En el tramo final de un año que tuvo al Ministerio de Desarrollo Social como uno de los sectores del Estado con mayor actividad durante la pandemia, el encargado de esa cartera, Daniel Arroyo, realizó un balance en el que dejó vislumbrar el giro de recursos hacia su área. Dijo que ejecutaron «un poquito más de 240.000 millones de pesos» de presupuesto y que cubrieron a 11 millones de personas con asistencia alimentaria. Con el objetivo de reconvertir planes sociales en trabajo para el año entrante, el ministro también recalcó: «Para que la pobreza baje en la Argentina necesitamos inversión privada, crecimiento económico, movimiento económico. Tiene que ampliarse la pasta productiva».
La situación social
Consultado en CNN Radio sobre los números de la UCA, que determinaron 44,2% de pobreza en el país, admitió que «la situación social es claramente crítica en la Argentina», pero se mostró aun más preocupado por el otro indicador: que seis de cada diez chicos la padecen. Dijo que «ese es el dato más complicado».
Detalló que existen dos realidades: la pobreza estructural, que afecta a «las personas que ya venían en situación de pobreza» y la «nueva pobreza», que incluye a «la gente que cayó en la pobreza en el marco de la pandemia, que no tiene problemas de vivienda, sino de trabajo».
El ministro dijo: «En un contexto muy complejo, el propio informe marca que se amortiguó la caída con varias políticas sociales, pero objetivamente el punto clave tiene que ver con la recuperación del trabajo. Hemos puesto mucho el acento durante esta primera parte del año en la asistencia alimentaria, cubrimos a 11 millones de personas, hoy estamos poniendo el eje en el trabajo y, de hecho, en las últimas cuatro semanas hay un poquito menos de gente en los comedores porque hay más changas de construcción y textil».
En referencia con esto último, señaló que «hay un poco más de actividad económica» y comentó: «Siempre creo que en la actividad económica primero se reactiva el sector informal y después el formal. Vemos una reactivación y una mejora, en un contexto difícil».
Los objetivos para el próximo año
Arroyo señaló que en el mediano plazo será necesario generar políticas «de cambio estructural profundo» y mencionó sus tres objetivos para 2021: «crear 300.000 puestos de trabajo, urbanizar 400 barrios por año y crear 800 jardines de infantes, porque la pobreza mayor se da en los más chicos, tenemos que lograr que todos vayan al jardín, a sala de tres, cuatro y cinco años». Según explicó, la urbanización de villas, barrios y asentamientos es un área que hace tres semanas se traspasó y quedó bajo el ala de su ministerio.
El funcionario dijo que arrancó el año con 84.000 millones de pesos de presupuesto y terminó con 240.000 millones, ejecutando el 300%. «Ese presupuesto este año termina siendo 80% asistencia alimentaria y 20% trabajo, cambió bastante en los últimos dos meses. El año que viene, es 50 y 50. Seguimos con asistencia alimentaria, pero hacemos crecer mucho el trabajo. El presupuesto del año que viene conceptualmente es muy distinto al que ejecutamos este año», marcó Arroyo.
Dijo que ya trabajan esa reconversión y puntualizó en el plan Potenciar Trabajo, que alcanza a 700.000 personas que cobran la mitad del salario mínimo. «Si trabajan cuatro horas, ya está. Si trabajan más tiempo, quien los contrata tiene que completar el ingreso. Si la persona el primer mes no va a trabajar, se le descuenta el 20% del ingreso; el segundo mes, el 50%, y el tercer mes se da la baja», detalló el ministro. Los rubros a los que apunta son cinco: la construcción, la producción de alimentos, la actividad textil, la economía del cuidado y el reciclado.
La asistencia alimentaria
En cuanto a la atención que se dio durante la pandemia, señaló que «toda la asistencia alimentaria del año pasado fueron 28.000 millones de pesos y los primeros diez meses de este año fueron 94.000 millones». En cuanto a ello, comentó: «Ha habido un vuelco de recursos para atenderlos, pero no es solo del Estado, el sector privado estuvo a la altura, volcó recursos a la asistencia alimentaria». También mencionó a las iglesias, a las organizaciones sociales y a las escuelas y mencionó que «si algo mostró la Argentina es que lo mejor que tiene es una inmensa red social».
Remarcó, a su vez, que antes de la pandemia eran ocho millones las personas las alcanzadas por la asistencia alimentaria, mientras que ahora son 11 millones. «El problema serio que tenemos y que ha empeorado es la calidad nutricional, se están comiendo muchos fideos, harina y arroz y poca leche, carnes, frutas y verduras. Antes de la pandemia, 67% de las compras con Tarjeta eran de esos productos, hoy son menos del 50%», admitió Arroyo.
Por ello, anticipó la duplicación del monto de la Tarjeta Alimentar -que llega a 1,5 millones de familias y permite la compra de alimentos- para el 18 de diciembre. Pasará a 8000 pesos para las mamás con un niño menor de seis años y a 12.000 para aquellas con dos o más pequeños.
Fuente: La Nación
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