Las más de 40 mil personas que coparon el Lumen Field de Seattle, en una nueva muestra de los hinchas de River de su amor por los colores, terminaron decepcionadas por el resultado final pero alentaron sin parar y al final, cuando los jugadores de River estaban enardecidos con Dumfries y con la impotencia de la eliminación a cuestas, dejaron un mensaje claro y pidieron por la Copa Libertadores.
Ese es el gran objetivo del año en River, pero no se puede dejar de lado que aquí en Estados Unidos tenía casi que la obligación de pasar la primera fase y no cumplió con el objetivo propuesto antes de que se iniciara la competencia.
River, por momentos estuvo a la altura en el Mundial de Clubes, aun en el partido con Inter, en el que cayó 2 a 0, y tuvo voluntad, pero le faltó consistencia. Y terminó pagando muy caro el 0 a 0 con Rayados de Monterrey en Los Ángeles, donde mereció ganar pero no fue efectivo. Ese resultado lo condicionó para jugar ante Inter.https://efe66795df33bffe5ed1ac8bb00ec5c3.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.html
En la previa, había mucha expectativa. No solo porque River se enfrentaría al subcampeón del Champions League, sino también porque el encuentro ante el Inter se trataba de una final por la clasificación a los octavos de final del Mundial. Y una de las cuestiones que más se esperaba era ver cómo formaría finalmente el equipo de Núñez y cómo Marcelo Gallardo reemplazaría a las bajas de la mitad de la cancha, teniendo en cuenta que Enzo Pérez, Kevin Castaño y Giuliano Galoppo estaban suspendidos.
“Hay que defender bien, atacar y bien y tratar de ser contundentes”, había dicho el Muñeco el día previo. Y agregó: “Vamos a armar una formación lógica”. Y cuando la planilla oficial se confirmó, la certeza fue que el DT iba a sostener el esquema (4-3-3) con el que viene jugando hace tiempo. Y ya en el campo de juego, se comprobó que, fiel a su estilo, la propuesta era tratar de jugar lo más igual a igual posible contra el Inter, al que, de todos modos, en este Mundial, le faltan jugadores claves como Thuram, Calhanoglu, Zielinski y Pavard, todos lesionados, aunque no deja de tener poderío.
La primera impresión al ver las acciones iniciales fue que el riesgo podía ser grande ya que Inter, con un mediocampo conformado por cinco futbolistas, encontraba espacios con facilidad y quedaba de frente para atacar. Sin embargo, con el correr de los minutos River se fue acomodando, y le dio pelea al conjunto italiano y emparejando las diferencias físicas.
Eso sí, le costó generar situaciones porque los defensores de Inter prácticamente que se devoraron a los delanteros de la banda roja, más que nada a Borja. Y Mastantuono y Colidio tenían que hacer un despliegue grande para ayudar en el retroceso. Por momentos, hubo muchos mano a mano durante casi toda la cancha. Y ahí estuvieron firmes los centrales de River en la primera mitad, y también Acuña.https://www.youtube.com/embed/Ix53J2aMN2c?si=m_jwODWKGfBXplE2&enablejsapi=1&origin=https%3A%2F%2Fwww.clarin.com
Desde el banco de suplentes les pedían tranquilidad a los jugadores de River, mucho más cuando empezaron a caer los goles de Monterrey al Urawa en Los Ángeles. Y después de realizar una digna primera parte, las dudas pasaban por ver si Rver podía sostener el ritmo en el segundo tiempo. Pero no le quedaba otra porque tenía que ir a buscar el triunfo para no quedarse afuera.
Iban a quedar espacios para el Inter. Quedó claro cuando a los cinco minutos del complemento, Lautaro lo dejó tirado a Paulo Díaz y definió cruzado. Y después Armani le sacó un mano a mano. Era un vendaval en ese momento el Inter, con un Lautaro endemoniado, al que lo apoyaban de atrás los mediocampistas. A esa altura, la mitad de cancha de River ya no hacía pie y Gallardo la cambió toda. Terminó jugando con el pibe Costantini y Lanzini de doble cinco y Nacho más adelantado.
El Muñeco había acertado con el planteo inicial, pero pifió con los cambios. Quedará para revisar los motivos por los que River tiene un banco de suplentes desbalanceado. Y también la falta de tacto para jugar estos partidos, sabiendo que dos amonestaciones te pueden dejar afuera de un compromiso importante.
En medio del desconcierto, Colidio tuvo la más clara con un cabezazo que quedó en las manos de Sommer y después lo sacaron para que entrara Pezzella porque Martínez Quarta se distrajo, bajó a Mkhitaryan que se iba solo y vio la roja.
River tenía que resistir e ir a buscar el triunfo, pero con 10 hombres. Parecía demasiado. Y Pío Espósito lo confirmó cuando definió con comodidad para empezar a sentenciar la historia, a la que Bastoni le puso punto final para sellar la clasificación del Inter y la prematura eliminación de River en el Mundial de Clubes.
Fuente: Clarín.com
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