Javier Negre, el español que se instaló en Argentina para aprovechar el negocio del “periodismo libertario”

MADRID.– A Javier Negre le gusta disfrutar agosto en Marbella, su ciudad y el lujoso lugar de veraneo de miles de españoles. Codearse en el VIP de los festivales de música con estrellas como Lenny Kravitz y Luis Miguel. Pero los negocios periodísticos le ofrecieron este año una oportunidad inmejorable. Cambió el calor del Mediterráneo por el frío de Buenos Aires para saludar por primera vez a Javier Milei. Desde que llegó a la Casa Rosada, hace poco más de un mes, Negre se quedó con ese protagonismo que tanto le gusta ostentar en España.

Periodista español, empresario de medios y militante de ultraderecha, Negre es uno de los preferidos de Milei, que primero lo retuiteó y, cuando lo vio en persona, le dio un apretón de manos. Negre no sólo desembarcó con videos virales críticos del kirchnerismo y preguntas complacientes para el vocero Manuel Adorni. Anunció esta semana, previa consulta con un funcionario de Presidencia de la Nación, la adquisición de la mitad de La Derecha Diario, uno de los medios favoritos del Presidente, a pesar de las probadas acusaciones contra este portal por difundir fake news.SEXO, MENTIRAS Y VIDEOS EN EL PALACIO PRESIDENCIAL

Nosotros hacemos periodismo libertario. El lector ya no quiere neutralidad. La sociedad española, como la argentina, están polarizadas. Nosotros hacemos periodismo de la grieta. Nuestra línea editorial en España es defender al Partido Popular, a Vox y a Alvise”, declara Negre. Y sigue los mismos pasos en Argentina: apostó por Milei en las últimas elecciones desde su propio medio, Estado de Alerta (EDA), que nació como un canal de YouTube durante la pandemia y ahora se transformó en una pequeña redacción en el barrio de Salamanca, la zona más tradicional de Madrid.

Javier Negre, con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid; ella luce una camiseta con el logo del medio de él
Javier Negre, con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid; ella luce una camiseta con el logo del medio de él

Su flechazo con el gobierno argentino todavía es un misterio. “Cuando llegué a la Casa Rosada no conocía a nadie”, asegura el periodista español en una conversación telefónica con LA NACION. Las puertas se abrieron rápido: lo acreditaron como invitado, conoció a Milei y hasta entrevistó a figuras del oficialismo, como la ministra Patricia Bullrich“Estamos viviendo la revolución cultural de Milei, que no está siendo acompañada por una revolución mediática. Nosotros vamos a hacerlo. Ser periodistas liberales es cool”.

Todavía se ríe de los rumores que dicen que la Secretaría de Inteligencia financió la compra de La Derecha Diario. “Me parece muy gracioso lo de la SIDE. Conocí a Santiago Caputo hace unos días en los pasillos de la Rosada, me presenté y tal, pero no me han hecho ofrecimiento de ningún tipo”, explica. “El dinero para la operación es de nuestra empresa en España, que está valuada en 10 millones de euros. No hay pauta del gobierno ni plata de la SIDE”, insiste.

A sus 39, Negre acumula más polémicas que años de oficio. No hay periodista, político o empresario español que se declare neutro cuando se habla de él. Sus colegas también hablan de una “grieta”, pero periodística. La grieta que separa el rigor del oficio de la “viralidad” que defiende. En el medio quedaron reiteradas acusaciones contra Negre por difundir desinformación y transgredir principios éticos de la profesión. Negre se defiende, dice que las acusaciones son falsas, que la izquierda quiere demonizarlo y quitarle credibilidad porque les hace daño.

