Tres artistas argentinos reinan en NYC

Triunfar en Nueva York. Sueño de artistas y creadores que, a pesar del crecimiento monumental de la escena artística en Berlín, Londres o París siguen apostando a Manhattan como el escenario de gran visibilidad. Por estas horas son tres los argentinos consagrados que deslumbran con sus creaciones en Nueva York: Marta MinujinAlejandra Seeber y Matías Duville quienes con un arte más poético o más apocalíptico aportan enfoques a una diversidad de preguntas del presente.

Alejandra Seeber ha desarrollado gran parte de su trabajo en el arte contemporáneo desde Nueva York pero siempre en diálogo constante con el arte argentino, desmontando con mirada crítica su propio oficio. Es la primera vez que se puede ver un recorrido sobre su obra pictórica en una institución como la Americas Society y a partir de una propuesta lúdica como es el mini golf.

Un minigolf

En contacto con la curadora de esta muestra de Seeber, además de directora y curadora jefe de Art at Americas Society, Aimé Iglesias Lukin, la exposición Interior con paisajes está compuesta por pinturas, textiles y un minigolf para que los visitantes puedan “estrenarse” en el deporte.https://imasdk.googleapis.com/js/core/bridge3.646.1_es.html#goog_16434925640 of 4 minutes, 23 secondsVolume 0%00:1604:23Más Videos03:05Darío Lopilato se sinceró sobre su vínculo con Dios02:53Mirtha Legrand opinó sobre su escultura que fue reinstalada en Villa Cañás02:12Estefanía Pasquini se sinceró sobre sus miedos por la salud de Alberto Cormillot debido a su edad01:52Mechi Lambre opinó sobre Tini Stoessel y su impacto al hablar de salud mental04:45La palabra de Carlos Gasalla sobre el estado de salud de su hermano01:35Emilia Mernes volvió al Movistar Arena y habló sobre su saludCerrar 

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Alejandra Seeber protagoniza un recorrido sobre su obra pictórica en la Americas Society.

La expo que seguirá hasta el 27 de julio próximo es la primera presentación institucional de la artista argentina. Sus obras muestran espacios interiores a caballo de la abstracción y la representación. Seeber crea una tensión entre el afuera y el adentro a través de un paisaje artificial dentro del espacio expositivo que incluye el campo de mini golf.

Lo natural, lo pictórico, lo lúdico todo conduce a generar un intercambio con el público, guiado por la narración creada a tal efecto.

Alejandra Seeber, de 55 años, se mudó a Nueva York a los 30 y sus trabajos se han presentado en forma constante en galerías y exposiciones colectivas de museos. Su obra abreva en distintas fuentes: el rock alternativo, la escenografía, la cultura urbana, el software digital, los textiles y la artesanía, todas fuentes que la artista reinventa como pinturas.

Las obras de Seeber de finales de los 90, cuando llegó a la gran manzana, muestran livings de hogares de clase media que resisten la perspectiva lineal y al mismo tiempo enfatizan la textura de elementos como suelos de madera o alfombras tejidas. A mediados de los años 2000, Seeber pasó a la pintura al óleo y continuó su exploración de interiores.

La exposición muestra cómo, a lo largo de los años, Seeber ha presionado cada vez más los límites de los objetos cotidianos, como muebles o plantas, hacia la abstracción. O, desde los espacios domésticos, explora la historia de la cultura visual occidental.

Su site specific –el minigolf– recrea el campo de ese deporte con una alfombra que reproduce el color del pasto pero es artificial. Los jugadores participan en el escenario de sus pinturas.Alejandra Seeber, instalación de minigolf con Palette Rug, 2024 y Waves on Skate Base, 2020. Foto: Arturo Sánchez. Americas Society.Alejandra Seeber, instalación de minigolf con Palette Rug, 2024 y Waves on Skate Base, 2020. Foto: Arturo Sánchez. Americas Society.

Como parte de su propuesta de mini golf la artista repartirá dos premios que consisten en dos trofeos de cerámica en una ceremonia que se realizará el 24 de julio, para el mejor jugador de minigolf y al ganador de un sorteo.

La muestra es la tercera exposición de una serie que se centra en mujeres de las Américas sub representadas y artistas de la región que se identifican como mujeres, según el texto de la exhibición.

La instalación Grammatical Minigolf está realizada en colaboración con Iair Rosenkranz y Lalana Rugs de Florencia Cherñajovsky.

Matías Duville en Barro

En el contexto del arte contemporáneo, “donde cada obra se convierte en un campo de batalla de disputa ideológica, la colección de Matías Duville se destaca como un comentario agudo y lírico sobre nuestro futuro colectivo”. La presentación de la exhibición del artista en la Galería Barro de Nueva York no puede ser más tentadora.

“Enfrentándonos a las transformaciones ambientales del planeta, Duville muestra cómo las líneas de carboncillo y sus pinceladas expuestas a la destrucción compositiva del fuego son ecos de nuestras acciones, testimonios silenciosos pero poderosos del mundo que estamos configurando”. Es sin duda una metáfora de lo que estamos construyendo en el presente pero mirando al futuro, en caso de que vaya a existir.

