Cuando las chicas salen a romper el patriarcado

NUEVA YORK.- Persecuciones automovilísticas a toda velocidad, combates mano a mano que te dejan sin aliento y cuerpos en la vereda, todo en un contexto de espionaje internacional. La película más reciente de David Leitch (quien empezó su carrera como doble de acción en películas como V de venganza y 300 y que a continuación dirigirá Deadpool 2) tiene todos los elementos de un film taquillero con Jason Bourne o James Bond a la cabeza. Excepto que, en esta ocasión, una mujer es la que lanza los golpes.

En Atómica, Charlize Theron tiene uno de los papeles protagónicos femeninos más destacados en una película de acción. La película está inspirada en la novela gráfica The Coldest City, de Anthony Johnston, y Theron interpreta a Lorraine, una agente encubierta del servicio de inteligencia británico, el MI6, que es enviada a Berlín hacia fines de la Guerra Fría para investigar un asesinato y arreglar el desorden que dejaron otros funcionarios de su gobierno. A su paso deja su propio desorden: moretones y sangre. La argelina Sofia Boutella, que ya se lució en Kingsman: el servicio secreto y en Star Trek: Sin límites, es su némesis (pronto lo será de Tom Cruise en La momia).

Con esta película, que se verá en la Argentina el 17 de agosto, Theron se suma a una lista de actrices -como Sigourney Weaver en la saga de Alien o Pam Grier en Foxy Brown– que han cambiado la percepción que tiene el público sobre las mujeres en las películas de acción. Theron tampoco es una debutante en el tema (su personaje de Furiosa fue un factor importante del éxito de Mad Max: Furia en el camino, en 2015), pero ahora se sumerge un poco más en los límites de la intensidad y el realismo.

«Se sintió como algo muy provocador -dijo Theron-, pero en verdad no había nada sobre este papel que no sintiera que salía de mí misma.»

Sin embargo, la actriz sudafricana reconoció que esos roles son escasos. «No creo que se les haya dado a las mujeres una oportunidad real para encarnar este tipo de papeles», observó, y citó cómo la experiencia de Sigourney Weaver la inspiró para Mad Max. «Recuerdo haberla visto cuando era joven, y me dejó una impresión indeleble. Es increíble. Linda Hamilton en Terminator. Scarlett Johansson actualmente, en películas como Lucy o Ghost in the Shell. Muchísimas mujeres podrían hacerlo muy bien si tuvieran la oportunidad.»

Otras heroínas de acción están de acuerdo. Además de Theron, otras intérpretes, como Michelle Rodríguez, Milla Jovovich y Michelle Yeoh, dan cuenta de cómo ha cambiado el lugar de las mujeres en el cine, qué tanto piensan al momento de lanzar un golpe y qué significa para todos los espectadores -aunque especialmente para las niñas- ver a una mujer pateando traseros en la pantalla grande.

Charlize Theron

Foto: LA NACION

No podían faltar los moretones

Una de las formas en las que Atómica representa un paso hacia algo nuevo es en la escena en la que Charlize Theron se enfrenta a un grupo de mafiosos en una escalera. Reparte golpes fuertes y patadas hasta vencerlos a todos, pese a tener unas botas altas y maquillaje. Quizás en otra película Theron saldría intacta, pero aquí muestra sus moretones; su cara está hinchada y ensangrentada.

«Me acuerdo de que era el segundo día de grabación y me dolía el cuerpo, mi cara estaba llena de moretones y no podía cerrar un ojo porque estaba hinchado», dijo. «Y pensé: ¿en serio?» La actriz recibió cuatro horas de entrenamiento en fuerza y artes marciales durante la preparación para grabar las secuencias de acción.

Ese realismo era importante, acota el director. «Queríamos que se sintiera verídico, como que duele-dijo el director David Leitch-, y a veces la gente no quiere mostrar eso si el personaje es femenino.» Añadió que «parte del problema es que los directores tratan a esos personajes como frágiles. Quieren vivir en un mundo de fantasía, en el que ellas solamente dan patadas de abanico, y con eso ya noquearon a hombres de 1,90 metros de altura. Así tampoco funciona».

La solución fue mostrar las consecuencias de las peleas, los moretones y las heridas. «De esta manera también hay empatía con el personaje y la película en su totalidad funciona mejor.»

Michelle Rodríguez

Foto: LA NACION

En una posición fuerte

«Cuando ves a una mujer extremadamente bella corriendo por ahí con una pistola que le pega a un hombre con la palma de la mano y sale volando, no es muy realista», se ríe de la hipotética escena Michelle Rodríguez. Por eso, al elegir en qué películas de acción participará -ya sea la saga de Rápidos y furiosos o la de Resident Evil- busca papeles de mujeres que demuestren ser capaces de luchar por sí solas. Como ejemplo basta la pelea que tiene contra la luchadora de UFC Ronda Roussey en Rápidos y furiosos 7.

«Cuando los hombres escriben los papeles quieren que las mujeres sean duras», dijo, pero luego «les ponen tacos y lápiz labial, y ya me harté de eso». También está la lucha sobre la autonomía. «A veces, cuando los guionistas son hombres, les cuesta trabajo explicar el valor de una mujer si no la vinculan a un hombre y entonces tienden a matarla», opinó Rodríguez. «Pero si es una mujer independiente y no es la novia de nadie, parece que dijeran: ¿y ahora qué hago?»

Ésos son los papeles que esta actriz evita, además de aquellos que explotan la sexualidad de una mujer mostrando escenas de violación, abuso sexual o desnudez excesiva, así como donde ellas sólo aparecen porque necesitan ser rescatadas. «Quiero hacer papeles en los que su propósito sea cumplido por ellas mismas, no por alguien o algo más. Eso es lo que hacen los héroes, es el mensaje correcto. Y es poderoso que las niñas vean ese fuerza, ese coraje.»

Fuente: La Nación

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