Negre se acercó a su oficio hace dos décadas, cuando era relacionista público en Gabana, discoteca emblemática del jet-set madrileño. “Era un chico joven que no tenía un duro. Había hecho prácticas en la radio. Aprovechaba la noche de Madrid para abrirme puertas, para conocer gente importante”, recuerda. Así se acercó a las jóvenes promesas del Partido Popular (PP) de Madrid, como el exjefe del partido Pablo Casado Isabel Díaz Ayuso, ahora presidenta de la Comunidad de Madrid. “Me sumé a su equipo y me afilié a Nuevas Generaciones [la juventud del PP]”, recuerda Negre. Esos lazos también son sanguíneos: su padre es funcionario en Marbella.

Se licenció de periodismo en la Universidad CEU San Pablo, hizo un intercambio la Suffolk University de Boston, Estados Unidos, y volvió a España para hacer la maestría en Periodismo del diario El Mundo, que le abrió luego las puertas de su redacción. Sus amigos le recuerdan como “un magnífico reportero, un periodista con una capacidad notable para conseguir historias únicas”. Otros colegas que compartieron redacción dicen que no tiene escrúpulos, que “sería capaz de hacer cualquier cosa por conseguir una exclusiva”.

Negre y El Mundo fueron condenados en 2019 después una nota sobre una víctima de violencia de género, cuya identidad permanecía reservada por seguridad. La Justicia consideró que había incurrido en una “intromisión ilegítima en los derechos a la intimidad, el honor y la propia imagen”, después de que su foto saliera publicada en el artículo. “En ningún momento me han condenado por inventarme una entrevista, como dice la izquierda. Se me ha condenado porque por un error técnico quedó revelada la identidad de la víctima. Al firmar ese texto fui el responsable, pero no fue un error mío”, se defiende Negre.

La sentencia judicial le trajo un apodo que repiten muchos colegas: “el condenas”.

Negre llevó varias ‘exclusivas’ a la tapa de El Mundo, casi todas cachetadas para el gobierno socialista de Pedro Sánchez. Pero sacó el carnet para entrar en los programas de televisión con la cobertura del escándalo del “El Pequeño Nicolás”, un joven que se hizo pasar por funcionario para engañar a políticos y empresarios. “Como periodista siempre había querido ser el director de la película, pero cuando empiezo a participar de tertulias de TV me doy cuenta de que quiero ser el actor principal”, relata Negre.

También sus amigos percibieron esa transformación. “Probó la televisión y, además de periodista, empezó a ser otra cosa: quería ser famoso”, dijo un compañero de redacción. Negre cambió el periodismo tradicional por las redes: montó el canal Estado de Alarma (EDA) en plena pandemia. Hoy cuenta con 11 millones de usuarios únicos, según el periodista. Lo echaron de El Mundo por “competencia desleal”, ya que entendían que su nuevo medio competía con el diario.

Negre entiende el periodismo de dos maneras: de derechas o de izquierdas, en plural, como se dice en España. “Ya estando en EDA me endurezco con el proselitismo”, dice. ¿Su discurso? Más a la derecha que el PP tradicional. Como Ayuso, Negre toma la bandera de la “libertad” para cuestionar las políticas sanitarias de Sánchez en pleno confinamiento. Logró que la presidenta de la comunidad de Madrid se pusiera una camiseta con el nombre de su canal.

“Cuando fui a la televisión me di cuenta de que la derecha estaba representada por gente mayor, aburrida, de traje y corbata. Pero la izquierda era gente cool, que les gustaba el rock, eran jóvenes. Ahí la vi”, dice Negre con un guiño a Milei. “Mi amigo Casado me ofreció ser diputado y hasta portavoz nacional del PP. Querían modernizar el partido, pero lo rechacé”, asegura. Por su discurso anti-Agenda 2030 y antiinmigración, Negre ya estaba más cerca del extremismo de Vox. A nivel global, Trump es su estilo de liderazgo.

Como parte de su nueva fórmula periodística, la viralidad trajo polémicas y más polémicas. El gobierno de Pontevedra, en Galicia, abrió una investigación porque, mientras cubría la campaña de Santiago Abascal, candidato de Vox, habría hostigado a vendedores ambulantes africanos para hacer una nota, lo que podría constituir –dijeron– un delito de odio. “En España con sólo preguntarle a un migrante irregular, a un mantero, la izquierda siempre dice que es incitación al odio. Nunca me notificaron de esa denuncia”, dice.

