Patricia Bullrich se juega a todo o nada para gobernar el país o contener la fractura de Juntos por el Cambio

En Juntos por el Cambio hay confianza, pero no certezas. Nadie arriesga pálpitos. En las últimas horas predominaron los llamados entre dirigentes e incluso algunos le escribieron a periodistas para hacerles la pregunta del momento: “¿Cómo lo ves? ¿Quién gana?”. Gran parte de la dirigencia política no sólo perdió la brújula para encontrarle el rumbo a sus campañas sino que también descubrió horrorizada que se habían roto las herramientas de medición que les permitían saber qué le pasaba a la gente. Lo descubrieron demasiado tarde: la gente estaba enojada. Con todos los políticos en general y con los de la coalición opositora en particular. Las PASO reflejaron ese fenómeno. Entre el 40% y el 45% de quienes la votaron en 2019 eligieron a Javier Milei en las primarias. Hubo 1,5 millones de votos menos que hace cuatro años. Y una pérdida de casi 2,5 millones de votos respecto de las PASO de 2021.

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¿Recuperará hoy sus votantes Juntos por el Cambio y captará incluso otros segmentos del electorado? La mayoría de las encuestas que circulan entre los referentes de la principal fuerza opositora registran una enorme paridad de Patricia Bullrich con Milei y Sergio Massa. “Está para cualquiera”, se alarman. Y, para colmo, algunos de esos sondeos muestran un elevado número de indecisos pese la cercanía de las elecciones. En las PASO no fueron a votar más de 10 millones de personas, un 30% de los ciudadanos en condiciones de hacerlo. La tradición indica que la abstención se reduce en las elecciones generales. Pero nadie garantiza que la mayoría se incline por alguno de los postulantes.

Bullrich está segura de que finalmente encontró su mejor versión como candidata a partir del segundo debate presidencial, aunque eso sucedió hace sólo dos semanas. Se pasó una semana en estado de shock luego de las PASO por un segundo puesto detrás de Milei que no esperaba. Cuando reaccionó, encaró la campaña virtualmente sola. Se encerró con sus más leales y marginó al resto. Horacio Rodríguez Larreta fue sumado a la actividad proselitista 44 días después de las primarias. Mauricio Macri, quien tanto hizo para el triunfo de Bullrich en la interna, pudo compartir una recorrida con Bullrich a los 63 días de terminadas las PASO. Antes, hizo campaña solo en Córdoba y Misiones, se sacó un par de fotos con la candidata y ella incluso lo arrinconó con declaraciones destempladas.Patricia Bullrich, en el acto de cierre de campaña con Mauricio Macri, Luis Petri, Cristian Ritondo, Carlos Melconian y Guillermo Viñuales
(Foto Reuters)Patricia Bullrich, en el acto de cierre de campaña con Mauricio Macri, Luis Petri, Cristian Ritondo, Carlos Melconian y Guillermo Viñuales (Foto Reuters)

La ex ministra de Seguridad se robusteció en la medida en que se acercó al estilo de Larreta de abrazarse a todo Juntos por el Cambio. Era lo que esperaba el electorado propio, pero la feroz pelea interna terminó defraudando a la mayoría. En este punto no pueden decir que fue una sorpresa lo que sucedió en las PASO: las encuestas ya registraban una pérdida de 4 o 5 puntos de la intención de voto de JxC cada vez que Bullrich, Larreta y Macri protagonizaban sus recurrentes enfrentamientos.Te puede interesar:Patricia Bullrich cerrará su campaña en Santa Fe y en Córdoba acompañada por Rodríguez Larreta

Recién hace 8 días se produjo el anuncio de que Larreta será el jefe de Gabinete si Bullrich gana las elecciones. Y hace 6 días, la primera recorrida juntos de Bullrich y Macri en Pergamino y Junín. En el cierre de campaña, el jueves pasado, el escenario montado en Lomas de Zamora fue una postal casi perfecta de la unidad de Juntos por el Cambio. La candidata machacó con la idea de la fuerza que le darán 10 gobernadores, más de 500 intendentes y mayoría en ambas Cámaras del Congreso. Fue su forma de advertir que es lo que no tendrá Massa si gana las elecciones y mucho menos Milei.

Al mismo tiempo, se mostró recargada en su discurso: extremó su postura antikirchnerista para presentarse como la opción que garantizará una oposición implacable al oficialismo e incluso abandonó cierta prudencia al criticar al candidato de La Libertad Avanza (estrategia que sostuvo porque sus asesores le decían que cada ataque lo fortalecía) y pasó a la más dura ofensiva.Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, en el cierre de campaña de Patricia Bullrich en Lomas de Zamora (Foto: Franco Fafasuli)Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, en el cierre de campaña de Patricia Bullrich en Lomas de Zamora (Foto: Franco Fafasuli)

¿Le alcanzará a Bullrich su reperfilamiento para entrar al balotaje? Cerca de la candidata se entusiasman porque, según creen, “Patricia volvió a ser la de siempre”. En el larretismo no están seguros de que sea suficiente: “Todos se corrieron al centro y quedó demostrado que si hubiéramos llegado a un acuerdo con Juan Schiaretti, como quería Horacio, tendríamos por lo menos 4 puntos más”, dijo un alfil del jefe de Gobierno. Claro que terminó siendo letal en términos electorales proponer ese entendimiento con el candidato presidencial de Hacemos Por Nuestro País poco antes de las elecciones en Córdoba en las que Luis Juez disputaba la gobernación contra Martín Llaryora, del PJ.

