El valor de las ruinas

Reabrió Clásica y Moderna y la Ciudad de Buenos Aires recuperó un refugio cultural. Nada menos.

Después de masticar la buena noticia, pensé en las ruinas. No fue únicamente porque me acordé del derrumbe que muchos sentimos cuando Clásica bajó la persiana en 2019, tras más de 80 años de vida. La asociación se relaciona también con que su historia cuenta parte de la nuestra.

Todo podría empezar a mitad del siglo XIX, cuando un chiquito fue arrancado de los brazos de su madre muerta y en su mente quedó grabada la cuna verde donde tuvo sus primeros sueños.https://5f08f3df0b3d28b97200f192f02b2828.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

Era Emilio Poblet Diez, quien llegó desde España en 1916 con el plan de abrir tres librerías sobre la avenida Callao. Justamente La cuna verde se tituló el libro que su nieta, Natu Poblet, publicó en 2013 para que sus memorias perduraran.Natu Poblet, refundadora de Clásica y Moderna. Archivo ClarínNatu Poblet, refundadora de Clásica y Moderna. Archivo Clarín

Emilio fue el padre de Francisco, quien fundó Clásica en 1938, con su mujer Rosa. Y ellos fueron ese mismo año padres de Natu, el alma de la gran refundación de Clásica. Fue a partir de 1980, cuando junto a su hermano Paco empezó a resucitar las tertulias, renovadas.

En Callao al 800 crearon la librería-bar-rinconcito de buena música que nos quedó grabada a tantos acá, en Costa Rica o en Luxemburgo, entre otros lugares del mundo desde donde llegaron mensajes de apoyo cuando corrió la noticia del cierre.Reabrió Clásica y Moderna. Gentileza C y M.Reabrió Clásica y Moderna. Gentileza C y M.

Además, Clásica atraía con las recomendaciones de Natu, lectora voraz, curiosa al punto de que decía que parte de su decisión de dejar la arquitectura y desembarcar de lleno en el negocio familiar tuvo que ver con que había leído a un montón de autores pero no conocía personalmente a ninguno.Cerrada. Clásica y Moderna en 2019. ArchivoCerrada. Clásica y Moderna en 2019. Archivo

Por eso, Clásica fue también un lugar adonde ir a buscar nuevos autores que siempre valían la pena, aparte de la “capital secreta de Buenos Aires” para el escritor Álvaro Abós, biógrafo clave de la Ciudad; una “universidad en las sombras” según el filósofo Santiago Kovadloff y “sitio de encuentros y confidencias” y de “vaivenes de ideas”, de acuerdo con el crítico Ernesto Schoo.

En estos tiempos de “cancelaciones”, vale resaltar que Clásica fue plural. Dieron cursos David Viñas, Josefina Delgado y Ricardo Piglia, por nombrar algunos, y se transformó en un imán para autores prohibidos durante la última dictadura militar.https://5f08f3df0b3d28b97200f192f02b2828.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.htmlRaquel Rodrigo. Nueva dueña de Clásica y Moderna. Foto: Luciano ThiebergerRaquel Rodrigo. Nueva dueña de Clásica y Moderna. Foto: Luciano Thieberger

Natu murió poco más de dos años antes del cierre del local por deudas. Ahora Raquel Rodrigo -quien viene de rescatar el restaurante El Tropezón (1896) y anunció que reabrirá el ex Teatro 35- es la responsable de que renazca y haga su camino con esta historia de inmigrantes que fundaron una “dinastía” de libreros y contribuyeron a que las librerías sean un símbolo porteño, a cuestas.Clásica y Moderna, en recuperación. Gentileza C y MClásica y Moderna, en recuperación. Gentileza C y M

Con esto se vincula mi ocurrencia sobre las ruinas. Porque esos fragmentos incompletos de otros tiempos y otras vidas dejan claro que cuando las sociedades, incluso los imperios, se desmoronan lo único que queda son testimonios de su cultura. Nada menos.

Fuente: Clarín.com

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