Alerta roja en salud

Ya prácticamente no quedan actores ni sectores que puedan abstraerse de la crítica situación que atravesamos. Desgraciadamente, la realidad indica que siempre se puede estar peor y nuestro sistema sanitario viene siendo triste ejemplo de ello.

En los últimos días, las ocho cámaras y entidades más representativas ligadas a la provisión de equipamiento e insumos han denunciado que las restricciones cambiarias impactan de lleno en la actividad y ponen en estado crítico el abastecimiento del sistema sanitario. Reunidos con el ministro de Economía y precandidato, Sergio Massa, y su par de Salud, Carla Vizzotti, presentaron una nota que también hicieron llegar al subsecretario de Política y Gestión Comercial, Germán Cervantes, y a los titulares del Banco Central y de la Anmat.

La Cámara Argentina de Insumos, Implantables y Equipamiento Médico (Cadiem); la Cámara de la Industria Traumatológica (Cadit); la Cámara Argentina de Fabricantes de Implantes Médicos (Cafime); la Cámara Argentina Fabricantes y Comerciantes de Ortopedia y Rehabilitación (Cafycor); la Cámara de Industrias para la Salud de la Provincia de Córdoba (Caisal); la Cámara Argentina de Productores de Equipos Electro Médicos (Capeem); la Cámara Argentina de Reactivos para Diagnóstico (Caprodi), y la Unión Argentina de Proveedores del Estado, Subcomisión de Reactivos y Elementos de Diagnóstico (Uapered) reclaman respuesta del Gobierno.

Ante el inminente riesgo de desabastecimiento, esas entidades necesitan destrabar lo más rápido posible el conflicto que generan los atrasos en la aprobación y los nuevos plazos de pago del Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pagos de Servicios al Exterior (Sirase). No hablamos solo de multinacionales, sino también de pymes –que las hay y muchas– en el sector. En numerosos casos, aun cuando adeudan ya miles de dólares por insumos recibidos, empresas y laboratorios no han encontrado hasta aquí respuesta oficial a sus demandas y las alertas se encienden.

No nos referimos solo a los medicamentos. Carecer de reactivos y demás insumos y de repuestos para equipamiento, entre otros, torna imposible dar respuesta a las necesidades más elementales de los pacientes. Desde no poder brindar los resultados de un simple análisis de laboratorio o medir con los correspondientes reactivos el nivel de glucemia, pasando por que falte un repuesto de un tomógrafo, las situaciones se multiplican. Las dramáticas consecuencias conducirán más temprano que tarde a la imposibilidad de concretar una cirugía, brindar un tratamiento de radioterapia o concretar un trasplante, entre muchas otras necesidades médicas perentorias, afectando la salud presente y futura y poniendo en riesgo numerosas vidas.

En el sector destacan, además, que el conjunto de los insumos que se requieren representa menos del 1% del comercio exterior argentino. Una vez más, los ciudadanos vemos no solo pisoteados nuestros derechos, sino amenazada nuestra salud ante el desgobierno al que nos somete el oficialismo. Sin ninguna razón ni criterio por fuera de la propia impericia para llevar adelante un programa económico serio, retacean divisas para cuestiones vitales dilapidándolas en la compra de aviones, transportando nutridas comitivas a encuentros en el exterior del país y alojándose en costosos hoteles a nuestro cargo, por solo mencionar algunos pocos despropósitos.

Mientras la salud de los argentinos se deteriora, por cuanto los cuadros de estrés y ansiedad también afectan seriamente el sistema inmunológico, la ministra Vizzotti enfrenta una nueva tormenta y su funesta trayectoria oficial, iniciada como mano derecha de Ginés González García, no permite augurar buenos resultados. Habrá que ver cómo el flamante precandidato Massa vuelve a intentar convencer a la sociedad de que los mismos que nos trajeron hasta aquí resolverían estos y otros problemas en un eventual gobierno, a partir del 10 de diciembre.

Fuente: La Nación

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