Un Mauricio Macri «vandorista» busca disciplinar a Hugo Moyano

«Me están buscando«, dice sin rodeos.

El camionero es un león enjaulado. Camina de un lado para el otro. Mira de reojo. Desconfía.

Lo desvela el hostigamiento de Mauricio Macri, con ataques rápidos y sorpresivos en distintos frentes.

A la decisión presidencial de pincharle el millonario negocio postal de OCA se suma la avanzada sobre su círculo más íntimo en Independiente.

Cree que el gobierno le está haciendo probar de su propia medicina. Que le está haciendo vandorismo, como se conoce a esa vieja estrategia sindical de «pegar para negociar». La pregunta es, ¿negociar qué?

Esta semana Moyano se plantó frente a Jorge Triaca. ¿Qué buscaba el ministro de Trabajo? Romper la resistencia del ex jefe cegetista a la ley de reforma laboral. La reunión, que se intentó mantener en secreto, duró lo que la luz de un fósforo.

Macri está obstinado en cerrar acuerdos de productividad para bajar costos laborales, sobre todo en el área de logística, y así lograr mayor competitividad. Los camioneros dicen que es puro eufemismo para flexibilizar.

En la tarea de «ablande» del sindicalista participa Daniel Angelici. Los contactos son habituales ya que ambos secundan a Carlos «Chiqui» Tapia en la Asociación de Fútbol Argentino.

Hugo Moyano junto a Daniel Angelici y Claudio “Chiqui” Tapia (Getty Images)

Hugo Moyano junto a Daniel Angelici y Claudio “Chiqui” Tapia (Getty Images)

¿Moyano es capaz de rever su postura? Años atrás aceptó cláusulas de productividad para los recolectores de basura de la Ciudad. Esto ocurrió a instancias del entonces ministro de Espacio Público porteño, Diego Santilli. Otros tiempos.

Ahora ofrece todo tipo de resistencia. Y hasta insinúa una articulación con Cristina Kirchner para bloquear la iniciativa en el Congreso. Su hijo Pablo fue más allá y dividió aguas entre los que se oponen y los que aceptan la Banelco.

Esa brutal manera de sugerir la existencia de coimas, que remite a los peores momentos de la Alianza, logró que el senador Miguel Ángel Pichetto postergara el debate parlamentario. Y, sobre todo, dejó pagando al triunvirato cegetista, que ya le había dado su beneplácito a Triaca.

«Moyano es un león herbívoro, no te come pero tiene capacidad de daño. Tenemos que domesticarlo», fue la figura que encontraron en Cambiemos para describir al camionero.

¿Cómo domesticarlo?

Algunos creen que una manera es a puro carpetazo, avanzando sobre su círculo áulico. ¿La reciente detención de su guardaespaldas, Roberto «El Polaco» Petrov, responde a ese propósito? Es factible.

Petrov cayó con otros barras de Independiente y el vicepresidente del club, Noray Nakis, todos acusados de formar parte de una asociación ilícita que lideraba Pablo «Bebote» Álvarez.

Roberto “Polaco” Petrov , histórico custodio de Moyano, es trasladado desde la Superintendencia de Investigaciones Federales hacia los tribunales de Lomas de Zamora.  Detrás aparece el vicepresidente primero de Independiente, Noray Nakis, también detenido (Foto NA)

Roberto “Polaco” Petrov , histórico custodio de Moyano, es trasladado desde la Superintendencia de Investigaciones Federales hacia los tribunales de Lomas de Zamora.  Detrás aparece el vicepresidente primero de Independiente, Noray Nakis, también detenido (Foto NA)

A ninguno lo ayuda el prontuario. Pocos lo saben pero el guardaespaldas fue uno de los que se enfrentó a tiros con los afiliados de la UOCRA durante el traslado de los restos de Perón a San Vicente, en aquel fatídico 17 de octubre de 2006.

Florencia Arietto lo acusó en 2014 de realizar maniobras fraudulentas para asegurar la llegada de Moyano a la presidencia del Rojo.

La dirigente massista estuvo seis meses como jefa de seguridad de club y no pudo con él. Renunció cuando Javier Cantero -antecesor del camionero en Independiente- dejó sin efecto el derecho de admisión de un grupo de barras, entre los cuales estaba Eduardo «Pachi» D´Aquila.

