¿Quién ganó el debate?

Los candidatos presidenciales volvieron a medirse con tácticas y objetivos reorientados luego del primer duelo. ¿Lograron mejorar su performance en el segundo debate? Los columnistas de LA NACION evalúan el desempeño de Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Sergio Massa (Unión por la Patria), Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda) con foco en cuatro ejes: solidez argumental, reflejo para reaccionar e intervenir, estrategia para posicionarse y gestualidad o imagen.

Joaquín Morales Solá

Milei

MILEI

1,8

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

1

Estrategia

2

Gestualidad

1

Bullrich

BULLRICH

3,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

4

Reflejo político

3

Estrategia

4

Gestualidad

3

Massa

MASSA

2,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

1

Schiaretti

SCHIARETTI

2,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

4

Reflejo político

1

Estrategia

2

Gestualidad

1

Bregman

BREGMAN

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

3

Ya sea porque se curó de la gripe o porque fue más espontánea que el domingo anterior, lo cierto es que Patricia Bullrich se impuso claramente en el segundo debate presidencial. Fue picante, incisiva y oportuna para golpear sobre la debilidad de sus principales adversarios. Al revés, ni a Javier Milei ni a Sergio Massa les fue tan fácil esta vez. A los dos se los observó más a la defensiva que hablando de un proyecto propio. Massa basculó entre ser y no ser parte del actual gobierno; su momento más increíble ocurrió cuando prometió bajar impuestos mientras forma parte de la administración que más impuestos creó o aumentó. Milei no fue el hombre desorbitado que atrajo a muchos jóvenes. Y cuando no es eso, su discurso se torna monótonamente académico. Juan Schiaretti sería mucho más interesante si pudiera salir por un instante de Córdoba, pero no puede. Y Myriam Bregman enseñó cómo se gasta mejor el dinero público y privado; esa es la congruente especialidad de su casa política.

Carlos Pagni

Milei

MILEI

2,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Bullrich

BULLRICH

3,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

4

Estrategia

4

Gestualidad

2

Massa

MASSA

2,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Schiaretti

SCHIARETTI

2,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Bregman

BREGMAN

2,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

2

El debate de anoche tuvo una peculiaridad muy obvia: los candidatos competían entre ellos, pero también contra sí mismos. Porque hubo un debate anterior. Si se adopta este criterio, Patricia Bullrich fue la ganadora. Aprovechó la oportunidad que había, siete días atrás, desperdiciado. En 1999, el experimentado Dick Morris le aconsejó a Fernando de la Rúa ponerse una corbata colorada para mostrarse más enérgico. Bullrich adoptó ayer ese color. Dejó la pacífica chaqueta blanca y fue al ataque. Levantó la bandera antikirchnerista, desarrolló mejor sus argumentos, estuvo categórica. Encarnó el tono que se esperaría de Javier Milei. No se entiende, sin embargo, a qué votante apunta con esa retórica chabacana que le reprochó Sergio Massa. El ministro de Economía fue el perdedor de la noche. Fue un Massa muy distinto al del lunes anterior. Y eso se debe a que él compite con el dólar y los precios, que se desbocaron. Sus argumentos, muy estudiados, están corroídos por la realidad. El economicista Milei, se adaptó al teorema que nunca cita: el de Baglini. Con chances de llegar al poder, todas sus intervenciones estuvieron destinadas a matizar las consignas radicalizadas de cuando no pensaba salir primero. Por ejemplo, casi no habló de dolarización. Milei siguió el manual del que está ganando: no arriesgó. Myriam Bregman y Juan Schiaretti fueron, de nuevo, los más desenvueltos. Es cierto, no apuestan demasiado. Sus estrategias fueron nítidas. Bregman, retener el voto de su base y, si fuera posible, avanzar sobre el kirchnerismo. Schiaretti, ganar como candidato a presidente en Córdoba. El de ayer fue otro debate muy modesto. Por eso conviene rescatar la regla de Pablo Gerchunoff. “Nunca escuches al que vas a votar”.

