Por su bicentenario, Prilidiano Pueyrredón sigue de festejo, ahora en el Bellas Artes

Al ingresar al Bellas Artes sólo hay que girar hacia la derecha. Allí está ella, con ese vestido rojo punzó, tan radiante y tan bella. Su figura impacta desde lejos y mucho más desde cerca.

Manuelita está vestida para la ocasión, es la estrella de la fiesta. Junto con otras 40 abras, entre retratos (algunos post mortem), paisajes pintados al óleo y también en acuarelas, invita a los visitantes a la celebración.

Prilidiano Pueyrredón. Un pintor en los orígenes del arte argentino es la exposición que evoca el bicentenario del nacimiento de Prilidiano Pueyrredón (1823-1870), reconocido como el primer pintor argentino.https://65d41aa10137a07a3ece5a44c67e2922.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.htmlSe exhiben unas 40 obras. Se exhiben unas 40 obras.

Con curaduría de Florencia Galesio, Paola Melgarejo y Patricia Corsani, investigadoras del Museo de Bellas Artes, podrá verse hasta el 25 de febrero, con entrada gratuita.

Prilidiano Pedro Pueyrredón nació el 24 de enero de 1823 en Buenos Aires. Fue un referente de la pintura, arquitecto y gran innovador, hijo del general Juan Martín de Pueyrredón (1777-1850), Director Supremo de las Provincias Unidas y figura clave de las guerras de la Independencia. Su impronta quedó grabada desde mediados del siglo XIX.

Se exilió en Europa con su familia y se graduó en París, donde adquirió cualidades como excepcional artista visual. También residió en Río de Janeiro.Prilidiano Pedro Pueyrredón nació el 24 de enero de 1823. Prilidiano Pedro Pueyrredón nació el 24 de enero de 1823.

Prilidiano regresó al país en 1849, ya que su padre se encontraba muy enfermo. La familia se instaló en un casco histórico en San Isidro, hoy convertido en el Museo Prilidiano Pueyrredón, que también le rindió tributo con una muestra en homenaje a los 200 años de su nacimiento.

Ahora, dos salas de la planta baja del Bellas Artes exhiben una selección de óleos y acuarelas –la mayoría, de la colección del MNBA– que reflejan distintas etapas, entre 1849 y 1866: su estadía en el exterior, sus vivencias en Buenos Aires y el impacto que significó su experiencia como notable artista. Un adelantado para la época.

La muestra plantea una nueva mirada, una veta poco analizada de la carrera artística de Prilidiano Pueyrredón. “Dividimos en distintos núcleos que nos permiten acercarnos a cómo gestionó su profesión, cómo se manejó con sus discípulos, cómo gestionó su taller más allá de analizar cómo se formó, y cuál fue la cultura visual a la que tuvo acceso estando en Europa y en Buenos Aires”, explicó a Clarín Cultura María Florencia Galesio, Jefa del Área de Investigación del Museo."Un alto en el campo" (1861), por Prilidiano Pueyrredón. «Un alto en el campo» (1861), por Prilidiano Pueyrredón.

Manuelita, la gran estrella

Sobresale un imponente cuadro de una mujer posando con su vestido rojo punzó, un óleo sobre tela de 1,99 centímetros de alto por 1,66 de ancho. Se trata de Manuelita Rosas, la hija de Juan Manuel de Rosas, por entonces, gobernador de Buenos Aires.

Es el primer retrato que pintó Prilidiano como artista, su carta de presentación en sociedad. Lo hizo cuando regresó al país, a los 27 años, después de haber vivido 15 años con su familia en el exterior.

El icónico retrato fue especialmente encargado al pintor argentino para presentar a Manuelita, cuando tenía 34 años, en un baile para homenajearla en el Teatro Coliseo, el 28 de octubre de 1851.

La comisión decidió que la hija de Rosas sea retratada con el rojo punzó, símbolo del partido federal. Tenía que mostrar sus atributos y virtudes acordes con su jerarquía –bondad, poder– para cumplir como nexo entre el pueblo y su padre. En esta gran obra, un sillón, las cortinas y un ramo de flores hacen juego con el vestido rojo punzó de Manuelita.También se exhiben cuadros de su faceta como paisajista. También se exhiben cuadros de su faceta como paisajista.

Pero la pintura no fue exhibida ya que la hija de Rosas se exilió en Londres y se llevó la obra. El retrato llegó al país en 1903 y quedó en manos del Museo Histórico Nacional. Ahora, luce radiante en el Bellas Artes.