«Pachi», dueño de una empresa de distribución de GNC, tiene como padrino a Héctor «Yoyo» Maldonado, directivo del Rojo y secretario del gremio de Camioneros.

Para Arietto, los Moyano -padre e hijo- no son ajenos al entramado delictivo de Independiente. Hugo por ahora viene zafando, pero está convencido de que lo están cercando. Y no sólo con la avanzada sobre el club sino también sobre OCA.

Hugo Moyano, presidente de independiente y referente sindical (diario4v.com)

Hugo Moyano, presidente de independiente y referente sindical (diario4v.com)

El sindicalista desconfía tanto de Macri como de Patricio Farcuh, el extravagante prestanombre que en los papeles figura como dueño de la empresa postal.

Farcuh es la cabeza del grupo Rhuo (Recursos Humanos Organizados) y a quien el camionero responsabiliza de la crisis financiera de OCA.

A principio de año, Moyano lo echó por la fuerza de la sede central de la firma, en Once, y asumió el pago de los salarios de sus 7.000 trabajadores. No fue un ataque de altruismo sino un acto en defensa propia.

Esta semana la Justicia habilitó a OCA a abrir un concurso de acreedores. La mayor empresa privada de correo tiene una deuda de alrededor de 1400 millones de pesos y tiene dos semanas para que el Ente Nacional de Comunicaciones le extienda el permiso postal para seguir operando.

Para ello necesita de una suerte de «libre deuda» de la AFIP, que ya le hizo saber a Macri y también al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, de sus reparos.

El presidente divisa en OCA un escenario ideal para restablecer su arenga contra la «mafia sindical» y disciplinar a Moyano.

Fracuh ya especulaba en abril con la intención del gobierno de arrebatarle OCA. «¿Quién quiere quedarse con la empresa? Yo podría decirte que podría ser desde Franco Macri por intereses con el correo público, Mario Quintana, que fue dueño del Grupo Exxel asociado con Pegasus cuando compraron OCA, o Héctor Colella, ex dueño de OCA», analizó durante un reportaje en Radio con Vos.

Aunque aún niega ser el propietario, Moyano hizo crecer a OCA apañado por el gobierno kirchnerista. En algunas oportunidades el Correo Argentino desistió de presentarse a licitaciones o lo hacía con propuestas irrisorias para garantizar el éxito de su competidor.

Algo de eso se vio en el llamado a una compulsa para tareas de logística del Plan Remediar que en el año 2009 realizó el Ministerio de Salud. Entonces Julio De Vido levantó el teléfono para hacer lobby a favor de OCA, o sea, a favor de Moyano y en contra del negocio postal estatal.

El vínculo entre Planificación y el sindicalista siempre fue estrecho. En 2003 esa cartera creó el llamado Régimen de Fomento de la Profesionalización del Transporte de Carga (Refop), un subsidio que comenzaron a recibir aquellas compañías cuyos empleados estaban inscriptos en el sindicato de camioneros.

Ávidos de esa compensación —que llegaba a un total de 45 millones de pesos y que se ejecutó hasta el 2012 como una devolución de las cargas patronales—, los empresarios no sólo se mostraban prestos a blanquear a los trabajadores sino a fomentar la afiliación de todo su personal en el gremio de Moyano.

El beneficio del Refop incluyó a firmas cuya actividad no necesariamente tuvieron que ver con el transporte, haciendo que el crecimiento de los camioneros no encontrara límites. OCA y la empresa de servicios eventuales Guía Laboral SRL, ambas del Grupo Rhuo, estaban entre las que adhirieron.

El nexo entre OCA y Moyano se hace particularmente explícito en Independiente. La compañía es sponsor del club y su logo luce en el frente de la camiseta. Pero como si eso fuera poco, los hijos del sindicalista y la barra del Rojo compartieron tribuna en el Mundial de Sudáfrica con Farcuh, un amante de los lujos y la vida disipada.

Al fin y al cabo fue la familia del mandamás camionero quien le tendió la alfombra al joven empresario para su desembarco en OCA, luego del proceso de salida de Alfredo Yabrán, primero, y de Juan Navarro del Exxel Group, después.

Ahora, por la decisión oficial de no salvar a la firma de la asfixia financiera, el que podría comenzar a despedirse del negocio postal, además de un importante número de afiliados, es el propio Moyano.

El camionero sabe que el gobierno, a puro vandorismo, le está pegando para negociar. Sabe que lo están buscando.

Fuente: Infobae.com

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