Con el fin de ahorrar costos este hotel es administrado por robots. Desde el recepcionista hasta el maletero, casi todo el hotel esta integrado por robots.
El hotel funciona como parte de un parque de diversiones. Hideo Sawada quien lo dirige, insiste en que los robots constituyen un esfuerzo serio por utilizar la tecnología y mejorar la eficiencia.
El robot recepcionista que habla inglés tiene la apariencia de un dinosaurio y el que habla japonés se asemeja a una humanoide con pestañas. «Si quiere registrarse, presione el uno», dice el dinosaurio. El cliente aprieta un botón sobre el mostrador y anota su información en una pantalla.
No hay tarjetas en el hotel «Henn na», se utiliza el reconocimiento facial. Cuando un cliente hace el check in se registra una imagen digital del mismo, ya que en caso de perder las tarjetas los robots no son eficientes para reemplazarlas.
Un enorme brazo robótico opera dentro de un cuarto con paneles de vidrio en el rincón del vestíbulo. Levanta una de las cajas metálicas en un armario en la pared y la asoma por un orificio, donde el cliente puede colocar pertenencias a modo de caja fuerte.
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