La denuncia de Nisman recayó en el juez más enfrentado con Cristina

La denuncia contra Cristina Kirchner que presentó el fiscal Alberto Nisman antes de morir cambió de juzgado por tercera vez. Ahora es el juez federal Claudio Bonadio quien se quedó con el expediente, en que se debe investigar si la ex presidenta se complotó para librar de responsabilidades a los acusados iraníes en el atentado contra la AMIA, a cambio de negociar petróleo y granos.

El juez federal Ariel Lijo perdió la causa y quedó en manos de Bonadio por decisión del presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun.

Así, el asunto quedó a cargo del juez que mantuvo los más severos enfrentamientos con la ex presidenta, el primero que la procesó, que allanó sus empresas y los estudios de sus contadores y escribanos, y que imprimió velocidad a todas los expedientes en los que la tuvo en la mira.

El destino final de la denuncia de Nisman fue anticipado por la defensa de la ex presidenta en esta causa, a cargo del abogado Alejandro Rúa, que viene denunciando una maniobra de forum shopping, como se conoce en tribunales la práctica de elegir un juez que sea más favorable a los deseos de los denunciantes.

«Esto no es más que la concreción de una maniobra de forum shopping que inició la misma Cámara Federal cuando respaldó la actuación del juez Bonadio», dijo Rúa anoche a LA NACION. No sin ironía deslizó que la causa quedó radicada en el «juzgado federal en lo Cristina Kirchner», por las causas contra la ex presidenta que tramitó el juzgado de Bonadio. Según argumenta Rúa, la causa debe quedar en el juzgado de Rodolfo Canicoba Corral, que investiga la voladura de la AMIA, pues los casos de encubrimiento -como el de Cristina Kirchner- son siempre conexos con el principal.

La causa contra la ex mandataria, iniciada por Nisman cuatro días antes de aparecer muerto con un tiro en la cabeza, tuvo un derrotero tan largo como escandaloso que la llevó a estar dos años paralizada y pasar por las manos de tres jueces. Recién hace cinco meses que se encaminó con las primeras medidas que dispuso el juez Lijo. El expediente se inició el 14 de enero de 2015. Nisman denunció que Cristina Kirchner firmó el memorándum con Irán para librar de responsabilidad a los iraníes del ataque a la AMIA.

El juez Daniel Rafecas, que intervino en primer lugar, desestimó la denuncia sin tomar medidas. Afirmó que no era verosímil lo que postulaba Nisman. Esto, a pesar de que el fiscal Gerardo Pollicita había impulsado la investigación.

La decisión fue confirmada por los jueces Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, de la Cámara Federal. El fiscal Germán Moldes llevó el asunto hasta la Cámara de Casación Penal. En esa instancia, el fiscal Javier De Luca postuló que no había delito en lo que denunciaba Nisman y desistió de la apelación. Sin impulso fiscal y sin querellantes que puedan empujar el caso, la causa contra Cristina Kirchner fue desestimada por la Casación.

Tiempo después, familiares de víctimas de la AMIA denunciaron que en el juzgado de Bonadio tramitaba una denuncia contra el ex canciller Héctor Timerman por traición a la patria. Allí se investiga una conversación que mantuvieron Timerman y un dirigente de la comunidad judía en la que el ex canciller admite que, aun a sabiendas de que Irán estaba detrás del atentado, negoció la firma del pacto.

Familiares de víctimas de la AMIA se presentaron ante Rafecas diciendo que con estas nuevas pruebas había que reabrir la causa y pidieron ser querellantes. Rafecas se lo negó y reiteró la desestimación de la denuncia.

El expediente recorrió el mismo camino que antes. Subió a la Cámara Federal, que confirmó la desestimación, y en la Cámara de Casación el fiscal Javier De Luca volvió a decir que no había delito, pero denunció que con la causa de Bonadio y la aceptación de los familiares de víctimas de la AMIA como pretensos querellantes se estaba frente a un caso de forum shopping.

A pesar de que De Luca desestimó la denuncia, la Casación pudo resolver porque los familiares de las víctimas como pretensos querellantes apelaron la decisión de cerrar la causa. Allí fue decisivo el voto de los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Ana María Figueroa, que votaron por la reapertura de la denuncia de Nisman contra la ex presidenta, apartaron a la Sala I de la Cámara Federal y a Rafecas. Por sorteo fue designado el juez Lijo, pero Bonadio le pidió que se inhiba. Planteado el conflicto, ayer lo resolvió Irurzun y Bonadio, una vez más, investigará a Cristina Kirchner.

Derrotero del expediente

Tres jueces en dos años para una causa que no avanza

Daniel Rafecas

Juez federal

Fue el primer juez que tuvo la denuncia de Nisman contra Cristina Kirchner. El fiscal Gerardo Pollicita impulsó la investigación y le pidió que realizara 50 medidas de prueba. Pero el juez, tras analizar el caso durante unos días y sin promover las pruebas pedidas por el fiscal, desestimó la denuncia al sostener que no había delito en lo que denunciaba Nisman

Ariel Lijo

Juez federal

Tras dos años de inacción, en los que el expediente subió y bajó por todas las instancias, la Cámara de Casación decidió a fines de 2016 reabrir el caso. Apartó al juez Rafecas y a la Cámara Federal que se habían opuesto a su investigación, y por sorteo fue designado el juzgado de Ariel Lijo para intervenir. No obstante, de manera paralela en el juzgado de Bonadio se tramitaba una causa conexa

Claudio Bonadio

Juez federal

El juez ya investigaba al ex canciller Héctor Timerman porque en una grabación dijo que había negociado el pacto con Irán a pesar de que sabía que eran los responsables del ataque a la AMIA. Por ese antecedente, anterior a las medidas que tomó Lijo, es que ayer el presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, decidió que Bonadio se quede con la denuncia de Nisman

Del editor: qué significa

Cada vuelta que da el expediente de la denuncia de Nisman más se desgasta. Ahora con Bonadio, se politizará más.

Fuente: La Nación

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