El misterio Milei, las movidas de la oposición y la negociación inevitable

Hacer funcionar al Congreso en pleno enero no es tarea sencilla. Aunque cueste creerlo al tratarse de la casa de los representantes del pueblo, para que todos los engranajes se activen es necesario una negociación previa con APL, el gremio que nuclea al personal legislativo. 

En plenas vacaciones, hay anécdotas que vuelven al palacio un lugar tenebroso. O por lo menos dificultoso para trabajar. El verano pasado, por ejemplo, la comisión de juicio político se activó la última semana de enero. En el edificio anexo había una reunión de diputados, cuando ya se hacían las 20 vino un empleado y les avisó que su turno terminaba y se tenía que ir. Eso significaba apagar el aire acondicionado. Siguieron una hora y media más padeciendo el calor del verano. No todo es fácil para la casta.https://d73a0cc65ad6700fdda6d3e5fef5b823.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html

El decreto que firmó este viernes Javier Milei abre las sesiones extraordinarias desde el próximo martes hasta el 31 de enero. Lo llamativo es que desde 2002 que el Congreso no se abre en el primer mes del año (con suerte la última semana de enero). TE PODRÍA INTERESAR

Si efectivamente el Congreso se activa durante enero sería una excepcionalidad más a las que empieza a acostumbrar Milei al resto de la política. Minimizado desde el primer día, utilizado desde el segundo y subestimado desde el tercero, el presidente libertario se volvió un misterio difícil de desentrañar. 

Desde que ganó las elecciones, Milei sorprendió con su nivel de pragmatismo a la hora de armar su Gabinete, negociar cargos en el Congreso y mostrar una cercanía al peronismo que hasta ese momento no tenía. Se alejó de todos los economistas con los que trabajó en la campaña y los planes de dolarizar y dinamitar el Banco Central quedaron en segundo plano. 

El misterio Javier Milei

Con el mega DNU volvió a descolocar. ¿Reapareció el Milei intempestivo que acelera a fondo mientras se acerca a una curva o es una maniobra maestra de negociación política en este marco de pragmatismo que viene mostrando? Desde que se conoció el texto, la clase dirigencial atravesó diferentes estados de ánimo: se pasó del shock a la incertidumbre sobre los pasos que seguirá el presidente. Sin embargo, lo que viene creciendo es la sensación de que se abrió una puerta para la negociación.

Acompañado por ministros y otros funcionarios, Milei dio su primera cadena nacional para presentar el mega DNU. Foto: X.

Los números están flojos para La Libertad Avanza en el Congreso para aprobar el DNU. Podría, en el mejor de los casos, lograr que sectores del radicalismo y de bloques provinciales no lo rechacen sino que se abstengan (hay posiciones en la UCR muy disímiles). Pero igual perderían la elección. Unión por la Patria y la izquierda superan los 100 votos, mientras que los mileístas, el PRO y aliados apenas superarían los 80. En el Senado el panorama es más complejo aún. Así, el mejor escenario para que el DNU no se caiga sería lograr que no se vote nunca en alguna de las dos cámaras.

Eso lo puede pensar gracias al reglamento que ideó Cristina Kirchner en 2006, que establece que los decretos de necesidad y urgencia necesitan el rechazo de las dos cámaras para caerse. Con la aprobación de una de las dos ya queda firme como ley. O sea, un decreto necesita menos votos que un proyecto tradicional para convertirse en ley.

Ese escenario, de salirle bien, dejaría al DNU librado a la suerte judicial. Y hay altas chances de que cualquier juez acepte una medida cautelar y suspenda sus efectos, hasta que se defina la cuestión de fondo. El camino termina indefectiblemente en la Corte Suprema, quizás con un per saltum, acelerando el proceso. Pocos juristas creen que el texto saldría indemne de los tribunales.

Demasiado riesgo para el pragmatismo de Milei, sobre todo porque ya quedó demostrado en los posicionamientos públicos que sí estaría el número parlamentario para avanzar con gran parte del contenido del DNU. Mejor un 50% que nada. Y si es más, mejor todavía.

