Alerta por un falso Ozempic: cómo es la nueva estafa digital que pone en riesgo a la salud

En los últimos meses, la popularidad del medicamento Ozempic ha trascendido el ámbito clínico y se ha transformado en el blanco de un sofisticado esquema de estafas digitales. Bajo promesas de salud y adelgazamiento rápido, los delincuentes están explotando no solo la urgencia de los usuarios, sino también la brecha entre mundo físico y virtual.

La firma de ciberseguridad Check Point Research detectó una operación que simula médicos, clínicas y productos farmacéuticos legítimos, utilizando inteligencia artificial para generar vídeos, testimonios y sitios web falsos que parecen auténticos.

El engaño no se limita al robo de dinero: al ofrecer medicamentos falsificados o no regulados, estas estafas ponen en riesgo la salud de las víctimas, quienes pueden consumir sustancias de composición desconocida o dilatar tratamientos verdaderos.https://5f39722cb098258e697f2d722b43e612.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.html

En este contexto, conviene analizar qué es Ozempic, por qué se ha vuelto tan codiciado, cómo actúan los ciberdelincuentes y qué medidas podemos tomar para protegernos.

¿Qué es Ozempic, para qué se usa, qué riesgos y polémicas hay?

Cómo se usa y los riesgos de esta droga. Foto: ReutersCómo se usa y los riesgos de esta droga. Foto: Reuters

El medicamento Ozempic (principio activo: semaglutida) es un fármaco inyectable de administración semanal, aprobado para adultos con diabetes tipo 2, junto con dieta y ejercicio, para mejorar el control de la glucemia.

Además, Ozempic tiene indicaciones para reducir el riesgo de eventos cardiovasculares mayores (infarto, accidente cerebrovascular o muerte) en personas con diabetes y enfermedad cardiovascular conocida.

Aunque su fabricante aclara que “no es un medicamento para pérdida de peso”, la semaglutida se ha popularizado por sus efectos secundarios benignos de disminución del apetito y adelgazamiento, generando así una demanda adicional.

Los riesgos documentados incluyen efectos gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea), así como advertencias sobre pancreatitis, gastroparesia, obstrucción intestinal y posibles tumores de células C de tiroides en roedores, aunque no hay evidencia concluyente en humanos.

A su vez, la Organización Mundial de la Salud emitió una alerta sobre lotes falsificados de semaglutida/Ozempic detectados en Brasil, Reino Unido y EE.UU., advirtiendo que los productos falsos representan un grave riesgo para la salud.

De hecho, en Argentina, la ANMAT detectó recientemente la comercialización de un producto que se hacía pasar por Ozempic (presentado falsamente como “Ozempíc® Semaglutida Tablets USP, 25 mg, 60 tables”, atribuido a la firma Pharma Argentina SA) y que carece por completo de habilitación para fabricación o importación.

Lo que llamó la atención de la autoridad reguladora es que el medicamento auténtico sólo se comercializa en Argentina en forma inyectable, bajo receta, y no existe ninguna versión en comprimidos autorizada.

Este hallazgo evidencia cómo el fraude farmacéutico cruza el límite entre salud y ciberdelito: al ofrecer supuestas “tabletas de Ozempic” por redes sociales y tiendas online, los estafadores combinan la urgencia por perder peso con la escasez y la demanda del fármaco real.

Las consecuencias para el consumidor pueden ser graves si recibe un producto sin control, sin registro, sin trazabilidad, y además podría demorar el tratamiento adecuado de su diabetes o exponerse a reacciones desconocidas.

La nueva estafa

Los cibercriminales aprovechan cada ventana para estafar. Foto: The New York TimesLos cibercriminales aprovechan cada ventana para estafar. Foto: The New York Times

La división de inteligencia de amenazas de Check Point identificó una oleada de estafas farmacéuticas coordinadas que combinan el fraude digital con la manipulación del mundo real.