José Del Rio

Milei

MILEI

2,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Bullrich

BULLRICH

3,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

4

Estrategia

4

Gestualidad

3

Massa

MASSA

2,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Schiaretti

SCHIARETTI

2,8

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

2

Bregman

BREGMAN

1,8

puntos promedio

Solidez argumentativa

1

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

A diferencia del primer debate, en el que no hubo un ganador nato, sí se produjo una victoria en esta oportunidad y fue la de Patricia Bullrich. La candidata de Juntos por el Cambio venía de un mal desempeño en la primera instancia y logró recuperar posiciones de manera tal de convertirse en la principal figura de un debate del que parecían querer sacarla tanto Sergio Massa como Javier Milei. Sus preguntas fueron certeras y varias frases la convirtieron en tendencia al instante: “Agarraste una papa caliente y nos hiciste puré a todos”, “No puede haber ningún tipo de Tongolini” y “No necesitamos que nadie nos defienda”, fueron solo algunas de sus declaraciones con las que logró trascender el ámbito del debate y llegar a la opinión pública en general. En el caso de Massa, fue atacado por todos sus adversarios políticos y tuvo reflejos al repreguntarle a Bullrich por Gerardo Milman. Desde la inflación a la pobreza, desde el caso Insaurralde a los bolsos de López y todo cuanto mal sea del gobierno actual le fueron endilgados por Myriam Bregman, Bullrich, Milei y hasta el propio Juan Schiaretti al actual ministro de Economía, a quien se observó visiblemente afectado por los golpes y contragolpes de sus rivales. Por su parte, Javier Milei, apostó a una fórmula inversa al que suele ser su principal activo: hacer simple la economía. Citó a Gary Becker y teorías de economía del comportamiento para intentar explicar su estrategia de seguridad y, por momentos, se volvió un tanto académico en tono y forma. No tuvo ningún error sustancial, pero en algunos tramos se lo vio muy incómodo. Myriam Bregman quedó desdibujada por lo rico del debate entre los tres líderes de las encuestas mientras Schiaretti se esforzó por nombrar menos a Córdoba. Lo hizo con un éxito dispar.

Gail Scriven

Milei

MILEI

1,8

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

2

Estrategia

1

Gestualidad

2

Bullrich

BULLRICH

3,8

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

5

Estrategia

4

Gestualidad

3

Massa

MASSA

1,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

1

Reflejo político

1

Estrategia

1

Gestualidad

2

Schiaretti

SCHIARETTI

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

4

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

2

Bregman

BREGMAN

1,8

puntos promedio

Solidez argumentativa

1

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Aprendió de todos sus errores del primer debate. Ganó en confianza, mucho más cómoda en el eje temático de la seguridad. Vestida de un rojo furioso que acompañó su retórica combativa, Patricia Bullrich emergió como la clara ganadora anoche y Sergio Massa, como el gran perdedor. Así como había salido casi indemne una semana atrás, cuando sus rivales parecieron perdonarle la vida, el ministro-candidato fue el “punching ball” de la noche: Insaurralde, “Chocolate”, la inflación desbocada, la pobreza, el gasto público. Todos los flancos débiles de Massa fueron expuestos. ¿Sus respuestas? Insustanciales y dubitativas. A Javier Milei se lo vio casi desdibujado, haciendo demasiados esfuerzos por controlarse y con varios traspiés, como cuando pareció reconocer la existencia de “chorros” en sus listas. Recitó como un profesor, con un tono casi aburrido. Juan Schiaretti estuvo sólido, categórico y claro. Buscó mostrarse por encima de las chicanas y los cruces agresivos. Myriam Bregman, sin demasiados cambios respecto al primer debate: suelta, cómoda en el escenario pero con escasos argumentos para sostener sus posturas constantes. En suma: un debate mucho más interesante y ágil, pero con el interrogante de siempre: ¿cambiará algo?

Jorge Liotti

Milei

MILEI

2,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Bullrich

BULLRICH

3,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

4

Estrategia

4

Gestualidad

3

Massa

MASSA

2,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

3

Estrategia

2

Gestualidad

2

Schiaretti

SCHIARETTI

3,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

4

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

3

Bregman

BREGMAN

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

3

Definitivamente este segundo debate fue mucho más atractivo que el primero como espectáculo político, tuvo más temperatura, hubo más cruces y voluntad de arriesgar. Los candidatos utilizaron estratégicamente sus derechos a réplica y preguntaron mejor en el último tramo. Sin embargo, en lo conceptual no dejó muchas novedades y es improbable que impacte demasiado en los votantes. Patricia Bullrich entendió que era la que debía apostar más fuerte y asumió un protagonismo que no tuvo siete días atrás. Estuvo más combativa y ágil para reaccionar. Es el tono que mejor le calza porque le permite disimular sus debilidades argumentativas. Abandonó su estrategia de no embestir contra Javier Milei y así rompió la polarización que el libertario había establecido con Sergio Massa. El ministro esta vez recibió más críticas. En Santiago del Estero le habían hecho precio, pero anoche los temas más ríspidos estuvieron muy presentes, sobre todo la situación económica y el affaire Insaurralde. No perdió la compostura y buscó mostrarse propositivo, pero el tono algo afectado que utiliza le hace perder empatía y suena un poco sobrador. Milei fue el que más retrocedió. Buscó recostarse en su zona de confort como líder en la carrera presidencial, pero esta vez no le funcionó. Bullrich lo atacó y sus respuestas no convencieron. También Myriam Bregman lo llevó a la disputa directa y lo perturbó. Abusó de la postura docente y no fue claro con sus propuestas. Tuvo un yerro fatal: admitió implícitamente tener “chorros” en sus listas. Juan Schiaretti fue otro de los repuntes de la noche. No abusó tanto del cordobesismo y le agregó una dosis mayor de energía a sus intervenciones y a los cruces con sus pares. Se notó que era la figura de mayor densidad política sobre el escenario. Y Bregman se desempeña siempre con ductilidad en los debates. Conoce el juego y se siente cómoda. Nunca se deja marginar. Supo capitalizar el segmento ambiental para tirar dardos a sus rivales. No sorprende con su set de propuestas.

