«Si tenemos que estar solos, estaremos solos. Ya dije que si es necesario, lucharemos con las uñas pero tenemos mucho más que uñas», ha afirmado el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en una intervención relevante, no tanto por el contenido como por el momento. Es decir, horas después del aviso público del presidente estadounidense, Joe Biden, de frenar el suministro de armas a Israel si lanza una ofensiva a gran escala en la ciudad de Rafah.
Esta zona situada en el sur de la Franja de Gaza se ha convertido en el principal escenario bélico y mediático tras siete meses de guerra entre el Ejército israelí y Hamas, aunque también tienen lugar ataques y enfrentamientos armados con bajas en ambos bandos en Zeitun, en la norteña Gaza, donde el grupo ha vuelto. Palestinos citados por la agencia Reuters señalaban, este viernes, la presencia de tanques israelíes en la carretera de Rafah rodeando, de esta forma, la zona oriental a las afueras de la ciudad. También han relatado intensos combates entre soldados y milicianos tras la aprobación del gabinete israeli de continuar la operación terrestre en Rafah.
Diferentes matices marcan la ola de reacciones en Israel al rotundo mensaje de Biden en una entrevista en la CNN que vino precedido por varias conversaciones telefónicas con Netanyahu, el diálogo entre altos cargos de los dos países, filtraciones y finalmente el freno de un envío de armas hace una semana. El primero confirmado oficialmente tras la llegada de más de 370 aviones y alrededor de 65 barcos destinados a ayudar a Israel en un escenario de guerra no solo con Hamas sino en otros frentes con énfasis en la milicia libanesa proiraní Hizbulá.
En los sectores más derechistas de Israel, con importante representación en la coalición de Gobierno, acusan a Biden de abandonar a su país en un momento crítico mientras en el centro y en la izquierda, lamentan el dramático paso tomado por EEUU y avisan que ello endurece la posición de Hamas en la negociación para un alto el fuego. Al mismo tiempo, esas fuerzas políticas recuerdan el masivo apoyo diplomático, militar y personal de Biden desde el ataque del pasado 7 de octubre y responsabilizan, en parte, a Netanyahu de la grave crisis de confianza con el principal aliado de Israel.
«En la Guerra de Independencia, hace 76 años, éramos pocos contra muchos. No teníamos armas, había un embargo de armas a Israel. Pero con la grandeza del alma, la valentía y la unidad dentro de nosotros, ganamos. Hoy somos mucho más fuertes. Estamos decididos y estamos unidos para derrotar a nuestro enemigo», ha añadido Netanyahu, a pocos días de la fecha que recuerda a los israelíes muertos en las guerras de Israel y la que celebra la independencia.
Horas después y ya en referencia directa a las palabras de Biden, Netanyahu ha recordado que los dos se conocen desde hace más de 40 años. «A menudo tenemos nuestros acuerdos, pero también hemos tenido nuestros desacuerdos. Hemos podido superarlos. Espero que podamos superarlos ahora, pero haremos lo que tengamos que hacer para proteger a nuestro país y nuestro futuro y eso significa derrotar a Hamas incluyendo en Rafah. No tenemos otra opción«, ha recalcado en una entrevista en el programa Dr. Phil Primetime.
La oposición ha exigido a Netanyahu la destitución del ministro ultranacionalista Itamar Ben Gvir después que, en reacción al anuncio del presidente estadounidense, escribiera este jueves en la red social X (antes Twitter) el texto acompañado de la imagen de un corazón: «Hamas ama a Biden». Un breve y polémico mensaje condenado por la mayoría de ministros.
«Estados Unidos se puso del lado de Israel en su momento más difícil y los ataques contra Estados Unidos a cargo de ministros irresponsables es un acto de desagradecimiento realizado con motivaciones políticas», ha denunciado el ministro centrista Benny Gantz.
Tras destacar que «la alianza entre EE.UU e Israel es estratégica y no menos importante ética», Gantz considera que los «importantes envíos de armas continuarán. Más allá de la necesidad de seguridad, supone una importante declaración política para que Estados Unidos siga estando del lado de Israel». Por último, reflejó el consenso en el gabinete de guerra a favor de la incursión en Rafah al asegurar que su país «tiene la obligación moral y de seguridad de seguir luchando para devolver a nuestros secuestrados y eliminar la amenaza de Hamás en el sur del país».
Un consenso reflejado en la aprobación de la continuación de la operación terrestre -aunque aún bajo los márgenes que no cruzan la línea roja establecida por EE.UU- que inició el pasado lunes en Rafah con la toma de control del paso fronterizo con Egipto y de zonas periféricas de la ciudad.
El gabinete israelí sostiene que el aumento de la presión militar sobre Hamas también servirá para obligarle a flexibilizar su posición en la negociación. Pero de momento la extensión de los ataques solo ha elevado las críticas en la comunidad internacional contra Israel lo que, a su vez, contribuye a que el líder integrista Yehie Sinwar se aleje de la firma de un acuerdo de tregua. Hamas cree que con la amenaza estadounidense de cesar el envío de armas, Netanyahu no dispone de Rafah como instrumento de presión y al final será la que deba flexibilizar sus demandas en torno a la liberación de secuestrados y alto el fuego.
Mientras el diálogo transcurre sin mucho optimismo bajo la mediación de EEUU, Egipto y Qatar, Hamas ha disparado, este viernes, por primera vez en los últimos cinco meses varios proyectiles contra la ciudad sureña de Beer Sheba mientras se intensifican los ataques aéreos israelíes y combates en la Franja de Gaza. Fuentes israelíes citadas por el diario Yediot Ajaronot creen que en Rafah ya no se encuentran los últimos cuatro batallones de Hamas como solía alegar Netanyahu sino solo dos. El resto habría huído a Jan Yunis o el centro de la franja.
EEUU sigue con lupa la operación, de momento limitada, que Israel inició el lunes en la que tomó el control del paso fronterizo con Egipto. Un día antes empezó a pedir a los habitantes de barrios orientales de Rafah que se vayan al enclave humanitario de Al Mawasi.MÁS EN EL MUNDOSánchez sorprende a grandes empresarios a puerta cerrada: «Soy un convencido de la empresa. ¿En qué puedo ayudaros?»¿Qué tiene que hacer BBVA para vencer la OPA hostil por Sabadell? Los nudos gordianos de la operación
Según el Ejército, 150.000 han abandonado ya esa zona mientras la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) reduce la cifra de evacuados a 110.000. «A medida que se intensifican los bombardeos de las fuerzas israelíes en Rafah, el desplazamiento forzado continúa», denuncia UNRWA pidiendo un alto el fuego inmediato.
«Ningún lugar es seguro en la Franja de Gaza y las condiciones de vida son atroces», avisa mientras el secretario general de la ONU, Antonio Guterres ha reiterado que una ofensiva terrestre masiva puede conducir a un «desastre humanitario épico».
Fuente: El Mundo
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