“Preparate porque la historia que te voy a contar pasó hace exactamente un año, fue real y no nos había pasado nunca. Hermoso aniversario, ¿verdad?”. La voz en off y el latiguillo de Guillermo Francella, inconfundibles, sirven como intro de la película Muchachos, uno de los documentales de reciente estreno a propósito del primer cumpleaños de uno de los momentos más felices de la Argentina en los últimos tiempos.
Lo curioso es que faltan todavía nueve días para que el mundo termine de girar alrededor del Sol desde aquella inolvidable coronación de la Selección en Qatar 2022 y, llamativamente, la Scaloneta que alcanzó la gloria en Lusail está en el taller de reparaciones, atrapada en una aparente crisis sin salida, desde que Lionel Scaloni avisara en la sala de conferencias del Maracaná que algo o alguien había cortado con la dulzura. Fue sin anestesia después de otro hit deportivo de uno de los mejores seleccionados de la historia. Nadie lo vio venir.
El aniversario, de hecho, no es tan hermoso… ¿Verdad?https://a9b53322ca419bea0fb3bc36256c5f35.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.html
¿Qué pasó para que la armonía se extinguiera así de la nada? Ninguno de los protagonistas se preocupa demasiado en aclarar los tantos, tal vez esperando que el tiempo apague los fastidios. Sin embargo, se sabe, a veces no alcanza con el transitar incesante de las agujas del reloj. Está claro que deben cambiar ciertas situaciones que llevaron al director técnico a sentir una incomodidad imposible de tolerar o disimular. No en vano pasaron más de dos semanas y Scaloni sigue detenido “en la instancia de pensar”.
Dijo el entrenador después de haber ido este jueves a Miami para participar del sorteo de la Copa América 2024 en una muestra clara de que su postura de duda está lejos de ser intransigente y puede todavía revertirse: “Lo que dije después de Brasil es que era un momento personal para pensar y todavía estoy en ese momento de pensar. Es importante hacerlo después de todo lo que conseguimos, pero no hay nada que definir, estoy pensando”.
Y siguió: “No hay nada raro. Los jugadores están muy bien, el equipo está muy bien, y ellos necesitan un entrenador a la altura de ellos. Sigo pensando lo mismo. De todas maneras, creo que hay que descartar un montón de cosas que se están diciendo: la relación con el presidente siempre fue perfecta. Es una decisión exclusivamente mía”.
La imagen de la delegación de la Selección Argentina completa en Miami, con Chiqui Tapia y Lionel Scaloni en el centro de la escena.
Todo eso dijo Scaloni sin decir demasiado. Entrega señales de que sigue en funciones. No sólo porque estuvo de cuerpo presente en el James L. Knight Center donde se realizó el evento de la Conmebol. Sino también porque Luis Martín, preparador físico de su cuerpo técnico, estuvo observando posibles locaciones que sirvan como búnker para el equipo durante la disputa de la Copa América.
Sin embargo, a pesar de esas señales, Scaloni se muerde los labios. No parece posible/creíble que no se sienta a la altura de los jugadores que hace menos de 365 días condujo sin titubeos a la cima del mundo. Si fue capaz de armar “un equipo de autor en su primera experiencia”, tal como lo piropeó Marcelo Bielsa en la Bombonera, resulta extraño que el DT de Pujato y su equipo de trabajo de lujo (Pablo Aimar, Walter Samuel y Roberto Ayala, entre los más reconocidos) no se vean motivados por el desafío de sostenerse en el tiempo y reversionarse en caso de resultar necesario.
Cuando repite en loop que los jugadores necesitan un entrenador que esté a su altura, ¿lo dice desde arriba -llámese exigencias innegociables para seguir adelante- o desde abajo -falta de energías o resignación-? ¿Habrá observado conductas o situaciones que no le cuadraron demasiado en la última doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026 durante la derrota contra Uruguay y el triunfazo -sin brillar- sobre Brasil? ¿Entenderá que todo lo que viene en este segundo tiempo es demasiado cuesta arriba?
