Analistas estiman que la devaluación del peso se acelerará en el segundo semestre

La escalada vertiginosa del dólar blue que este viernes cerró en $138 lo que implica una suba semanal de $16 amplió la brecha cambiaria a 97% con el minorista oficial que promedió $ 70,05. Los dólares financieros paralelos culminaron la semana con aumentos cercanos al 5%, y una brecha en torno al 80%. Esa magnitud genera presiones sobre el tipo de cambio oficial, y por ende, expectativas de devaluación. Los analistas consultados por PERFIL ven chances de una corrección más acelerada del tipo de cambio durante el segundo semestre, una vez superado el aislamiento obligatorio. Hasta ahora, el Banco Central convalidó un deslizamiento muy gradual del dólar oficial a costa de vender reservas. En el segmento mayorista, la divisa finalizó ayer en $ 67,73, un alza semanal de 46 centavos, pero “volvió a vender unos US$ 60 millones de dólares ante la falta de oferentes”, señaló Sebastián Centurión de ABC Mercado. En los días previos, vendió niveles similares. Desde mediados de abril cuando empezó la presión sobre los dólares paralelos –en plena cuarentena e incertidumbre por deuda–, el BCRA vendió casi 800 millones para contener la demanda de divisas pese a ser la época de liquidación de la cosecha gruesa que es cuando normalmente aprovechando para comprar y engrosar así las reservas. El stock de reservas alcanzaba a US$ 43.925 millones antes del inicio del confinamiento pero con el drenaje constante de ventas, ahora se ubican en US$ 43.200 millones. Martín Vauthier, de Eco Go, señaló que “el aumento de la brecha cambiaria está forzando al BCRA a vender dólares pese al cepo duro, de que las importaciones están en un nivel bajo por la caída de la actividad, y de estar en plena liquidación de la cosecha de soja, si debe seguir vendiendo dólares todos los días al ritmo que lo ha hecho, en algún momento va a mover un poco más rápido el oficial presionado por el impacto de la brecha sobre el superávit comercial y sobre las reservas”. En sintonía, Rodrigo Álvarez, de Analytica, explicó que “ya con una brecha superior al 50%, la economía empieza a funcionar mal, el incentivo a liquidar las exportaciones se desploma, se potencia el adelantamiento de importaciones, la liquidación de dólares oficiales empieza a restringir, por lo que en algún momento el gobierno va a tener que acelerar un poco el ritmo de devaluación porque si no, los dólares comerciales no van a aparecer”. Matías Rajnerman, de Ecolatina, acordó que este nivel de brecha “puede generar presiones cambiarias, hoy el incentivo a no liquidar exportaciones o a sobrecomprar dólares con las importaciones es alto”, con lo cual “se originan menos dólares netos que pueden derivar en una suba del tipo de cambio,no una disparada, o en una pérdida de reservas”. En ese marco, consideró que la estrategia de microdevaluaciones que aplica el BCRA “son insostenibles y terminan convalidando una devaluación mayor como pasó a principios de 2014”. De igual mirada, Santiago Taboada, de consultora Ferreres, planteó que “el aumento de las brechas y la devaluación de monedas de países vecinos le ponen presión al tipo de cambio”. “En la cuarentena no creo que el gobierno vaya a convalidar una suba fuerte, porque agregaría más problemas de los que ya tiene la economía con la cadena de pagos y la recesión, pero estimamos que una vez que este el panorama claro en el tema deuda y la economía se empiece a normalizar, van a hacer una corrección más brusca del tipo de cambio”, evaluó. En concordancia, el economista Fernando Marull, “esta dinámica no es sostenible en el tiempo, en algún momento probablemente pasada la crisis, el BCRA va a acelerar la suba del tipo de cambio, más pensando en el segundo semestre”. “Se vuelve al equilibrio o bien apretando el cepo cambiario o subiendo el tipo de cambio, no le quedará otra, no puede seguir vendiendo US$50 millones diarios, tiene solo US$11 mil millones de reservas netas”, auguró. El grupo SBS advirtió que “la solución podría combinar 3 elementos: una tasa de depreciación mayor a la de expansión monetaria, una esterilización más activa y restricciones cambiarias adicionales”.   Sin traslado a precios por ahora La brecha cambiaria de casi 100% por ahora no se trasladó a precios. Los economistas dicen que, mientras las importaciones se hagan al tipo de cambio oficial no hay razones. En abril, la inflación fue de 1,5% frente al 3,3% de marzo, por el derrumbe del consumo a raíz de la cuarentena, y con tarifas congeladas. Para mayo, las consultoras proyectan una inflación entre 1,5% y 1,9%. Sin embargo, los analistas vislumbran una aceleración inflacionaria en el segundo semestre cuando se levante el confinamiento. El REM del BCRA prevé un sendero ascendente de 2,8% en junio, 3,1% en julio, para agosto 3,3%, y septiembre y octubre 3,6%. “La salida de la cuarentena sumado a la emisión monetaria y las presiones devaluatorias por la brecha provocarían una aceleración en los próximos meses”, afirmó Juan Pablo Di Iorio, de ACM. También Rajnerman sostuvo que  “cuando se levante la cuarentena muchos bienes y servicios que no podían operar van a tener saltos discretos”. Otro punto clave para determinar la dinámica de los precios será la negociación de la deuda, que va a tener impacto.

Fuente: Perfil.com

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