Otra polémica: la ministra de Salud, Mónica García, denunció a EDA por fotografiar a sus hijos menores de edad en la puerta del colegio para una nota que intentaba determinar si la dirigente oficialista enviaba a su hijos a un centro de estudios privado. “Estuvimos en la puerta del colegio como parte de una nota pero no llevamos cámaras de fotos”, alega Negre.

También aparecieron reiteradas acusaciones por propagar desinformación: como cuando difundió un video que acusaba a hinchas marroquíes de provocar un incendio en las afueras de Madrid mientras celebraban el triunfo de su selección contra España en el último Mundial. “Nos equivocamos con el tema de Marruecos. Fue todo muy rápido”, se defiende. Twitter y YouTube ejecutaron cierres temporales de las cuentas de EDA por desinformación.

Hubo conflictos con colegas. EDA publicó una noticia falsa enviada por un funcionario de Ayuso que involucraba a dos periodista del diario El País como parte de un supuesto acoso a vecinos de la casa de la funcionaria, que estaba siendo investigada por un caso de corrupción. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) condenó la “vulneración deontológica” de Negre por difundir una fake news generada por un funcionario de Ayuso y entregada a medios cercanos.

“Siempre hemos criticado su forma de actuar, le hemos pedido que respete a políticos y otras fuentes de información”, dijo Miguel Ángel Noceda Llano, presidente de FAPE ante la consulta de LA NACION. Negre responde: “¿FAPE? Pero si la FAPE es una asociación de periodistas de izquierda, como Fopea. La información que publicamos es cierta”, resiste.

El “periodismo viral” también dio batalla en la sala de periodistas del Congreso de los Diputados de España. Vito Quiles, 24 años, salió de la universidad para hacer su primera experiencia laboral en EDA como acreditado en esa institución. Su estilo de confrontación abierta con colegas y políticos pronto tensionó el ambiente. Hasta que Quiles apareció como jefe de prensa y candidato en la lista del ultraderechista Alvise Pérez en las últimas elecciones europeas.

La Asociación de Periodistas Parlamentarios pidió que le retiraran la acreditación por el conflicto de intereses. Sus colegas abandonan las conferencias cuando Quiles toma el micrófono. Pero la falta de un reglamento le aseguró, por ahora, un lugar como acreditado. “Siempre creamos personajes. Vito es nuestro personaje para el periodismo político de EDA. A veces le tengo que frenar la militancia y recordarle que está haciendo periodismo”, confiesa Negre.

Vito Quiles, su aprendiz, había sido el último nexo para la conexión con Milei. Tras la polémica con Sánchez, el Presidente se metió en política española y posteó en su cuenta de X: “Mi solidaridad con el periodista español @vitoquiles, quien está siendo perseguido por el gobierno de Pedro Sánchez luego de reportar que uno de sus ministros utilizó un auto oficial para ir a un recital de Taylor Swift”. Después de esas palabras, Negre consiguió su teléfono y le agradeció el apoyo.

Tensión en la Casa Rosada

La pregunta de Negré

El andaluz aterrizó en Buenos Aires el pasado 3 de julio y días después apareció por la Casa Rosada. Negre tomó el micrófono frente a Adorni y se despachó: ¿No cree que hay una doble vara en los medios de comunicación? Lo digo porque ayer ni un solo compañero de esta sala de prensa, ni hoy tampoco, preguntaron por el asunto [la denuncia contra Alberto Fernández], que es de pertinente actualidad. Es un presunto delito y un asunto sobre un expresidente que abanderó la causa feminista”. Esa intervención y otras intervenciones similares desataron reproches y peleas con periodistas acreditados en Gobierno.

También logró amplia visibilidad cuando encaró a Axel Kicillof durante una actividad oficial para preguntarle sobre el proyecto de instalar una planta regasificadora en el sur del país.