La relación con Chiqui Tapia
Las preguntas, por ahora, no tienen respuestas. Es evidente que Scaloni trata de desactivar sospechas. No solo al elogiar a los jugadores, sino también al decir una y otra vez que no tiene problemas con Claudio Fabián Tapia, a quien muchos sindicaron como culpable de todos los males. “Casi que tengo una relación de amistad. No va por ese lado para nada”, descartó.
Y eso que horas antes, en la inauguración de las oficinas de AFA en Miami, el propio Chiqui pronunció una frase que no hizo más que entregar dobles lecturas. “Los títulos no se ganan sólo deportivamente, sino también trabajando”, soltó el mandamás del fútbol argentino. ¿Fue un mensaje encriptado para el entrenador?
La sentencia de Tapia llegó segundos después de que el paraguayo Alejandro Domínguez, titular de la Conmebol, le tirara un container de flores a su colega dirigente al resaltar su rol como arquitecto de la nueva AFA: “Quedó una sola persona y fue el Chiqui Tapia. Miró el futuro, en resumen, fue campeón de América, la más importante de todas las copas que ganó por todo lo que vino después. Él fue el que le dio la chance al director técnico, cuando nadie lo tenía en su vista. Lionel Scaloni es el gran estratega, pero el capitán del barco es Claudio Tapia. Él es el gran capitán del barco” . Fuerte.
Scaloni y la Copa América. Foto: AP
Cumbre con Messi
A pesar de que en un principio trascendió que Miami, el nuevo hogar de Lionel Messi y escenario de la próxima final de la Copa América, sería una especie de Yatasto futbolera donde Scaloni y Tapia resolverían los entuertos de Selección, todo sigue igual.
Ni siquiera hubo encuentro con Messi, quien estaba invitado para participar del sorteo. Eso sí, el capitán campeón del mundo parece ser un eslabón clave para que este culebrón fuera de cálculos llegue a su final. “Hablé con Leo y quedamos en hablar en unos días y a partir de ahí tomaremos la mejor decisión para la Selección, que al final es de lo que se trata”, avisó Scaloni.
Al parecer, tras los desencuentros, la cumbre será en Argentina, donde ambos pasarán las Fiestas de Fin de Año. Uno estará en Rosario y el otro en Pujato. Hay 30 minutos en auto de distancia entre las dos ciudades santafesinas.
Allí, seguramente, Scaloni mostrará sus cartas con absoluta franqueza y buscará el respaldo y la opinión de Messi, quien resultará fundamental con su ayuda para resolver los problemas que atribulan al DT. Se sabe que la voz del 10 resuena con fuerza en las oficinas de la AFA. Y también es palabra santa en los vestuarios. Así, tal vez, se puedan encarrilar las preocupaciones de un entrenador que evidentemente ve algo que no le gusta -¿post Copa América?- y que eligió parar la pelota antes de que sea demasiado tarde.
Scaloni y Messi, juntos, en el amistoso de marzo contra Panamá. Foto: AFP
El calendario 2024 de la Scaloneta
- Fecha FIFA en marzo. Del 18 al 26, para jugar amistosos.
- Fecha FIFA en junio. Del 3 al 11 hay otra fecha FIFA para amistosos previos a la Copa América.
- Copa América. Argentina debuta en el Grupo A el 20 de junio ante Canadá o Trinidad Tobago en Atlanta. El 25 jugará con Chile ante Nueva Jersey y el 29 frente a Perú en Miami. Los cuartos de final se jugarán el 4, 5 y 6 de julio, las semifinales el 9 y 10, el tercer puesto el 13 y la final el 14.
- Eliminatorias para el Mundial 2026. En septiembre jugará dos partidos: el 5 recibiría a Chile y el 10 visitaría a Colombia. En octubre enfrentaría el 10 a Venezuela como visitante y 15 a Bolivia como local. En noviembre, iría a Asunción el 14 contra Paraguay y el 19 recibiría a Perú.
Sobre la firma
Martín VoogdEditor jefe de la sección Deportesmvoogd@clarin.com
Fuente: Clarín.com
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