Diego Cabot

Milei

MILEI

2,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

3

Bullrich

BULLRICH

3,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

4

Estrategia

3

Gestualidad

3

Massa

MASSA

1,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

1

Reflejo político

1

Estrategia

1

Gestualidad

1

Schiaretti

SCHIARETTI

2,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

3

Bregman

BREGMAN

2,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

2

Estrategia

1

Gestualidad

3

Fue un debate distinto. Quienes miraron las dos horas desde su casa quedaron más conformes porque esta vez hubo más código televisivo. Chicanas, preguntas punzantes, réplicas y muchas referencias directas. Era lo que muchos esperaban. Pero ese territorio excluye, muchas veces, las referencias a los planes de gobierno. Ahora bien, estos debates no parecen ser el lugar propicio para que transcurran entre tecnicismos. Los votantes esperaban que cada uno muestre su carácter y, claro, deberían estar satisfechos. Más emocionalidad que racionalidad. Patricia Bullrich rompió aquella dualidad que instalaron Sergio Massa y Javier Milei en el primer debate. Le colocó varias estocadas al ministro de Economía, incomodó al libertario y contestó más suelta. Fue la más auténtica. Milei cumplió su estrategia y no se salió del libreto. Sin sorpresas, pero sin grandes errores. Eso sí: no pudo explicar cómo Luis Barrionuevo encaja en la lucha contra la casta. Massa fue el gran perdedor. Incómodo y vulnerable por la pésima gestión. Juan Schiaretti expresa una casualidad política. Hizo una carrera ignorando todo el país menos Córdoba al punto que en las otras 23 provincias casi no se conocía su voz. Myriam Bregman no condenó el ataque de Hamas a Israel y eso ya le impidió pescar fuera de su pecera. Pero como siempre, gran oradora.

Luciana Vázquez

Milei

MILEI

2,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

3

Estrategia

2

Gestualidad

1

Bullrich

BULLRICH

3,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

4

Estrategia

4

Gestualidad

4

Massa

MASSA

2,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

2

Schiaretti

SCHIARETTI

2,8

puntos promedio

Solidez argumentativa

4

Reflejo político

3

Estrategia

2

Gestualidad

2

Bregman

BREGMAN

2,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Hubo un ganador claro que se vuelve todavía más indiscutido porque rompe con una mala racha: Patricia Bullrich registró un triunfo doble sobre los otros cuatro candidatos pero, sobre todo, sobre sí misma. Pudo al fin reencontrarse con su veta de “luchadora”, tal como se definió. No puso foco en la calidad de sus argumentos ni en la claridad de las propuestas a futuro, que fueron pocas. Pero se concentró en la munición gruesa contra Sergio Massa y contra Javier Milei, y ahí sumó acierto tras acierto. Lo que no logró en el primer debate, lo hizo en este: ridiculizó la estrategia de Massa de remitirse a la gestión en Tigre y no a la administración actual, y subrayó la responsabilidad de Massa en este gobierno, en la crisis macroeconómica, en las sospechas de corrupción en la Aduana, en los vínculos con el narcotráfico en el caso Scapolán, en el affair Insaurralde y mencionó explícitamente a Cristina Kichner y la causa Hotesur. Lo dejó offside en su supuesto feminismo, cuando salió a defender a Myriam Bregman de un encontronazo con Milei. Al libertario, lo acorraló con su pregunta sobre sus vínculos con la casta de Barrionuevo y de Massa y cuando lo expuso por sus expresiones sobre “los viejos meados”, “los mogólicos” y las mujeres. Sin lograr reconciliarse del todo con su aparato fonador a la hora de pronunciar las frases, Bullrich creó más latiguillos que Bregman en el primer debate, que esta vez perdió brillo y protagonismo. A Bregman, quizás, la condicionó lo mal parada que la dejó ser la única candidata que culpó a Israel de los ataques terroristas de Hamas.

