Polémica por los cuadros que Alberto Fernández se llevó a Olivos: ya volvieron a Cancillería y se dio de baja un cuestionado programa artístico

La Dirección Nacional de Asuntos Culturales (DiCul), a cargo de Alejandra Pecoraro, con el apoyo de la Dirección General de Infraestructura, Servicios y Administración de Bienes, comenzó a reinstalar esta semana en el Palacio San Martín las obras pictóricas que la Cancillería prestó a la Quinta Presidencial en Olivos, durante el mandato de Alberto Fernández.

Son 33 obras que integran la colección de Arte Argentino del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre las que se encuentran trabajos muy valiosos de Lucio Fontana, Juan del Prete, Lino Enea Spilimbergo, Emilio Petorutti, Antonio Berni, Nicolás García Uriburu, entre otros.

La Cancillería propondrá una nueva narrativa curatorial para las obras que se reincorporan al acervo artístico de la institución y tendrán un recorrido con piezas de comunicación museográfica. Clarín no pudo corroborar hasta anoche si, una vez comprobado el estado de conservación de las obras y realizado el nuevo montaje en el Palacio San Martín, será abierto al público y cuándo.https://ecd92b6d8467c16de517bcc59d15f59e.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.htmlLos cuadros de Berni que volvieron a Cancillería tras pasar una temporada en Olivos.Los cuadros de Berni que volvieron a Cancillería tras pasar una temporada en Olivos.

El préstamo de trabajos artísticos entre instituciones es bastante común. Sobre todo por parte de la Cancillería que tiene un patrimonio muy valioso. Incluso para exposiciones en otros espacios públicos no necesariamente de la misma jurisdicción. Hace algunos años para una muestra histórica que tuvo lugar en el Centro Cultural Recoleta que pertenece a la Ciudad de Buenos Aires, la Cancillería prestó varias obras que aportaban valor a la narrativa curatorial propuesta.

Los préstamos son siempre contra un seguro que debe pagar el comodatario de las obras de arte. En este caso la Presidencia de la Nación, pues la receptora fue la residencia de Alberto Fernández en Olivos. Pero el seguro se debe pagar siempre que una pieza artística deja su sede natural para viajar en préstamo ya sea dentro o fuera de las fronteras del país.Los cuadros de Berni que volvieron a Cancillería tras pasar una temporada en Olivos.Los cuadros de Berni que volvieron a Cancillería tras pasar una temporada en Olivos.

Suspensión de programa polémico

Esta semana, ya instalada la canciller Diana Mondino en su despacho, comenzó la revisión de programas a cargo de distintas áreas, sobre todo los que implican erogaciones que, en el país donde la sociedad imprime remeras que rezan “No hay plata”, venían con boleto de salida apenas asumió el presidente Javier Milei.

En la web del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el área correspondiente a la DiCul, apareció un breve comunicado dando de baja al programa “Cultura Argentina al Mundo”.

Se trató de una propuesta federal impulsada por esa cartera cuando estuvo a cargo de Paula Vázquez. La intención era apoyar a artistas y profesionales con pasajes aéreos para que participaran en distintas instancias de formación o promoción de sus producciones en el exterior.El cuadro de Pettoruti que estaba en Olivos.El cuadro de Pettoruti que estaba en Olivos.Una obra de Juan Del Prete.Una obra de Juan Del Prete.

“En el marco de lo facultado en la Resolución 263/2022 Anexo I queda suspendida la Convocatoria del PROGRAMA CULTURA ARGENTINA AL MUNDO”, fue el escueto comunicado de la nueva gestión.

De inmediato se alzaron voces críticas y a favor. Durante 2023 fueron 110 los beneficiarios del programa que viajaron al exterior, entre artistas y trabajadores de la cultura. Fueron elegidos en distintos rubros: artes escénicas, visuales, audiovisuales, letras, música o gestión cultural. Hay que ubicar el programa en un contexto ineludible: un país con un 140% de inflación anual y una pobreza infanto-juvenil del 61,6%, según el informe de la UCA.

Ninguno de los proyectos seleccionados tuvo un alcance de “inclusión social”. Fueron, en su mayoría, individuales y pensados desde la visión y la proyección del beneficiario.

Al finalizar la inscripción el 5 de enero de este año se habían presentado 1700 postulaciones individuales y colectivas de todo el país. El jurado de selección fue presidido por la directora saliente de la DiCul Paula Vázquez y, en distintos rubros, Nicolás Batlle, vicepresidente en ejercicio del Incaa; Buco Cantlon, presidente del Instituto Nacional de la Música; Gustavo Ariel Uano, director ejecutivo del Instituto Nacional del Teatro, y Diana Saiegh, presidenta del Fondo Nacional de las Artes, fue asesora. “La selección de los proyectos finalistas se basó en los criterios de: representación federal y cultural; equidad de género y de diversidades sexo-genéricas”.

