En momentos en que la campaña electoral para las legislativas del 26 de octubre ingresa en su fase definitiva, la administración nacional de Javier Milei decidió restaurar el vínculo profundamente deteriorado con el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, a quien el Presidente llegó a negarle el saludo y tratarlo de traidor tras los comicios porteños del 18 de mayo pasado.
Ante la imperiosa necesidad de garantizarse una buena performance en la Capital, dado el panorama incierto que enfrenta la escudería de La Libertad Avanza (LLA) en el mapa electoral a nivel nacional, la Casa Rosada inició negociaciones de paz con el primo de Mauricio Macri y ensaya gestos para contener el núcleo duro de votantes de Pro.

Paños fríos
Si bien los libertarios habían aceptado el alto al fuego cuando sellaron la alianza con el mayor de los Macri para confluir en las listas porteñas en agosto pasado, el Gobierno activó un operativo para restablecer los canales de diálogo con sus aliados de Pro en la ciudad de Buenos Aires en la recta final de la campaña, a menos de dos semanas de los comicios de medio término, que se convirtieron en una escala crucial para el proyecto de Milei.
Esta semana, antes de que se subiera al avión para viajar a los Estados Unidos, donde se reunió con Donald Trump, el Presidente dio un paso clave para recomponer los lazos con la Ciudad después de un año y medio de tensiones políticas. Es que Milei firmó un decreto que Jorge Macri estaba esperando desde hace meses. Se trata de la autorización para el crédito que tomará la Ciudad con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 85 millones de dólares, una medida administrativa que estaba pisada hace meses.
El jefe porteño planea utilizar esos fondos para la implementación de una historia clínica electrónica y la modernización del sistema de salud pública. Ahora, aguarda que Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, le den su aval al préstamo que tomó la Ciudad por 300 millones de dólares con la CAF para obras.
En paralelo, Ezequiel Sabor, el secretario de Gobierno de Jorge Macri e interlocutor de Pro con los libertarios en la Capital, y los equipos técnicos de la Ciudad intercambiaron propuestas con Pilar Ramírez, titular de LLA en el distrito porteño, y Carlos Guberman, secretario de Hacienda de Milei, para saldar la discusión entre ambas jurisdicciones en torno al reparto de los fondos de coparticipación y la deuda que mantiene la Nación con la ciudad.

Por estas horas, intentan conciliar posturas en torno al reclamo de Jorge Macri para que el proyecto de presupuesto 2026 contemple la totalidad de los recursos de coparticipación para la Capital. En concreto, procuran que figure taxativamente el 1,55% de los recursos que estableció la Corte Suprema en su cautelar. Desde la administración de Milei consideran que no es necesario que figure ese porcentaje −se paga a través de transferencias discrecionales−. Es más, insisten en que no corresponde ese monto. “Si quieren discutir la cifra, lo hacemos en la Corte”, advierten desde la sede de Uspallata.
En la Ciudad reconocen que hubo conversaciones con los emisarios de la Nación en los últimos días para acercar posiciones. “Por ahora es más político que técnico”, aseguran.