Luis Cortina

Milei

MILEI

2,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

2

Estrategia

1

Gestualidad

2

Bullrich

BULLRICH

3,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

4

Reflejo político

4

Estrategia

4

Gestualidad

2

Massa

MASSA

2,8

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

2

Schiaretti

SCHIARETTI

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

4

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

2

Bregman

BREGMAN

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

4

Estrategia

3

Gestualidad

3

Sin un claro ganador, en el segundo debate se invirtieron los resultados respecto de la primera edición. Muy desdibujada e insegura el domingo anterior, Patricia Bullrich se mostró mucho más decidida y contundente. No fue muy específica al desgranar sus propuestas, algo que afectó a todos los contendientes, tal vez con la excepción de Juan Schiaretti. El gobernador de Córdoba también demostró que aprendió de sus errores al expresarse, esta vez, como un candidato presidencial sin tantas referencias a su gestión en el terruño. De hecho, fue el único que no leyó sus ideas, aun en el minuto final, reflejando su paso por una gestión ejecutiva concreta y su experiencia en la política. Sergio Massa y Javier Milei fueron perdedores, al menos respecto del resultado del primer debate. El ministro de Economía aguantó como pudo los golpes de todos sus contrincantes, que le recordaron a cada instante los escándalos de corrupción en el gobierno del que es parte y le preguntaron por qué no había hecho nada por aplicar las ideas “de cambio” que propone. A Milei se lo vio errático y dudoso al tener que responder y proponer sobre áreas fuera de la economía, además de su irritación al tener que contestar preguntas más allá de sus convicciones. Es más, siguió enfocado en esa óptica para mirar capítulos sensibles como la seguridad, la salud y el medio ambiente. Su respuesta a Bullrich sobre su acuerdo con Luis Barrionuevo fue, sin duda, su punto más débil: su réplica fue más bien la admisión de que aceptó incorporar a “chorros”. Myriam Bregman, una vez más, estuvo sólida en la argumentación de sus ideas, aunque no pudo salir de sus limitaciones ideológicas, como si no quisiera lograr más votos que los que su limitada afición le permite.

Paz Rodríguez Niell

Milei

MILEI

2,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

3

Bullrich

BULLRICH

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

3

Estrategia

4

Gestualidad

3

Massa

MASSA

2,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

2

Schiaretti

SCHIARETTI

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

4

Reflejo político

2

Estrategia

3

Gestualidad

3

Bregman

BREGMAN

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

3

Patricia Bullrich fue protagonista en este segundo debate y, cuando está peleando por llegar al ballottage, haber ganado centralidad es algo que puede celebrar. Este domingo se vio ni más ni menos que lo que se esperaba de ella la semana pasada. Bullrich siendo Bullrich. Con este despertar incomodó más a Sergio Massa y consiguió romper el eje Massa-Milei, que había dominado el debate anterior. Su discurso se apoyó en buena medida en frases efectistas y eslóganes redondos y arrabaleros que no sonaban realmente espontáneos, pero que lograron el objetivo de marcarles puntos débiles a sus rivales. La semana pasada, Bullrich había tenido problemas cuando debió hablar de economía. Seguridad es el tema en el que se siente más fuerte. Lo contrario de Milei. Él volvió a apostar ayer, como en el primer debate, a no salirse de su eje y lo consiguió casi todo el tiempo, pero con ese juego conservador, perdió frescura y sorpresa. Su peor momento fue la respuesta que empezó con un “vos también” cuando Bullrich lo acusó de tener “chorros” en sus listas. Lejos de la pelea central, a Juan Schiaretti se lo notó cómodo con cómo evolucionó la noche y Myriam Bregman, que quedó a contramano con su crítica a Israel, volvió a demostrar su capacidad como oradora. Superados los dos debates, sin un ganador evidente, los cinco candidatos se mostrarán victoriosos y es muy probable que ninguno haya perdido.