¿Pero quiénes fueron beneficiados con estos subsidios de pasaje, estadía y formación (nadie tiene que devolver nada al Estado) y con qué resultados para el país?

Van algunos ejemplos. Disculpara el lector si no todos los nombres son reconocidos. Era la idea del programa: potenciar artistas de todas las provincias, conocidos o no.

El artista Jonathan Nahuel Sánchez participó en Cuba de una “serie de actividades para fortalecer el vínculo y el trabajo entre la Facultad de Artes Visuales de la Universidad de las Artes de Cuba y el Laboratorio de Prácticas Artísticas Contemporáneas Intermitente y la Universidad Provincial de Córdoba” durante 12 días en junio de este año.

Otro artista argentino, Pablo Arturo Odriozola, resultó beneficiado para participar en la Escuela de Música Ear, de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. La institución realizó una serie de actividades culturales entre las que figuraban algunas relativas a la relación entre Buenos Aires y Ciudad del Cabo. Eso fue durante 29 días de septiembre de este año.

Durante un mes, Cristian Segura participó de una residencia artística en la Galería Jorge López, de Valencia, para trabajar sobre un libro de artista y una exposición. Su estadía costeada por el Estado fue de un mes.

Cecilia Szperling, reconocida escritora y gestora cultural, fue otra de las seleccionadas. En su caso fue para dictar un taller intensivo titulado “Confesionario, escritura autobiográfica y libro marcado” y presentó la novela “Las desmayadas” en la London Spanish Book and Zine Fair, en Madrid, del 20 de septiembre al 15 de octubre de este año.https://www.instagram.com/p/C01o0PWOJqz/embed/captioned/?cr=1&v=14&wp=858&rd=https%3A%2F%2Fwww.clarin.com&rp=%2Fcultura%2Fpolemica-cuadros-alberto-fernandez-llevo-olivos-volvieron-cancilleria-dio-baja-cuestionado-programa-artistico_0_p20tNEaoY6.html#%7B%22ci%22%3A0%2C%22os%22%3A1186.199999988079%2C%22ls%22%3A252.69999998807907%2C%22le%22%3A1181.5%7D

También Victor Malumián, de Ediciones Godot, resultó elegido para participar de una gira por Bogotá y Medellín, visitando más de 25 librerías, durante una semana en septiembre pasado.

Con pasajes pagados por la Cancillería también viajó Juan Manuel Caputo al Festival Internacional de Artes Escénicas Diálogos 2023, en Caracas, Venezuela, por una semana. Y la música Mariana Baraj participó del Festival de World Music, Sukiyaki Meets the World, en Japón, donde dictó talleres de canto y percusión y dio charlas entre el 24 de octubre y el 6 de noviembre último.

Un caso interesante resulta el de Luis Ramón Alejandro Domínguez Sandez, que participó de una residencia en Tapiraí, San Pablo, en Brasil en un área de observación de pájaros silvestres y animales en extinción, animales domésticos rescatados de las calles, en interacción con la agricultura ecológica y visitas a diversas cascadas y comunidades indígenas. La propuesta del músico era “sensibilizar o crear consciencia sobre la importancia de una vida en armonía con la naturaleza”. Eso fue entre el 5 y el 26 de noviembre último.

El listado es largo. E incluye otros nombres reconocidos como la escritora Mercedes Halfòn, el pianista Adrián Iaies, el Grupo Linxes, que viajaron a diferentes países como Estados Unidos, Ecuador, Brasil, México, Italia, Francia, Polonia, Portugal, Grecia, El Salvador, Colombia, Guatemala, Chile, Paraguay, Perú, además de los ya mencionados.

Pero la Cancillería no pagó solo los pasajes de los 110 seleccionados. También costeó varios más a los responsables de la “coordinación de vuelos y asistencia en viajes de la Secretaría de Coordinación y Planificación Exterior”. Esta lista también es larga.

El programa abre un sinfín de debates, porque muchas de las propuestas seleccionadas son inconsistentes con la inversión realizada por la Cancillería con recursos del Tesoro Nacional.https://ecd92b6d8467c16de517bcc59d15f59e.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

Es ya de manual que la cultura no sobrevive sin apoyo estatal ni privado, porque no está para generar divisas sino “valores”. No hablamos de industrias culturales sino de cultura como capital simbólico.

Pero apenas se leen los proyectos aprobados se advierte una disparidad enorme entre quienes fueron seleccionados porque sus proyectos agregan valor a la producción cultural argentina y acudieron al exterior a capacitarse y a promover su trabajo artístico, y quienes tuvieron la suerte de irse de gira con recursos del Estado. Ninguna de las actividades y propuestas seleccionadas a las que tuvo acceso Clarín Cultura tuvo un alcance de inclusión social, algo cada vez más imprescindible en un país hambreado.

Era esperable que en el país del “No hay plata” este programa cayera por su propio peso.


Sobre la firma

Susana ReinosoSusana Reinoso

seccioncultura@clarin.com

Fuente: Clarín.com

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