Paseo con desquites: la selección oficial de ARCOmadrid

Florencia Sadir y su obra. Premio Lexus a la galería W como el mejor stand de la feria ARCO Madrid 2024. Foto: Cézaro De Luca. Florencia Sadir Galería W ARCO Madrid

Las tardes pasan en la feria con ese efecto de cápsula que orbita en el espacio. Aquí nadie se entera de si ha llovido, como esta tarde, y rueda con naturalidad cualquier cifra de cinco dígitos, ajena al público general, que recién ingresa hoy y llegará a su tope mañana sábado.

Ayer jueves hubo altas celebraciones en los stands argentinos, sobre todo en tres de ellos: Remota y Piedras compartieron el Premio al Mejor Stand, que otorga ARCOmadrid, y W-Galería obtuvo el Premio Lexus, que da la conocida marca de autos eléctricos. Estos premios tienen un sabor a desquite –claro está, no solo por el cheque–.

Un paseo pleno de desvíos

La feria es un bazaar gigante –aunque abarcable, comparado con Art Basel–, donde el visitante se topa con «Peinture», de Joan Miró, el cuadro más caro este año, en la galería Leandro Navarro, o con la serie «Escudo nacional de España estampado con sangre», de Santiago Sierra.'"Peinture", de Joan Miró, en la galería Leandro Navarro. Foto EFE/ Javier Lizon‘»Peinture», de Joan Miró, en la galería Leandro Navarro. Foto EFE/ Javier LizonEscultura de Olafur Eliasson en la galería Elvira González.
Foto EFE/ Javier LizonEscultura de Olafur Eliasson en la galería Elvira González. Foto EFE/ Javier Lizon

En ocasiones, no se mira a los muros sino a lo alto, y el visitante se ve así reflejado en una escultura espejada del danés Olafur Eliasson, en el espacio Elvira González. Tomás Saraceno se formó en su taller: el artista tucumano, basado en Berlín, obtuvo ayer el premio Adquisición de la fundación turinesa CRT. Destinada al Arte Contemporáneo, es presidida por la benefactora Patrizia Sandretto. Según contamos ya, hay cinco piezas suyas en la galería Pinksummer, de Génova.'Escudo nacional de España estampado con sangre", en la destacada galería Helga de Alvear. Foto EFE/ Javier Lizon‘Escudo nacional de España estampado con sangre», en la destacada galería Helga de Alvear. Foto EFE/ Javier Lizon

Pero basta caminar 40 metros, para encontrarse con una heladera de almacén donde descansa una bolsa turquesa. Es el «Helado de agua de mar caribe», de Quisqueya Henríquez, una metáfora corrosiva del ocio y el turismo, indiferente a los contextos sociales. Este año ARCOmadrid está dedicada a los artistas nacidos en ese «Caribe oceánico», que alcanza todas las costas con sus diásporas. No muy lejos de allí esperan las galerías argentinas de la espaciosa elección principal."Helado de agua de mar Caribe", de Quisqueya Henríquez, en la selección principal. Foto de EFE/ Javier Lizon«Helado de agua de mar Caribe», de Quisqueya Henríquez, en la selección principal. Foto de EFE/ Javier Lizon

De la selva a la arcilla

En momentos en que las instituciones culturales se encuentran en revisión –y aunque esto no perjudique de manera directa a los galeristas–, los dos premios conseguidos en esta edición de ARCO representan un respaldo simbólico importante, que confirma al sector en su rumbo de los últimos años. Esta vez la presencia argentina se cumplió con gran esfuerzo individual, lo que ha sido bien interpretado por la feria, que apuesta claramente a su continuidad.Mirá también

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Estamos en W-Galería, el espacio que ha curado Federico Curutchet. Le estaba esperando el premio Lexus (10 mil euros) pero cuando conversamos, nadie estaba al tanto todavía. Sus artistas son dos mujeres surgidas en medios no urbanos, en la línea del ecofeminismo.

Nacida en 1991, Florencia Sadir creció en Cafayate y estudió Bellas Artes en la Universidad de Tucumán, antes de dedicarse por entero a sus piezas. Ha traído «Serpiente de agua», una instalación con esculturas (gotas variables de yeso esmaltado y caño revestido) dispuestas sobre una carpeta de arcilla cruda, que fue prístina durante un minuto –y de color avena–.

El visitante no tiene más remedio que pisarla y quebrarla y convertirla en polvo, para ver las obras de la segunda artista de la galería, Chonon Bensho. Presenta sus paisajes bordados sobre diseños kené del pueblo shipibo-conibo. Benshé nació allí y vive en la Amazonía peruana, en la región de Ucayali. Sadir, quien tiene una muestra en estos momentos en la galería El Sielo, de Barcelona, dice que le gusta ver las pisadas manchando todo el pasillo: «Lo pensé como una imagen material de cómo, al malograr un sitio natural, dañamos al conjunto y regamos todo de porquería».Galería de Ruth Benzacar en ARCO Madrid 2024. Foto: Cézaro LucaGalería de Ruth Benzacar en ARCO Madrid 2024. Foto: Cézaro Luca