¿Cómo se financia EDA? Su última ampliación de capital, hace dos años, superó los 4 millones de euros, según la información que aportó el periodista. Detrás de Negre, el principal accionista, aparecen empresarios españoles como Marcos de Quinto, exvicepresidente global de Coca-Cola, según consta en el balance que revisó LA NACION. Su medio es hoy una moderna oficina que –asegura– suma 40 empleados, entre periodistas, personal administrativo y colaboradores externos.

EDA recibe, además, dinero del Estado, una contradicción con los postulados libertarios del Presidente. Negre recibe fondos de gobiernos de derecha, como Madrid, Galicia y Sevilla, y también de otras administraciones municipales, todas controladas por el PP o Vox. “Estoy en contra del periodista ensobrado. Nuestra línea editorial no está condicionada por la pauta. Nosotros hemos criticado a dirigentes políticos que han puesto dinero en campañas publicitarias. Es cierto que hemos criticado poco a Ayuso, pero cuando tocó, lo hemos hecho”, se defiende.

Fernando Cerimedo, el otro dueño de La Derecha Diario, está convencido de que Negre “trae una visión más profesional del periodismo y de las formas de viralizar contenido”. Ya habían tenido sintonía en redes. Como cuando EDA publicó la nota “las teorías del montaje del intento de asesinato de Cristina Kirchner”, La Derecha Diario publicó un contenido similar, que indicaba que el kirchnerismo sabía de antemano sobre el intento de asesinato contra la entonces vice. La teoría conspirativa decía que el canal de televisión C5N había publicado una nota con fecha anterior al atentado, un error técnico debido a la diferencia horaria con un servidor que fue aprovechado para desinformar sobre el atentado.

Fernando Cerimedo, colaborador de Milei y fundador de La Derecha Diario
Fernando Cerimedo, colaborador de Milei y fundador de La Derecha Diario

“Nos buscamos mutuamente porque coincidimos en muchas cuestiones políticas”, dijo Cerimedo a LA NACION. Tuvieron algunos encuentros en Recoleta y finalmente acordaron que el negocio quedaría dividido, a partir de ahora, en partes iguales. Ninguno de los dos quiso revelar por cuánto dinero se concretó la adquisición“Antes de hacer la operación, Fernando [Cerimedo] lo llamó a Juan Doe y dijo que todo bien, listo”, comenta Negre. Juan Doe es el apodo en redes sociales de Juan Pablo Carreira, director nacional de Comunicación Digital de la Presidencia de la Nación, que era editor de La Derecha Diario hasta que Milei lo nombró en la Casa Rosada.PRÓXIMA DECLARACIÓN: MARÍA CANTERO COMPLICARÁ MÁS A ALBERTO FERNÁNDEZ Y CONFIRMARÁ EL INTERCAMBIO DE MENSAJES CON FABIOLA YAÑEZ

La operación contó con su visto bueno, según el periodista español. “Juan Carreira ya no depende del medio, pero como fundador me pareció importante pedir su consentimiento y su autorización entre comillas. Me interesó conocer al chico que lo había montado y presentarle mis credenciales a través de Cerimedo”, detalla Negre, que visitó las oficinas de La Derecha Diario en Puerto Madero antes de cerrar el acuerdo. Allí le mostraron la famosa pizarra que se hizo viral durante la última campaña electoral, en el video que muestra a Milei tachando los ministerios que eliminaría cuando fuera presidente al grito de “afuera”.

Por ahora, Negre no tiene fecha de regreso a España. Alquiló una casa en Palermo y planifica una fuerte inversión tecnológica para La Derecha Diario. Eligió este medio para desembarcar en Argentina por su ideología y, cómo no, por su viralidad en redes sociales. “Acá no hay plata del gobierno ni de la SIDE, pero no tengáis duda de que cuando tenga medidores oficiales aceptaré pauta de distintos gobiernos, también provinciales o municipales. Eso sí, que nadie piense que me va a comprar”.

Iván Ruiz

Fuente: La Nación

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