Negociaciones que se vienen

“Vamos a discutir, buscar el consenso y de alguna manera u otra nos vamos a poner de acuerdo”, ya planteó Oscar Zago, presidente del bloque de diputados de LLA. Esas discusiones empezaron de manera incipiente. Desde algunos bloques ya intercambiaron ideas con Zago y Martín Menem. Pero todos saben que necesitan llegar al ministro del Interior, Guillermo Francos, para escalar un piso en las conversaciones. “Ya hay líneas de negociación, pero todos los interlocutores le temen a Milei para llevarle el mensaje real”, describe un diputado que conoce de negociaciones 

El martes se espera que empiece a crecer el intercambio de ideas. Los bloques de la oposición que están lejos en las formas (el mega DNU) pero no tanto en el contenido (desregular la economía) se están abocando a analizarlo a fondo. El radicalismo, por ejemplo, mantuvo el jueves una reunión de dos horas, donde hubo algunos con posiciones duras en contra del decreto y otros más moderados, buscando consensos. “La idea es generar un canal de conversación con el Ejecutivo. No vamos a decirle que no de una, vamos a usar todo el tiempo posible”, asegura una voz interna. La idea es no quedar en la postura de rechazo duro junto al kirchnerismo. Mismas posturas están teniendo desde otros sectores de Juntos por el Cambio o de los bloques provinciales.

El martes, encuentro con los 24 gobernadores en la Casa Rosada. Foto: NA.

La intención es poder empezar a hacer eje en los puntos que socialmente pueden ser más controvertidos. Miran las regulaciones en las tarjetas de crédito, algunas declaraciones de trabajo esencial o trascendental (como el de los gastronómicos), la reforma en materia laboral o los cambios en salud. El menú que le ofrecen es claro: negociemos dejar afuera o modificar algunos puntos del DNU y votemos todo en el Congreso, para dotarlo de más fuerza y evitar que se frene en la Justicia.

Por estas horas ya se está repasando el antecedente de Mauricio Macri, que el 11 de enero de 2018 publicó un DNU de desburocratización. Tenía 190 artículos y modificaba también muchas leyes o decretos. El 20 de febrero, a pesar de tener dictamen de mayoría de la bicameral, diputados de Cambiemos presentaron el mismo contenido en tres proyectos de ley distintos. Se aprobaron el 21 de marzo en Diputados y el 30 de mayo en el Senado. Esa demora, en parte, es lo que quieren evitar cerca de Milei.

El paquete de extraordinarias

Como contrapartida, la no negociación podría implicar trabas también para todo el otro paquete que va a tener que debatir el Congreso. La ley Ómnibus (llamada en el decreto “ley de reforma de funciones del Estado”), la boleta única o la vuelta atrás con Ganancias, tendrán el camino más tumultuoso. “Si no negocia el DNU se le van a complicar las leyes”, advierte un diputado, dejando en claro que hay un grupo que quieren meter todo en la misma bolsa y que el ómnibus se transforme en camión con acoplado. Todos los bloques que no son ni LLA ni el PRO, con rencores por como le viene dando la espalda al Congreso desde la asunción, están en esa tesitura.

Para colmo, saben que esta semana recibirán el proyecto de “reforma de las funciones del Estado” que tendrá más puntos controvertidos. Esperan que sea más grande que lo que ya vieron y con cuestiones tan disímiles entre sí como las que plantea el DNU. Irá desde la eliminación de las PASO hasta habilitar nuevos blanqueos y moratorias, pasando por cuestiones vinculadas a la educación. “Prometen cosas muy disruptivas en lo educativo”, anticipan.

Piqueteros y sindicalistas en contra lo ven como el escenario más favorable desde los discursivo en Casa Rosada. Foto: Juan Mateo Aberastain/MDZ.

Para Milei la clave es terminar dando una señal de “cambio profundo”. Si mandaba un paquete de leyes y se lo volteaban, su gobierno arrancaba rengo. Ahora ya se saben los posicionamientos de cada espacio. Los obligó a fijar una postura antes de que empiece el debate y si tan de acuerdo están con las modificaciones no tendrán mucha escapatoria. Se despertó la CGT, por otro lado, después de su letargo de 4 años, algo que celebran los libertarios: el tener al sindicalismo y los piqueteros en contra facilita el discurso.

Quedará en manos de Milei definir el futuro de su propia criatura. Hasta ahora la postura que transmitió fue de intransigencia o de incluso redoblar la apuesta. El decreto no se toca, dicen. Será cuestión de ver si logra convencer a los dialoguistas o termina eligiendo el camino de la negociación. En la cadena nacional hizo un planteo claro: su propuesta viene a “destrabar regulaciones que pretendían dar soluciones pero solo generaron más problemas”. Si realmente quiere destrabarlas deberá negociar alternativas en el Congreso; caso contrario, el DNU difícilmente se pueda aplicar en el largo plazo y seguirán los mismos problemas.

Fuentte: Mendoza online

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