En su espacio amplio y central, la galería Ruth Benzacar, esta vez a cargo de su nieta, Mora, ofrece una selección contrastante de artistas. Al joven Ulises Mazzuca y sus estridentes polípticos –le fue espectacular en 2023 aquí y fue uno de los finalistas del premio Illy este año–, opone esculturas de metal de Sofía Durrieu. Además, dos grandes piezas surrealistas de Florencia Rodríguez Giles. Esta dibujante virtuosa, nacida en 1978, tuvo su muestra en el Museo Moderno hace dos años.Mirá también

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Otro de los fuertes de Benzacar es que comparte la deliciosa pieza de Ana Gallardo «CV Laboral», un curriculum leído por la artista –tono neutro, asunto inflamable– con el listado de los mil oficios ejercidos para llegar a fin de mes. Es la pieza satírica de audio que abre la actual muestra de Ana Gallardo en el Centro de Arte de Móstoles (el CA2M) y ha despertado el interés de algunas instituciones aquí, dado que funciona como testimonio de época y de la aplastante precarización profesional que aqueja a los artistas en la actualidad. El mini-cabinet Gallardo se completa con un video.

De alto contraste

Nora Fish está en el centro de su galería. Con rigor meditado, la rodean las obras que componen el solo de Alfredo Londaibere. «Yo soy esto» traza el arco del artista, nacido en 1955 y fallecido en 2017, y ofrece por primera vez en el exterior a esta figura fundamental de la escena argentina en los años 90. Londaibere también se proyectó como director y curador general de El Rojas, el centro cultural de la UBA, entre 1997 y 2002.https://ced65c43c0619baa6e1fce1c4ab2337d.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.htmlSobre cartón; entre las primeras imágenes de homoerotismo, en los 80. Foto Cezaro LucaSobre cartón; entre las primeras imágenes de homoerotismo, en los 80. Foto Cezaro Luca

Él venía del activismo gay de catacumbas, bajo la dictadura y en el terror biológico del HIV, cuando emergió como pintor geométrico y autor de collages. Algunos de ellos homoeróticos, se ofrece hoy en ARCO la obra que demoró décadas en ser colgada. Cuenta Fisch: «Londaibere siempre fue muy apegado a la historia del arte argentino; le interesaban los movimientos vernáculos. Nunca le importaron las modas en arte». Esa trayectoria está bien representada, en un presente en el que los historiadores del arte años procuran reconstruir esa tradición queer sumergida, en paralelo, que precedió el empleo masivo de esta palabra. Londaibere tiene su capítulo destacado en esa nueva enciclopedia.Collages de las series Chicas Tiffany y Chicos Jardín, de Londaibere. Y un acrílico de gran parte. En Nora Fisch.
Foto: Cézaro LucaCollages de las series Chicas Tiffany y Chicos Jardín, de Londaibere. Y un acrílico de gran parte. En Nora Fisch. Foto: Cézaro LucaEn la Galería Herliztka, a la izq, patchwork textil en arpillera sintética de Candelaria Traverso. A su derecha, Anita Payró y los telares de tejedoras andinas, siglo XX. Foto Cezaro Luca.En la Galería Herliztka, a la izq, patchwork textil en arpillera sintética de Candelaria Traverso. A su derecha, Anita Payró y los telares de tejedoras andinas, siglo XX. Foto Cezaro Luca.

Herlitzka & Co., experto en mezclas, embarcó una diversidad de materiales. Este año ha traído dos piezas de Anita Payró, una figura histórica entre las pintoras geométricas que asomaron en los años 50. También ha incluido cerámicas negro absoluto de Fernando «Coco» Bedoya, quien viene de participar en la super expo «Antes de América», en la Fundación March, y un gran patchwork en arpillera sintética de Candelaria Traverso. También ofrece magníficas piezas textiles anónimas, de procedencia andina y pertenecientes a la colección personal de Nicolás García Uriburu, que salió completa a remate hace algunos años.Telares de la colección García Uriburu. Foto Cezaro Luca.Telares de la colección García Uriburu. Foto Cezaro Luca.

Por último, Pasto regresa al instrumental rústico, entre ritual y amenazante, apto para la labranza y el sado-masoquismo, de Zé Carlos García. Al brasileño le fue muy bien aquí en 2023 y está entre los seleccionados para la Bienal de Venecia. Sus otros artistas son Ariel Cusnir, Iosu Aramburu y el performer Francisco Casas, el chileno compinche de Pedro Lemebel en las heroicas performances del dúo Yeguas del Apocalipsis, durante el pinochetismo.Una mujer junto a las obras de Iosu Aramburu, de la Galería Pasto en ARCOmadrid 2024. Foto: Cézaro LucaUna mujer junto a las obras de Iosu Aramburu, de la Galería Pasto en ARCOmadrid 2024. Foto: Cézaro Luca


Sobre la firma

Matilde SánchezMatilde Sánchez

Prosecretaria de Redacción. Editora Jefa de la sección Cultura y revista Ñ.msanchez@belen

Fuente: Clarín.com

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