El otoño en el arte argentino

En la pintura argentina, el otoño también ha sido un tema recurrente, especialmente en la pintura paisajista. Los artistas argentinos han tratado de plasmar la rica paleta de colores y la atmósfera distintiva de esta estación en sus pinturas.

Al promediar la estación introducimos, para los lectores de MDZol una exposición que tiene al otoño como temática y reúne una quincena de artistas algunos contemporáneos y otros ya fallecidos, todos de gran renombre. Iniciando la recorrida por orden cronológico, corresponde a Justo Lynch encabezar el listado. Nació en Martínez, Provincia de Buenos Aires, el 18 de diciembre de 1870. Estudió en la Asociación Estímulo de Bellas Artes con Della Valle, Guidici, Sívori y de la Cárcova. Más tarde completó su formación con el italiano Eduardo de Martino, la piedra basal del marinismo en el arte argentino.

En 1905 viajó a Europa residiendo en Madrid y París. Fue uno de los fundadores del grupo Nexus. Realizó varias exposiciones individuales en Buenos Aires, la primera de ellas en 1904; fue premiado en la Exposición del Centenario en 1910 y en el Salón Nacional de 1941. Murió el 14 de enero de 1953, en Buenos Aires.

Su “Bote en el puerto” es una obra temprana que muestra, con aire romántico el cruce de un Riachuelo envidiablemente impoluto a principios del siglo pasado.

JUSTO LYNCH, «BOTE EN EL PUERTO»

De Benito Quinquela Martín (1890-1977) la muestra incluye “Atardecer” de 1961. Sobre el artista, genio y leyenda de nuestra pintura, difícil (y ocioso) sería resumir una semblanza en unos pocos párrafos. En cambio, recordamos una simpática anécdota: A partir de los 7 años en que es adoptado por una familia instalada en La Boca Benito vivió siempre a orillas del Riachuelo. La Vuelta de Rocha es su tema eterno. Sin embargo, parece ser que, el agua le infundía terror. Fue a partir de una gran crecida durante una
tormenta que lo sorprendió, siendo joven, a bordo de un casco semihundido que utilizaba de improvisado taller (en la zona del río llamada Cementerio de Barcos) … Había una razón: Quinquela, ¡no sabía nadar!NOTICIAS RELACIONADAS

BENITO QUINQUELA MARTÍN, «ATARDECER»

Florencio Molina Campos (1891-1959) también es un mito popular. A partir de la publicación durante 12 años de los famosos almanaques de Alpargatas, millones de reproducciones de sus obras formaron la pinacoteca básica de los argentinos, no solo de tierra adentro sino también de las grandes ciudades. Desde muy temprano, sus paisanos, vistos con maestría y un dejo de humor
las apreciaron y colgaron. Mucho después la crítica culta lo aceptó tras haberlo denostado durante décadas y hoy, con justicia es un artista de museo propio.

“El Carro” es de 1946 y está pintada en su técnica preferida, la témpera. La yunta de guampudos, el paisano (federal a juzgar por el poncho) y la carga de heno trasiegan los polvorientos caminos del monte chaqueño que Molina Campos frecuentó cuando se dedicó a comercializar ganado.

FLORENCIO MOLINA CAMPOS, «EL CARRO»

Luis, Isabelino de Aquino, nació en Buenos Aires en 1895. Su vida osciló entre el arte y la ciencia, en este último campo fue colaborador de nuestro Premio Nobel Bernardo Houssay, pero su pasión por el arte fue aún más fuerte y terminó optando por la pintura. Fue un autodidacta que admiró incondicionalmente a Fernando Fader, la obra que enviamos lo confirma. En 1925 presenta su primera muestra individual en la Asociación de Amigos del Arte, compuesta por dieciséis paisajes de Córdoba, como el otoñal “Rio Gris” que forma la exposición.

Luego Buenos Aires fue un tema recurrente en él, pintaba el Riachuelo, la costa del Río de la Plata, las calles de San Telmo, plazas y viejas construcciones. La muerte lo encontró el 12 de febrero de 1968 en la ciudad de Acassuso.

LUIS I. DE AQUINO, «RIO GRIS»


Siguen en la cronología dos colosos de nuestra pintura Raúl Soldi (1905-1994) y Antonio Berni (1905-1881), el primero, maestro de la dulzura y la belleza, el segundo, en gran medida su antípoda. Cuando Soldi dedicó 12 veranos de su vida a pintar la capilla de Glew y la Cúpula del Teatro Colón, Berni denuncia miserias contemporáneas: Su Juanito Laguna, Ramona y los monstruos son personajes que dan pie a obras maravillosas de un artista integro.

Acá presentamos sendas obras otoñales de ambos maestros que, como su año de nacimiento, los acerca. De 1950, el “Paisaje” de Raúl Soldi es vista urbana del barrio porteño de Nuñez en la cercanía de la estación Rivadavia. El maestro vivió durante muchos años en la calle Pico, a la vuelta de la casa que aparece en el óleo.

RAÚL SOLDI, » PAISAJE»

De Antonio Berni el «Paisaje de suburbio» es un óleo de la década del sesenta, en que, con aire metafísico el artista describe un caserío suburbano afín a su temática social.

ANTONIO BERNI, «PAISAJE DE SUBURBIO»

A Leopoldo Presas (1915-2009) tuve el privilegio de frecuentarlo durante más de dos décadas. Su vida estuvo consagrada a su pintura y honrada por un amor cotidiano prodigado a cuantos lo rodeaban. Amor surgido de un corazón grande y generoso como hemos conocido pocos. Se instaló en París en 1979, donde vivió con sus hijos Fernando y Manolo hasta 1986. Allá trabajó y expuso a la par que hacía envíos a nuestro país para salones y muestras. En ese período cambió distintos domicilios y estudios. Su “Fantasía sobre los puentes de París” de 1984, es una superposición onírica de las vistas del Sena, que tanto amaba.

LEOPOLDO PRESAS, «FANTASÍAS DE LOS PUENTES DE PARÍS»

Para cerrar el primer capítulo de la muestra “Otoño” (quedan los contemporáneos para una próxima nota) otro gigante de nuestra pintura Guillermo Roux (1929-2021), por quien profeso una profunda admiración ya confesada a los lectores de estas notas En 1992, Roux emprendió junto con Franca, su mujer, el primero de los tres viajes que haría por Sicilia. En Portopalo (provincia de Siracusa) al sudeste de la isla pintó una estupenda serie de vistas de ruinas griegas, que están reproducidas en el libro que le dedicó la editorial Rizzoli.

GUILLERMO ROUX, «PORTOPALO, SICILIA»

“Otoño” puede verse hasta fin de mayo en Av. Quintana 125, de lunes a viernes de 11 a 19

Carlos María Pinasco es consultor de arte.

carlosmpinasco@gmail.com

Fuente: Mendoza online

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