas colapsadas y no puede cumplir con las mínimas obligaciones, como el pago de los sueldos al personal estatal. Enfrentada con el gobierno nacional por su identidad política y familiar, Alicia Kirchner es una de las gobernadoras que hoy más necesita de la ayuda económica del Poder Ejecutivo para resolver la crisis interna. Con el lanzamiento de la obra pública, Kirchner espera que los fondos nacionales lleguen a su distrito; sin embargo, aseguró que los recursos están «paralizados» y apuntó a la Casa Rosada por las «demoras«.
Según la mandataria, la gestión de su predecesor Daniel Peralta le dejó una provincia «quebrada» y con «ahogo financiero», que se profundiza por «las consecuencias de lo que se vive a nivel nacional» y el apoyo de fondos públicos que no llegan.
«La parálisis de las obras públicas nacionales repercute fuertemente en la actividad de la provincia», advirtió Kirchner, quien precisó que en el distrito no se reactivaron los proyectos de infraestructura. En este sentido, reconoció que tiene un diálogo fluido con el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, pero lamentó que «promete determinados apoyos» que al final «se demoran en concretarse y eso no está de acuerdo con la necesidad y la urgencia de la provincia».
«Tengo que reconocer que Frigerio me dijo que me iba a ayudar con la obra pública, pero cumplí con todo lo que se ha dado… quizás (las demoras) sean un problema del área económica», advirtió al deslizar una presunta interna entre los ministerios de Interior y Hacienda.
En este sentido, Alicia Kirchner no quiso aventurar que hay «discriminación» de parte del Gobierno con la provincia de Santa Cruz, pero advirtió que «a Jujuy le dieron muchísimo más dinero» que a su distrito. Además, precisó que «los municipios de Cambiemos» santacruceños «recibieron todos los aportes, pocos, pero los recibieron».
«Yo no digo que me estén discriminando porque sé que hay otras provincias que tienen problemas. Y si me discriminan, no me lo hacen a mí, se lo hacen a la provincia», señaló Kirchner en diálogo con Radio 10.
Protesta social y oposición
Con un discurso casi calcado al del macrismo, Alicia Kirchner lamentó el rol de un sector de la oposición provincial, que ha sido «absolutamente obstructiva, que cuestiona, descalifica y no ayuda a avanzar». En este pelotón ubico al sindicato docente, que está en huelga en rechazo a las ofertas salariales que viene haciendo Santa Cruz, con incrementos promedio del 3% y un 10% de aumento por título.
«Los recursos de la provincia no son como un chicle, que se pueden estirar», sentenció la gobernadora. «No sé de qué manera decirles que vengan a clases y vamos negociando, hablando, dialogando, que es la única manera de salir adelante», finalizó.
Una vez más, Kirchner resaltó que Santa Cruz vive una situación «límite» ya que registran un déficit de 6.713 millones; una «disminución en el 86 por ciento de la obra pública; y eliminación de los reembolsos por los puertos patagónicos».
«Lo básico, lo mínimo, que es pagar salarios», dijo la gobernadora, quien señaló que disponer de los aumentos ofrecidos es «mucho» para la provincia. Sin embargo, reconoció: «para los docentes, como para cualquier empleado de la administración pública, es poco».
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