El Gobierno se comprometió ante el FMI a acelerar el ritmo de devaluación para ganarle a la inflación mensual

“Mientras continúan los controles cambiarios para asegurar el target de reservas, estamos trabajando para efectivizar el funcionamiento del mercado, con foco en los incentivos y en reducir su complejidad”, asegura el texto. De hecho, Sergio Massa mencionó ya en redes sociales la intención de avanzar en esta dirección, aunque por ahora sin mayores precisiones. El equipo económico aclara que solicitó la asistencia técnica del Fondo para avanzar en esta dirección.

Tal como se había anunciado, el FMI aceptó flexibilizar la meta de reservas netas por los efectos que tendrá la sequía en el nivel de exportaciones. Para fin de marzo, el stock exigido bajó en USD 3.500 millones. Sin embargo, la exigencia fuerte sigue siendo la de fin de junio, ya que habrá que acumular nada menos que USD 4.900 millones.

El fuerte aumento de reservas exigido para este trimestre va en línea con la estacionalidad, ya que es cuando mayor liquidación de divisas se produce por las ventas del complejo cerealero. Sin embargo, Massa anunciará mañana un dólar agro para incentivar la liquidación de divisas en un año particularmente malo por cuestiones climáticas.

En el reporte completo publicado ayer en el sitio web del FMI, el staff del organismo reitera en varias oportunidades que la situación de la economía argentina es “frágil” y que prácticamente todas las variables corren riesgo de deteriorase más allá de lo previsto por el propio reporte.

El FMI explicitó su preocupación por el aumento de la brecha cambiaria al 90% y sugiere que debe acelerarse el ritmo de aumento del tipo de cambio oficial para controlar que no se siga agrandando. Incluso se juega con una proyección de atraso cambiario de “hasta el 25%”, que para el mercado es mucho mayor

De hecho, el organismo todavía subestima los niveles de inflación del 2023 a cerca del 80%, aunque reconoce que las expectativas se mantienen en el 100%. Y por otra parte sostiene que la economía podría aun mantenerse en positivo, cuando buena parte de los analistas ya proyecta una recesión de por lo menos 3% del PBI, en buena medida por la sequía pero también por la caída del salario real en un contexto de fuerte suba de precios.

Respecto a los precios, los técnicos del FMI indican que el objetivo de las políticas económicas en marcha es que la inflación baje de un promedio de 6% mensual en los primeros meses del año a un ritmo más cercano al 4% mensual para mediados de 2023. Sin embargo, se trata de un objetivo que luce cada vez más lejano luego de la fuerte aceleración de precios de febrero y marzo.

El Fondo insiste en este caso con sus recetas clásicas para contener la inflación. Se mantuvo, por ejemplo, la meta de déficit primario de 1,9% del PBI para este año, a pesar de las pérdidas de recaudación generadas por los menores ingresos de retenciones. También se mantienen los cronogramas de aumentos de tarifas para los próximos meses y se insiste con la necesidad de encontrar ingresos adicionales para cubrir la suba del gasto por la nueva moratoria previsional aprobada por el Congreso hace pocas semanas.

Fuente: Infobae.com

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