Detrás del fervor de los aplausos en el hall del San Martín

Terminó el domingo pasado una nueva saga de funciones del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín en el hall del edificio, un espacio alternativo a la gran sala Martín Coronado donde una de las compañías más importantes del país habita, respira y deslumbra habitualmente con sus espectáculos. Allí, gratis, en el lobby, a la vista de cualquiera que quiera detener su paso para contemplar los suyos, tan maravillosos, la compañía –y a través de ella, la danza– accede a nuevos públicos. Viejos conocedores y recién llegados aplauden igualmente, a rabiar. Esto no es una sorpresa, es histórico: el BCTGSM, con 45 años de ininterrumpida actividad, es reconocido por su excelencia aun con los avatares que detrás de escena siempre sazonan la vida cotidiana en la administración pública.

Este programa, integrado por dos obras cortas, Bolero, de Ana María Stekelman, y Fervor, de Josefina Gorostiza, viene presentándose desde el año pasado –la primera pieza, creada originalmente para Tangokinesis en 2004, integra desde 2014 el repertorio de este grupo; la segunda, se había estrenado antes de la pandemia–. El mix tiene un innegable atractivo, es físicamente un tour de force para los bailarines y efectivo para la popular, que balconea vivando desde el primer piso en barandas y escaleras. ¡¿Qué más se puede pedir?! Un hecho insoslayable: no tendría que ser este el pan de cada día así como el hall no debería ser el eje, sino un complemento, de esta compañía profesional que no pisa el escenario de su casa desde que el invierno pasado bajó de cartel Boquitas pintadas. Y tal como está previsto –luego de que inaugurara la temporada un elenco extranjero, con I feel you– recién volverá a hacerlo casi un año después, cuando en mayo llegue Folia, la obra de Mourad Merzouki que programó la dirección general del Complejo Teatral.LA DANZA COPA LA PISTA DEL HALL CON FERVOR Y BOLERO

En el medio del largo paréntesis que se abrió en junio de 2022 y no se cierra hasta hoy, el Ballet Contemporáneo se quedó sin soplar las velitas de su gran aniversario con la Carmina Burana, de Mauricio Wainrot, el exdirector del elenco que dejó tantísimas obras en su repertorio. Sobre esta pieza, siempre convocante y muy celebrada aquí y en el mundo, se dijo luego que abriría el año, en marzo, y ahora aparece con un signo de pregunta hacia el mes de noviembre. Si la escenografía está “desguazada”, “perdida” o “incompleta” son versiones que varían de acuerdo con el interlocutor. El caso es que, aunque la coreografía fue remontada, no está en condiciones de salir a escena. Y Wainrot –a quien le ofrecieron una alternativa para sustituir el faltante con proyecciones– confió a LA NACION que luego de tantas idas y venidas ya desistió de hacer la obra este año en el San Martín.

Justamente esta semana, el Ballet Contemporáneo tenía prevista una gira a Jujuy, pero como ocurrió en febrero con una presentación por la fundación de la ciudad de Mar del Plata y también hace unos días, cuando anunciaron la magnífica Cantata de Mauro Bigonzetti en el Anfiteatro del Parque Centenario, por una razón u otra la fecha se cayó.

A esta altura no son pocos los que comentan que este orgullo de elenco “no es una compañía de hall”, empezando por sus integrantes y siguiendo por una fila de maestros, coreógrafos, directores y público fiel que, por supuesto mientras tanto, sigue aplaudiéndolos con el mismo fervor. Si acaso con este panorama el destino del primer semestre ya esté jugado, para el segundo un espectáculo internacional (Colossus, de Stephanie Lake) los mantendrá en la sala y una gira europea (España y Francia) parecería devolverlos a un rumbo más acorde con su tenor artístico.

Constanza Bertolini

Fuente: La Nación

Sea el primero en comentar en "Detrás del fervor de los aplausos en el hall del San Martín"

Deje un comentario

Su email no será publicado


*