Nueve personas fueron asesinadas en un ataque racial ocurrido anoche en una iglesia de la comunidad afrodescendiente en la localidad de Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos. El tiroteo suciedió en la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel alrededor de las 21 (hora local) mientras se celebraba una reunión de sus feligreses, indicó Charles Francis, portavoz de la Policía local, citado por la agencia EFE.
Ocho personas murieron dentro del templo y otras dos fueron trasladas al hospital, donde una de ellas no pudo recuperarse de las graves heridas, según fuentes policiales. El homicida, que aún no fue detenido, sería un hombre blanco de 21 años, con una complexión delgada que vestía un buzo con capucha y jeans, informó la Policía local al pedir ayuda a la población para tratar de ubicarlo. Las autoridades difundieron imágenes del sospechoso.
El jefe policial Greg Mullen aseguró estar convencido de que se trata de un «crimen de odio». Mullen ha confirmado que el joven que ha realizado los disparos, al que ha clificado de «extremadamente peligroso» se ha dado a la fuga y ha dicho que todavía se encontraría por la zona. Las fuerzas policiales han empezado una auténtica caza al hombre. Durante su comparecencia, Mullen ha asegurado que el sospechoso estuvo sentado entre los feligreses una hora antes de que comenzase a disparar.
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