Según el informe, los ciberdelincuentes ya no solo roban credenciales: construyen “ecosistemas médicos falsos”, con páginas web que imitan clínicas legítimas, usan deepfakes para generar vídeos de médicos que recomiendan el producto, y manufacturan envases falsificados para aparentar autenticidad.

La infraestructura de estas campañas muestra vínculos compartidos de dominios, direcciones IP, plantillas de sitios y uso de kits de fraude a la venta en los mercados clandestinos: es un negocio criminal industrializado, no solo ataques esporádicos.

Check Point advierte que este tipo de fraude tiene un doble impacto: robo económico y daño físico o de salud. El engaño se basa en la confianza que las personas depositan en los médicos y las clínicas, y al aprovecharla con IA y clonación, el daño puede ser tan grave como un ciberataque tradicional, pero con consecuencias médicas.

De hecho, otras compañías de la industria de la ciberseguridad han advertido estos problemas: la empresa McAfee Corp. publicó un artículo que documenta un aumento abrupto de estafas relacionadas con Ozempic y otros fármacos GLP-1, donde los delincuentes buscan capitalizar la escasez, la demanda y la urgencia.

Según la empresa consultora y de seguridad Schneider Downs, los esquemas de phishing temáticos con Ozempic y Wegovy crecieron un 183% en 2024 respecto al año anterior, con más de 450 sitios de alto riesgo y 176 000 intentos de phishing en un periodo de cuatro meses.

Por otro lado, la empresa de protección de marcas BrandShield advierte que “centenares de sitios web venden Ozempic falsificado”, señalando que la fabricación y distribución de estos fármacos no autorizados ya es extensa y global.

Estos reportes muestran que la alerta no es aislada: múltiples actores del mundo de la ciberseguridad ya han identificado el patrón y divulgado recomendaciones específicas para usuarios, lo que refuerza la urgencia de la advertencia de Check Point.

Cuidados: cómo prevenirse de las estafas

Hackers. Foto PexelsHackers. Foto Pexels

Diversas empresas y especialistas en ciberseguridad advierten algunos puntos para estar atentos:

  • Verificar la farmacia y el origen del medicamento. Asegúrese de que el producto provenga de una farmacia autorizada en Argentina (o de la jurisdicción correspondiente). Evite comprar a través de redes sociales o sitios web con aspecto amateur o desconocido.
  • Mantener una actitud crítica ante anuncios urgentes. Si un anuncio asegura “últimas unidades”, “descuento especial”, “doctor famoso recomienda”, o utiliza testimonios de celebridades, considere la posibilidad de que sea una campaña fraudulenta.
  • Confirmar las recomendaciones médicas de forma independiente. Si recibe una consulta online, un enlace o una oferta donde supuestamente un “médico” recomienda el medicamento, verifique la identidad del profesional y que la receta sea válida para su caso clínico.
  • Revisar el número de lote y envase del medicamento. En el caso de Ozempic, se han detectado falsificaciones con números de lote ya identificados como fraudulentos.
  • Evitar comprar medicamentos que no requieren receta o que llegan sin supervisión profesional. No debe comprar pen-inyecciones, viales o comprimidos que “evitan” la consulta médica o que se envían sin embalaje original o sin precintos de seguridad.
  • Desconfiar del pago masivo o suscripciones ocultas. Algunas estafas hacen que el consumidor acepte un débito recurrente sin notarlo, o pague por adelantado sin garantía de envío del producto.
  • Cuando tenga dudas, consulte con un profesional de salud antes de usar un fármaco. Nunca sustituya una receta o supervisión médica legítima por un click en redes sociales.
  • Reportar a autoridades si detecta algo sospechoso. En Argentina, se pueden contactar con la autoridad sanitaria correspondiente o denunciar sitios fraudulentos. Cuanta más información se recoja, más fácil será frenar la cadena de estafa.
  • Fuente: Clarín.com

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