Pochettino y Berizzo: los alumnos de Bielsa que dejan huella en Europa

No se trató de una semana cualquiera la que desanduvo Mauricio Pochettino. Y el recuerdo no se limitará exclusivamente a los resultados, que fueron destacadísimos: al éxito 1-0 frente a CSKA, en Moscú, por la Champions League, el miércoles pasado, le añadió el rutilante triunfo 2-0 sobre Manchester City, por la Premier League, marcador con el que Tottenham Hotspurs le puso fin a la racha invicta de 11 partidos que construía Pep Guardiola como conductor de los citizens. Las estadísticas señalarán que su equipo, después de disputarse la 7ma jornada de la Liga inglesa, quedó como escolta, a una unidad (18 a 17) de su vencido; también que es el único que no conoce la derrota en los siete juegos. Y la diferencia pudo ser más abultada, porque Erik Lamela desperdició un penal, que le detuvo el arquero chileno Claudio Bravo. Sin embargo, el santafecino tendrá otra arista para que estos días se graben por siempre en su memoria: su nombre figura entre los candidatos a tomar las riendas de la selección de Inglaterra, después del escándalo que determinó la salida de Sam Allardyce.

«Me enfrenté a Pochettino como jugador y como entrenador, y creo que es uno de los mejores técnicos del mundo. Me divierto mucho viendo a Tottenham, la forma en la que juega: es un equipo agresivo, con mucha calidad», había comentado Guardiola antes del encuentro que lo dejó sin récord en White Hart Lane, donde el entrenador catalán dispuso de Sergio Agüero y Nicolás Otamendi.

Es un año particular el que vive Pochettino, que antes del arribo de José Mourinho a Manchester United estuvo en una nómina preliminar para dirigir a los Reds y que, conocida la renuncia del Tata Martino a la selección, fue una de las alternativas que el Comité de Regularización manejó para la sucesión. Por decisión propia, no quiso ser parte de ese casting ni generar ilusiones: «No es el momento», lanzó desde Melbourne, donde los Spurs, que le extendieron contrato por cinco temporadas, desarrollaban la pretemporada.

Como futbolista, Pochettino, de 44 años, fue un producto de Marcelo Bielsa, quien se apareció en su casa de Murphy a las 2 de la mañana para conocer en persona a quien en el pueblo consideraban el futuro crack. El horario es una parte de la anécdota: el juvenil, de 13 años, dormía, y el Loco le pidió a sus padres que lo destaparan. «¡Qué piernas de futbolista tiene!», cuentan que exclamó Bielsa.

El reconocimiento entre ellos es mutuo, aunque Pochettino no se apega como tantos a utilizar a Bielsa como su patrono y protector. «El que no me conoce seguramente dirá que soy bielsista, porque Bielsa me dirigió muchos años y tengo muchos rasgos de él, pero no creo ser un entrenador con la formación de la línea de Marcelo», confesaba Pochettino en una entrevista en España, donde en 2008 recibió el título de director técnico. Fue tercer DT del equipo femenino de Espanyol y al año siguiente tomó el control del plantel profesional masculino, que estaba en zona de descenso y con el que conservó la categoría. En 2013 se marchó a Inglaterra: dirigió Southampton y de ahí recaló en los Spurs, donde hace historia.

Los ingleses le atribuyen una capacidad casi mágica para alentar las carreras de futbolistas jóvenes… y también para estimular a jugadores veteranos. Quizá esa sea una de las razones por la que lo quieren para iniciar una revolución en una Federación que quedó enredada en un escándalo, después que su DT, Sam Allardyce, aconsejara a empresarios a «adueñarse» de futbolistas a través de manejos irregulares.

Foto: EFE

Berizzo, el sello de Bielsa para la bestia negra de Luis Enrique

Lo hizo una vez más. Eduardo Berizzo se convirtió con Celta , de Vigo, en el único entrenador de la Liga de España en superar en dos oportunidades a Barcelona durante el prolífero ciclo de Luis Enrique. Y no fue con malas artes ni apelando a un fútbol destructivo, rocoso, de interponerle obstáculos y vallas al rival. Lo construyó con dos goleadas que quedarán en la memoria de los simpatizantes gallegos. Este domingo, el estadio Balaídos vivió una nueva fiesta futbolística y sus hinchas se marcharon, al igual que hace un año, envueltos en felicidad, después de un 4-3 que viajó del espectáculo a los temores que suelen acorralar a aquellos que deciden enfrentar a los poderosos de manera abierta. Este triunfo se sumó a aquel 4-1, de septiembre de 2015.

«Jugamos de la manera que queremos jugar. Hoy, entre el quiero y el puedo ha habido una gran cercanía. Contra el Barça si no haces un partido perfecto, te ganan. Y nuestro primer tiempo fue perfecto; el segundo más terrenal. Elogio a mis jugadores porque no se quedaron con el 3-2. Eso es un síntoma de lo que uno quiere como equipo. Que yo gane es mérito de los futbolistas, el entrenador ayuda a los futbolistas a ganar», relató en la charla con los medios Berizzo, quien para muchos es el alumno aventajado deMarcelo Bielsa.

Como sucedió con Pochettino [ver aparte], Toto fue como futbolista un descubrimiento de quien más tarde resultó una de sus guías para que tomara el camino de entrenador. «Él fue un poco la persona que me invitó a hacerme futbolista. Tenía 14 años y jugaba en el equipo de mi pueblo [Cruz Alta, Córdoba]. La categoría 1969 se enfrentó justamente a la división que dirigía Bielsa en las inferiores de Newell’s y le ganamos. Terminó el partido y recuerdo la conversación entre él, mi padre y el padre de mi compañero Darío Franco. Nos invitó a integrarnos a Newell’s y nos fuimos para allá en diciembre de 1983. Tantos años allí, él me terminó de crear», reconoce Berizzo, que fue campeón bajo la dirección del Loco con los rojinegros. Más tarde, lo invitaría a sumarse a su cuerpo técnico, cuando Bielsa condujo la selección de Chile.

«Era mi primera experiencia y para mí era todo novedosos. Aprendí y crecí. Yo podría decir que para mí es una gran referencia: jugué sus ideas de entrenador y me gustaba jugarlas, porque me hacían sentir un futbolista mejor, más valioso, importante… Y después me gustó adquirir sus ideas en la dupla técnica, porque son ideas con convicción, con argumentos y muy sostenidas. Bielsa me enseñó que nada está aprendido», es la explicación que ensaya el cordobés, de 46 años, que tras lanzarse como DT en solitario, y antes de arribar a Celta, trabajó en Estudiantes y O’Higgins.

En el vestuario perdedor, Luis Enrique empleó palabras de elogio para Berizzo y su estrategia. «Si hay un equipo que nos puede hacer daño es el Celta, y si tengo que perder porque un equipo es superior a mí, que sea el Celta», comentó el asturiano cuya formación estuvo 3-0 en desventaja en la media hora del primer tiempo.

El tropiezo le impidió a los catalanes treparse en soledad a lo más alto de la tabla de posiciones, un lugar al que sí accedió Atlético, de Madrid, que recogió el beneficio del empate 1-1 de Real Madrid ante Eibar para igualar la línea de los merengues. Los dirigidos por Simeone doblegaron 2-0 a Valencia en un partido en el que el francés Griezmann y Gabi fallaron sendos penales ante Diego Alves. Pero nada, en la liga de las estrellas, superó el nuevo golpe de Berizzo.

Fuente: La Nacion

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