Carmen Mola no está de vuelta: Carmen Mola sigue adelante como si no existiera otra cosa más que el presente y el futuro: desde que se formaron (hace seis años) llevan un ritmo de una novela por año. Los tres escritores que conforman esta cofradía, Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez, vienen de publicar (luego de la cuarta historia protagonizada por Elena Blanco: Las madres) un nuevo thriller histórico: El infierno (Planeta).
Se trata de una historia que tiene como escenario a un siglo XIX convulsionado en España (alzamientos contra la reina Isabel II incluido) y donde la violencia es una cosa cotidiana. En este contexto, dos personajes antagónicos (Leonor y Mauro) encuentran la manera de acercarse cuando todo parecía dado para que nunca fuera posible. En el medio, la esclavitud en Cuba y más dosis de violencia encuentra su cauce como un río de sangre que desborda y lo tiñe todo. Una historia que mezcla realidad y ficción sin saber claramente dónde comienza una y termina otra.
Agustín Martínez le cuenta Clarín sobre el proceso de escritura de esta novela: “Nosotros partimos de un esquema muy clásico: dos personajes que prácticamente son antagonistas y luego describen dos arcos dramáticos que muestran sus evoluciones y cómo se van acercando casi intercambiando visiones de mundo”.https://967bb444336ae6a1ea463b8bc3c752b4.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html
«El infierno», de Carmen Mola (Planeta, $24.000 papel; $11.400 ebook).
El infierno (imposible no pensar en La divina comedia de Dante Alighieri cuando se escucha esa palabra) es una novela que viaja al pasado de España pero en la que los autores se encontraron, indefectiblemente, con el ahora, con el presente. Cuenta Jorge Díaz: “Tú escribes la novela en el periodo histórico que están abordando pero inmediatamente te das cuenta que estás dialogando con la actualidad. Que muchas cosas que cuentas las reconoces en tu presente. Muchas cosas del pasado siguen funcionando exactamente igual en nuestros días”.
Luego de ganar el Premio Planeta en el 2021 y de haber creado una detective carismática (Elena Blanco) con la que pueden escribir una saga interminable, estos guionistas de profesión deciden correrse de ahí para entregarse a una nueva ficción pero que intenta sostener una identidad literaria que responde al nombre de Carmen Mola.
Explica Agustín Martínez: “Nosotros reivindicamos mucho el entretenimiento. En literatura cuando se nombra el entretenimiento parece peyorativo. Crear entretenimiento es dificilísimo, nos parece muy complicado. Cuando escribimos tenemos muy claro que queremos esa primera capa de entretenimiento donde funcionan un montón de cosas. Y además crear entretenimiento no es científico, es mucho trabajo: la sorpresa, los temas y demás. El entretenimiento es fundamental para la literatura. Y además es algo histórico. La gente se contaba Odisea porque era divertido. A veces perdimos esa perspectiva y nos gusta reivindicarla”.
–¿Cómo están después de revelar la identidad y ya escribir, quizás más liberados, luego de eso?
–Jorge Díaz: estamos tranquilos. Cierto revuelo que hubo duró muy poco. Y si tuviera que definir nuestro momento en una palabra sería “cansados”.
–¿En qué sentido?
–JD: Cuando vinimos después de ganar el Premio Planeta fue todo muy bonito y nuevo pero tuvimos que seguir escribiendo novelas y promocionando. Pero estamos satisfechos también, el encuentro con el público siempre es enriquecedor. Y está muy bien. Y como ya nadie nos dice nada de lo anterior, digamos que se olvidó.
¿El infierno fue escrito en la gira?
–Agustín Martínez: entre El infierno y La bestia publicamos otra novela: Las madres. Estamos en un promedio de novela por año. Ya llevamos seis años juntos y seis novelas publicadas con Carmen Mola. Para lograr esto tenemos que organizarnos y planificar muy bien. Sin embargo, en las giras no podemos escribir ni planificar nada. Necesitamos parar, volver a nuestras casas y trabajar desde ahí. No somos escritores de hotel. Me da envidia quien puede hacerlo, yo soy incapaz de eso. Se trata de cuidar nuestro espacio, del tiempo que necesitamos para pensar una novela nueva, levantarla, escribirla. Todo eso se compagina con la promoción.