A su vez, la Casa Rosada accedió a negociar con funcionarios de Jorge Macri el traslado de los presos que quedan alojados en la cárcel de Devoto a la unidad del complejo penitenciario que está en construcción en el partido bonaerense de Marcos Paz. De hecho, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, escenificó la semana pasada el inicio del deshielo de la relación entre los Milei y Jorge Macri. Difundió las fotos de su encuentro con el jefe porteño y auguró que la coalición entre Pro y LLA se mantendrá cohesionada después de la contienda del 26 de octubre.
“La Libertad Avanza y el PRO, juntos en la Ciudad de Buenos Aires, para que los cambios que se vienen realizando no queden a mitad de camino y para que el Congreso no trabe las mayorías que el país necesita para seguir cambiando”, remarcó Bullrich, quien quiere evitar una fuga de votos del macrismo a Ricardo López Murphy (Potencia) y otros desprendimientos del extinto Juntos por el Cambio, que intentarán pescar en la pecera de los seguidores de Pro que están desencantados con Milei.
En el comando electoral de LLA manejan encuestas que ubican a Bullrich, candidata a senadora nacional, en torno a los 45 puntos. Es un caudal menor al que soñaba la ministra o los estrategas del Gobierno hace unos meses, antes de que se produjeran las turbulencias cambiarias por la derrota bonaerense del 7 de septiembre o estallara el caso de José Luis Espert, apartado por su vínculo con Federico Machado, empresario acusado de narcotráfico por la Justicia de los Estados Unidos.
Anoche, durante su visita a La Misa, el ciclo que conduce el propagandista del Gobierno Daniel Parisini, alias “Gordo Dan”, Bullrich consideró que ya no hay grieta entre los votantes de Milei y los feligreses de Pro o las opciones republicanas de centroderecha. Específicamente, habló de “una reconciliación”.
“Terminó esa guerra entre los jóvenes irresponsables y los ñoños republicanos”, sostuvo ante Parisini. Horas antes, el referente de la agrupación “Las Fuerzas del Cielo” había apuntado contra Mauricio Macri. El comentario del militante digital cercano a Santiago Caputo surgió a raíz de la idea de Milei de tentar a Macri con el cargo de embajador plenipotenciario, una suerte de canciller para atraer inversiones. “Basta de viejos demócratas, que no ganaron las elecciones y no representan la ideología del Gobierno y del Presidente. Macri bancó a Hillary [Clinton] contra Trump”, enfatizó Parisini.
Gesto de Caputo
Hoy, Santiago Caputo, quien fue apartado de las últimas reuniones de Milei con Macri −el mediador fue Guillermo Francos−, intentó acercarse al titular de Pro. Le respondió el posteo en el que Macri le pidió al Gobierno que “convoque al diálogo, con humildad y honestidad”, para conseguir un mayor sustento político para aprobar reformas estructurales.
“Estamos de acuerdo, presidente Macri. Argentina necesita una nueva mayoría reformista que empuje en el Congreso los cambios de fondo que el presidente Milei lidera”, escribió Caputo, quien procura promocionarse ante el jefe de Estado como el gran articulador de un nuevo esquema para garantizar la gobernabilidad después de la elección.
La mejora del vínculo entre LLA y Pro en la Capital también podría reflejarse en la discusión por el proyecto de Presupuesto 2026 que envió Jorge Macri a la Legislatura. El bloque de los libertarios, que lidera Pilar Ramírez, muestra ahora predisposición a cooperar con el oficialismo local y no entorpecer a la gestión de Jorge Macri. En la cúpula de Pro esperan que la tregua con los Milei también se traduzca en un respaldo nítido en la votación por el presupuesto. Dado que LLA tendrá 13 legisladores a partir de diciembre −Pro quedará con diez−, aguardan que los libertarios cooperen para asegurar la gobernabilidad de Jorge Macri hasta 2027.
Desde LLA alegan que analizarán el proyecto de presupuesto y presentarán sus propuestas al oficialismo −ligadas a la baja de impuestos o el achicamiento de estructuras del Estado− después del 26 de octubre. Están dispuestos a poner paños fríos a la relación con Jorge Macri, quien se encuentra de gira por Emiratos Árabes Unidos y China, adonde viajó para buscar inversiones. Su desembarco en el gigante asiático se da en el mismo momento en que Trump rescata a Milei de su peor crisis financiera y cambiaria.
Tensiones latentes
Enfocado en reponerse del duro golpe del 18 de mayo, Jorge Macri cultiva un segundo plano. Ni se asomó a la campaña nacional, pero aceptó fotografiarse junto con Bullrich y Francos en las últimas semanas. Está claro que resistió el pacto de convergencia con Milei que decidió su primo, Mauricio. Y sus laderos están convencidos de que Pro cometió un grave error al dejar a sus votantes porteños sin representación.
En ese contexto, las tensiones subterráneas entre macristas y libertarios siguen latentes. En la tropa territorial de Pro en la Capital aseguran que no fueron convocados para colaborar con la campaña o el operativo de fiscalización. Los comuneros lucen desconcertados por estos días. “Es llamativo. No nos piden nada”, susurran. Los libertarios, en cambio, aseguran que solo cuentan con la cooperación del sector ligado a Mauricio Macri, que puso en la lista de diputados nacionales de Milei a Fernando de Andreis y Antonela Giampieri.
Está claro que empujar la boleta de Alejandro Fargosi, que sigue rezagado en las encuestas respecto de Bullirch –la diferencia se ubica alrededor de los cinco puntos−, para que De Andreis y Giampieri accedan a una banca es el gran incentivo para el macrismo, que perderá poder de representación en el Congreso.
Esta semana, De Andreis hizo afiches con el logo de Pro y el color amarillo para convocar a los votantes macristas. Y busca apelar al voto útil contra el kirchnerismo: “El 26 es un balotaje: nuestra lista es la única opción”, dijo en la red social X.
Entre los leales a Jorge Macri prima la cautela. Aventuran que a partir del 27 de octubre se rediscutirá el futuro de Pro. Quieren recuperar la identidad. En ese grupo hay varios heridos que dejaron los Milei y sus lugartenientes. Ese el caso de Pablo Petrecca (Junín), a quien Lisandro Catalán, ministro del Interior, recibió hace dos semanas en la Casa Rosada para reactivar una obra estratégica para su localidad; Javier Martínez (Pergamino) o María José Gentile (9 de Julio). “Los gestos del Gobierno llegan tarde. No somos golpistas y queremos que Milei termine su mandato, pero ya no vamos a aceptar la sumisión”, advierten.
Por Matías Moreno
Fuente: La Nación
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