Otro error estratégico de JxC asumido por los leales a Larreta es haber “validado a Milei” sin haber podido dejarle en claro a tiempo al electorado la endeblez de las propuestas del libertario. Aunque en este punto le achacan mucha responsabilidad a Macri por sus coqueteos con el candidato de La Libertad Avanza, que, según se lamentan, dio aire a la sensación de que el ex presidente y un sector de Juntos por el Cambio estaban muy cerca de llegar a un acuerdo con Milei o ya lo había hecho.Te puede interesar:Patricia Bullrich llegó a Cuyo para cerrar su campaña con el apoyo de los gobernadores electos de Juntos por el Cambio

Bullrich se enfrenta a una instancia crucial de su carrera política, pero de su suerte no sólo depende el futuro de su figura: en lo que suceda en estas elecciones se juega el destino de Juntos por el Cambio. La coalición opositora se sostiene entre tensiones apenas disimuladas por sus diferencias acerca de un acuerdo o no con Milei si la candidata de JxC pierde las elecciones. La UCR y la Coalición Cívica no quieren saber nada con esa posibilidad. Los “halcones” del PRO no lo descartan para obturarle el paso a Massa y permitir que un eventual gobierno libertario haga las reformas necesarias. Aquí el dilema es hasta qué punto Milei impulsará cambios profundos si tiene como aliados a Luis Barrionuevo y sectores del PJ. Macri se entusiasmó con el “cambio de era” que representó el voto en las PASO. Mientras, el libertario hablaba con gremialistas peronistas y les aseguraba que no piensa en una reforma laboral ni en derogar la reelección indefinida de dirigentes eternizados en sus cargos.Patricia Bullrich, Sergio Massa y Javier Milei, luego del debate presidencial en la Facultad de Derecho (Foto Reuters)Patricia Bullrich, Sergio Massa y Javier Milei, luego del debate presidencial en la Facultad de Derecho (Foto Reuters)

Curiosamente, Macri, quien apostó todas sus fichas a Bullrich de manera categórica en los últimos días de campaña, podría tener más influencia en un gobierno de Milei que en uno de JxC, donde la propia candidata da la sensación de que busca encorsetarlo para tener un liderazgo sin competencia interna. Si Bullrich pierde las elecciones, el ex presidente tendrá un rol clave para reacomodar a la coalición opositora (¿sin la UCR, esa fuerza de “instintos populistas”?) e incluso con la fortaleza adicional que le daría una victoria de su primo Jorge como jefe de Gobierno porteño.

En caso de un triunfo de Massa, todo JxC (o casi todo) se reagruparía para enfrentarlo. ¿Y si gana Milei? ¿Se mantendrá la buena sintonía que Macri tenía con el candidato de la motosierra? Quizá pesen sus últimos gestos en favor de Bullrich. Apurado por las necesidades electorales, Macri calificó a La Libertad Avanza como “una agrupación no madura, sin volumen, sin equipo, fácilmente infiltrable, que no puede garantizar ningún cambio”. Sin embargo, el libertario aún no le contestó.Patricia Bullrich, en el cierre de campaña porteño, en Barrancas de Belgrano Patricia Bullrich, en el cierre de campaña porteño, en Barrancas de Belgrano

Bullrich no quiere ni escuchar esas especulaciones. Confía en que este domingo recuperará gran parte de los casi 800.000 votos que perdió en Córdoba, Santa Fe y Mendoza en las PASO y que podrá agrandar la diferencia por una victoria de Jorge Macri en el distrito porteño. También espera que se imponga Néstor Grindetti ante Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires: en su entorno admiten será difícil ganarle a un kirchnerismo que puso todos sus recursos para revertir su retroceso ante Milei, aunque no descartan que el “efecto Insaurralde”, más la dura crisis económica, ayuden a JxC.

La candidata presidencial votará este mediodía en la Rural, se recluirá luego en su oficina de la calle Hipólito Yrigoyen al 400 para seguir el desarrollo de los comicios con algunos de sus colaboradores y desde las 20 estará con los máximos dirigentes del espacio en el búnker de Parque Norte. Ya tiene preparados 3 discursos distintos para no improvisar ante los resultados posibles, pero se juega a todo o nada a dos escenarios: gobernar el país o contener la fractura de Juntos por el Cambio.

Fuente: Infobae.com

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