–Una novela por año es un ritmo infernal.
–Antonio Mercero: ya hay varios escritores que están con ese ritmo que es cierto que es infernal. Pero mucha gente lo está haciendo. Producir, estar en la rueda, estás en tu momento. Parece que hay un pánico a perder tu lugar.
–¿Eso te sucede a vos o es algo que ves de este momento en la literatura?
–AM: no me ocurre pero es lo que veo alrededor. A nosotros nos pasa que somos guionistas y somos muy resolutivos, rápidos, estamos acostumbrados al plazo y cumplir. No puedes titubear. Tenemos todo muy marcado y se acaban las dudas. Resolvemos.
Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero. Foto: Emmanuel Fernández
–¿El origen de sus historias también ocurre con rapidez?
–JD: es todo bastante rápido, lo que no significa que sea directo. Cuando empezamos con El infierno teníamos la idea de corrernos un poco del personaje Elena Blanco, queríamos descansar de ella. Decidimos volver al thriller histórico. Y lo que sí teníamos claro era que queríamos volver al siglo XIX porque nos da todo lo que necesitamos: conflictos. Y eso es lo que buscas para que tus tramas funcionen: conflictos.
España en el siglo XIX es un país de segunda cuando hacía poco era un imperio. Bueno, ¿qué pasó para llegar a eso? Invasiones, revoluciones, guerras civiles, un montón de guerras de independencia en diversos lugares, etcétera. Eso es una cantidad de material impresionante y asombroso. Para El infierno solo escogimos dos momentos.
Pero podíamos haber escogido ocho. Lo situamos en Madrid. Y nos encontramos con una Madrid muy distinta a la que teníamos en La bestia. Nos pusimos a investigar. Ahí encontramos la novela y rápidamente apareció la esclavitud, Cuba y demás materiales que nutren El infierno.
–¿Los personajes aparecen rápidamente en un contexto tan delimitado?
–AM: Es muy útil la trama en el proceso de lectura porque mantiene al lector enganchado en la historia pero lo que sostiene eso son los personajes. En los libros que leíste te olvidás de muchos momentos de la trama pero seguro te acordás bien del personaje que te enamoró.
Desde el principio, con El infierno, queríamos trabajar en el género del folletín. Eso nos daba unas bases muy chulas e interesantes. Además nunca nos habíamos metido ahí. Nos lanzamos a eso. De todas maneras siempre queremos subvertir los géneros. Para eso necesitábamos a la pareja protagonista: Mauro y Leonor.
–Es una novela cargada de violencia también.
–AM: Se corresponde con lo que se cuenta. El lector es menos sensible de lo que dice ser y de lo que cree. Tienen bastante estómago y les gusta ser sacudidos por la violencia de la novela negra y del thriller histórico. Se da por hecho. Al lector siempre lo tratamos de tú a tú, le corremos al paternalismo. Los tratamos como a un adulto responsable. Somos crudos al contar la violencia porque creemos que es lo que tenemos que hacer. La exploración de la violencia es una de las características y temáticas de Carmen Mola. Apostamos fuerte.
–El infierno tiene una serie de infiernos transcurriendo muchas veces en paralelo. Y me preguntaba si el amor es uno de esos infiernos.
–AM: El infierno es un título ambivalente, por supuesto. Y el amor es uno de esos infiernos, definitivamente. En la novela hablamos del infierno del amor no correspondido, del amor imposible, del amor no deseado, el infierno de los celos, y demás. Sí, son muchos infiernos en relación al amor. Es un tipo de infierno, además, al que se expone cualquier persona que se enamora.
Carmen Mola Básico
- Carmen Mola nació en la primavera de 2017, en Madrid, cuando los autores Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero decidieron lanzarse a una aventura de creación colectiva.
- La primera novela fue La novia gitana, a la que seguirían La red púrpura, La nena y Las madres. A lo largo de estos años, los tres autores han continuado con sus proyectos personales, tanto novelas como guiones.
- En 2021 Carmen Mola obtuvo el Premio Planeta con La Bestia, un apasionante thriller histórico que se ha convertido en la novela más vendida de toda su obra.
- Fuente: Clarín.com
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