Osama Abdul Mohsen escapó de Siria junto a su hijo. En la frontera recibió una patada de una camarógrafa húngara. Esta imagen recorrió el mundo y se habló mucho sobre él. Enterados de que era entrenador en un club de Siria hace unos años, una escuela formadora de técnicos ubicada en Getafe decidió darle un puesto laboral.
El refugiado sirio que recibió una patada por parte de una camarógrafa, quien lo derribó junto a su hijo Zaid, consiguió trabajo como entrenador en Getafe. La imagen de Osama Abdul Mohsen siendo pateado y derribado con su hijo en brazos recorrió el mundo y fue por eso que desde España lo contactaron para que trabaje como entrenador, como solia hacer en Siria.
Enterados de su historia, la directiva de CENAFE (Centro Nacional de Formación de Entrenadores) decidió darle empleo, tomando en cuenta que Mohsen fue entrenador en el fútbol sirio en la década del 90′, cuando estuvo al frente del Al-Fotuwa en la máxima categoría. Por este motivo, Miguel Ángel Galán (Director de la escuela) contó lo siguiente en Cadena Ser: «Somos un centro nacional que forma entrenadores y surgió la idea de ayudar a un compañero. Lo más importante que es una vivienda, manutención, alimentos, ropa y un trabajo, lo van a tener».
De esta manera, una de las historias que hizo tomar conciencia a gran parte del planeta, tras decenas de años de indiferencia, culmina con final feliz y con la ilusión de que, al igual que Mohsen, miles de refugiados que huyen de un conflicto bélico puedan conseguir asentarse definitivamente fuera de su tierra, al menos hasta que la disputa en Siria culmine. Por lo pronto, el fútbol ha sido la salida para este hombre y su hijo, quien sueña con ser jugador de fútbol.
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