“Con esta obra quería presentarse en sociedad. Es el primer retrato de Prilidiano y el más importante de su carrera: es un retrato oficial”, señaló Paola Melgarejo, otra de las curadoras.

“Prilidiano unió dos lienzos para hacer el retrato. Utilizó un modelo que estaba muy aceptado en Europa. Su obra está legitimada”, aseguró Patricia Corsani, otra de las curadoras.

En esa época, las figuras del ámbito político y de la monarquía europea como los reyes, las reinas y las princesas, tenían la misma postura que la de Manuelita: a veces posaban con la corona en la mano, o con la mano encima de una carta sobre una mesa. La figura retratada además luce sus joyas en ocasión de una fiesta o ceremonia en su honor.La muestra puede verse hasta febrero. La muestra puede verse hasta febrero.

Con este retrato, Prilidiano tomo trascendencia como artista plástico: sus obras se revalorizaron recién en la década del ’30, cuando varias familias y coleccionistas donaron pinturas del artista al Bellas Artes

A su lado, hay otro retrato similar de Manuelita pero más pequeño, de 37,7 centímetros de alto por 30,3 de largo, también de 1851. Aún no se pudo determinar cuál es el primero, o si el artista se basó en esta imagen para hacer el retrato de Manuelita, aunque se observa a la hija de Rosas vestida de entrecasa, sin joyas, con una mano reposando sobre una carta en una mesa, y menos decorado en su interior.

”Esta obra ingresó al museo en la década del 1930 y desde ese momento ha tenido un lugar preponderante en la colección permanente”, destaca Melgarejo.

Los paisajes de Prilidiano

En otra sala está su otra gran faceta como paisajista y su experiencia en el exterior, ya que vivió en Europa (París y Cádiz) y también en Río de Janeiro en sus 15 años de exilio. Estas primeras acuarelas corresponden a sus viajes iniciales, cuando salía a pintar al aire libre y en acuarelas durante etapa formativa como pintor.

Ya instalado en Buenos Aires, Pueyrredón pasó sus días en la casona en San Isidro, a la vera del Río de la Plata, donde solía inspirarse para crear paisajes. En 1856 dejó la estancia. Luego, con sus discípulos visitaba la zona para pintar al aire libre con acuarelas o en zonas pampeanas.

Pero cuando pintaba al óleo lo hacía con una técnica diferente ya que hacía cuadros eran para la venta o por encargo, como El Rodeo y Un alto en el campo (ambos, de 1861), también en la sala. “Conservan una composición más académica, un naturalismo más grande que las acuarelas pintadas al aire libre”, subrayó Melgarejo.

Se destacan acuarelas hechas en Suiza, España, Río de Janeiro, y paisajes costeros de Buenos Aires, acuarelas en la zona de Retiro, donde tenía su taller, y otra de la Quinta de Hale, en Recoleta, donde hoy se encuentra el Museo Fernández Blanco. La cronología de sus viajes familiares complementa sus obras.

En la muestra hay trabajos de sus alumnos, como los dibujos de Fermín Rezábal Bustillo (1845-1873) sobre la Guerra de la Triple Alianza. Uno de ellos es un retrato de Dominguito Faustino Sarmiento, hijo adoptivo de Domingo Faustino Sarmiento, quien murió en combate. Son dibujos originales prestados por el Museo Histórico Nacional. En otro sector hay pinturas de Nicolás Granada, otro de sus discípulos.

Retrato de Santiago Calzadila (1859), Un alto en la pulpería (1860), Retrato post mortem de Cecilia R. de Peralta Ramos y su hijo (1861), Retrato de Miguel de Azcuénaga (1864), Lavanderas en el bajo Belgrano (1865), Retrato de la niña M.L.C (1867), integran el homenaje a Prilidiano en el año de su bicentenario.

“Es el artista más importante desde mediados del siglo XIX en adelante: no sólo fue un pintor muy destacado sino que se movió en una Buenos Aires que no tenía museos de Bellas Artes ni tampoco escuelas de arte”, remarcó Galesio.

“Su taller lo abrió al público, formó alumnos, intentó hacer una exposición nacional de arte y tuvo el impulso de hacer un Museo de Bellas Artes. A esta faceta de excelente pintor tiene otra como impulsor del arte nacional”, concluyó.

Ficha

Prilidiano Pueyrredón. Un pintor en los orígenes del arte argentino

Dónde: Museo Nacional de Bellas Artes, avenida Del Libertador 1473, planta baja.

Fuente: Clarín.com

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