Martín Rodríguez Yebra

Milei

MILEI

2,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

1

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

3

Bullrich

BULLRICH

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

4

Estrategia

4

Gestualidad

2

Massa

MASSA

2,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

2

Estrategia

3

Gestualidad

3

Schiaretti

SCHIARETTI

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

4

Reflejo político

2

Estrategia

3

Gestualidad

3

Bregman

BREGMAN

2,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

3

Estrategia

3

Gestualidad

2

Patricia Bullrich se ganó a sí misma. Su desempeño del domingo anterior la obligaba a una remontada que la mostrase con signos vitales. Sacó de entrada el caso Insaurralde, la corrupción kirchnerista y la denuncia de un pacto Massa-Milei. Acertó en la estrategia y logró la centralidad que le había sido esquiva en el primer debate. No ofreció propuestas, leyó más de la cuenta y se la vio más cómoda en el cuerpo a cuerpo que en la argumentación. Pero medido en función de las expectativas, salió mejor de lo que entró. A Sergio Massa esta vez le pegaron las balas. Repitió el tono mesurado y habló de futuro más que el resto, pero desde todos los costados le recordaron que es parte de este gobierno y socio del kirchnerismo. Intentó un salto espacio-temporal al ofrecer como credencial su gestión municipal en Tigre, que terminó hace 8 años. Como si desde 2015 hasta ahora se hubiera dedicado a la contemplación filosófica. Javier Milei estuvo fuera de eje. Tiene un enorme problema para responder preguntas concretas (se entiende su alergia al periodismo crítico) y su plan de debate fue errático, arrastrado más de lo conveniente al duelo con Myriam Bregman. Sufre cuando tiene que hablar de algo distinto a la economía. Se concentró tanto en mostrar aplomo que perdió la espontaneidad, su marca registrada. Juan Schiaretti volvió a exhibir solidez argumental y mesura. Supo encontrar un lugar: el de la voz de la experiencia. Bregman siempre explica de forma clara lo que piensa. Jugó su juego con naturalidad. El vuelo bajo de la discusión matiza la asignación de medallas. A nadie le fue tan mal como para pensar que perdió votos en la noche del domingo.

Fernando Laborda

Milei

MILEI

2,5

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

2

Estrategia

3

Gestualidad

2

Bullrich

BULLRICH

3,0

puntos promedio

Solidez argumentativa

2

Reflejo político

4

Estrategia

4

Gestualidad

2

Massa

MASSA

1,8

puntos promedio

Solidez argumentativa

1

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Schiaretti

SCHIARETTI

2,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

3

Reflejo político

2

Estrategia

2

Gestualidad

2

Bregman

BREGMAN

2,3

puntos promedio

Solidez argumentativa

1

Reflejo político

3

Estrategia

2

Gestualidad

3

El segundo debate no arrojó un claro ganador, pero ofreció una novedad: esta vez, a Sergio Massa le llegaron los golpes de sus adversarios y el postulante de Unión por la Patria no la pasó bien. Era evidente que el contexto que dominó la agenda nacional durante la última semana, signado por la profundización de la crisis cambiaria y las derivaciones del yategate, no iba a favorecer a Massa, y tanto Javier Milei como especialmente Patricia Bullrich sacaron provecho de esa situación. El candidato libertario planteó que la Argentina atraviesa la peor crisis de su historia y habló de hiperinflación, mientras que la postulante de Juntos por el Cambio machacó con la corrupción del kirchnerismo, sin que el candidato del oficialismo pudiese amortiguar los embates. Los principales golpes de efecto los brindó Bullrich y estuvieron dirigidos precisamente a socavar la imagen de Massa. El problema de la candidata de Juntos por el Cambio es que, si bien está claramente pugnando con Massa por un lugar en la segunda vuelta, su principal desafío pasa por recuperar los votos que su fuerza ha venido perdiendo a manos de La Libertad Avanza. Sin embargo, Bullrich decidió no confrontar directamente con Milei en materia económica, sino que ha preferido delegar esa tarea en Carlos Melconian. En cambio, resolvió atacar al líder libertario por el costado político: la presencia de dirigentes cercanos a Massa -“chorros” los llamó- y su acuerdo con Luis Barrionuevo. Pese a que a la hora de las preguntas cruzadas Massa y Milei mostraron una curiosa suavidad, la competencia sí apareció cuando el candidato de Unión por la Patria vaticinó que con Milei se vuelve a “un régimen de esclavitud”. Pero quien en mayor medida arremetió contra Milei fue Myriam Bregman, en lo que algunos observadores interpretaron como una suerte de trabajo sucio que podría terminar favoreciendo a la coalición oficialista, que lucha con La Libertad Avanza por el voto de un segmento socioeconómico bajo. Juan Schiaretti mostró solidez argumentativa, pero al igual que en el anterior debate, pareció enfocarse en un mensaje que apeló al reconocimiento del interior profundo y de los cordobeses. Fuera de las especulaciones acerca de quién pudo haber ganado, el debate resultó pobre y llamó la atención que, durante el eje sobre desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente, no se haya discutido sobre las derivaciones de la ley de alquileres y su futuro.

Fuente: La Nación

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