Hasta el 13 de julio, Vértices del Tiempo marcará la primera expo individual de Duville en Manhattan, donde eligió vivir.

“Me enfoco en el trabajo que realizo como una práctica y lo que ocurre, una vez expuesto, es una consecuencia muy random. Lo interesante es no saber qué va a pasar con lo que hice, es muy incierto. Sí hago un ejercicio que es, una vez realizado mi trabajo, a través de la meditación tratar de sacarme esa mochila y ver mi obra como un espectador más”, dice el artista a Clarín Cultura.

Duville propone, según el texto de la galería donde expone, “un viaje a través de paisajes desolados, impregnados de enrarecido y eterno atmósferas que parecen presagiar cataclismos naturales o escenas de abandono vital que sugieren la exploración onírica de un observador ausente. Su enfoque en el dibujo se enriquece con la experimentación en diversos medios y materiales. Su técnica, marcada por trazos expresivos y un tratamiento casi brutal de las superficies, deja huellas visuales que fusionan la textura del material con la esencia del paisaje. En sus obras más recientes se abordan temas como la dualidad, la transformación y el paso del tiempo cobra protagonismo”.

Desde la inmensidad y el misterio que encierra su obra, el artista no propone un diálogo al público, sino que deja librado al azar lo que cada quien perciba en ese viaje experimental.

En esta muestra el artista utiliza carboncillo, tiza roja, sus dedos, un pincel y la llama de fuego para crear una cartografía que no sólo mapea lugares y estructuras, sino que también captura tragedias de paisajes post-civilización o tal vez de otros planetas. Por qué no?Matías Duville, en cuclillas sobre su obra, en el Centro Cultural Recoleta.Matías Duville, en cuclillas sobre su obra, en el Centro Cultural Recoleta.

Sus obras ofrecen una visión poética del destino de la civilización y arrojan luz sobre la condición humana, revelada como a través de un oráculo moderno, según el texto curatorial.

El arte de Duville dialoga con el lenguaje de los sueños y las premoniciones, lo que constituye una apertura hacia temas como la fragilidad y la resiliencia, el declive y el renacimiento.

“Mi obra de alguna manera podría hablar de lo nuevo. Hay trabajos más reconocibles, como el dibujo en gran escala con sanguina y carbonilla, pero precisamente las menos conocidas son pequeñas pinturas que tiene un proceso complejo; podría decir que los paisajes son como expansivos en todos los sentidos, pero estas pinturas pequeñas ofrecen otro tipo de escena casi nocturnas o crepusculares. A través de distintos materiales y procesos logro que todo ese proceso incida en lo narrativo. Es un ida y vuelta entre superficie y fondo, ficción y realidad”, comenta el artista a Clarín Cultura.

¿Qué estas representando? “Mi motivación es el misterio. Siempre tiene que haber una porción grande en mi trabajo que no estoy habilitado ni siquiera yo para definirlo. Eso es lo que me gusta: casi lo impredecible”.

Marta Minujin, la eterna irreverente

Su escultura inflable impactó el año último en Times Square y luego tuvo su retrospectiva en el Museo Judío de Nueva York, con cien obras procedentes del archivo de la artista en Buenos Aires y de colecciones privadas e institucionales. La idea de esa muestra que concluyó en marzo último exhibió la audaz experimentación de su obra a lo largo de seis décadas y recorrió su trasiego por París, Nueva York, Washington y otras capitales, siempre a través de sus piezas psicodélicas.Marta Minujin  estuvo en la Galería Karimanzutto, con su expo Haciendo presencia. Fotos:  Galería Karimanzutto.Marta Minujin estuvo en la Galería Karimanzutto, con su expo Haciendo presencia. Fotos: Galería Karimanzutto.

Del Museo Judío, la consagradísima artista del Di Tella Marta Minujín estuvo hasta el domingo pasado en la Galería Karimanzutto, con su expo Haciendo presencia. La curadora el espacio, Michaela Mohrmann, dijo en su texto: “Su búsqueda de un arte radicalmente dinámico y temporal que pudiera, en sus propias palabras, “registrar cambios que tienen lugar minuto a minuto” convirtió a Minujín en una pionera de sucesos, performances, entornos participativos y arte mediático de masas en su país de origen, Argentina, así como en Francia y Estados Unidos”.

Y cita a la artista argentina en una frase de 1966 cuando pronunció: “La pintura de caballete ha muerto” (si la escucharan los impresionistas que celebran este año su 150 aniversario de existencia!).

Según Marta Minujin “hoy el hombre ya no puede contentarse con un cuadro estático colgado en una pared. La vida es demasiado dinámica”. Antes de 1965 la artista ya había creado las esculturas blandas, conocidas como Los eróticos en Technicolor, y sus pinturas y ensamblajes de estilo informalista. Juntos, estos capítulos de su obra forman una díada conceptual tensamente entrelazada gobernada por fuerzas opuestas, Eros y Thanatos, respectivamente, según Mohrmann.

Pero siempre el punto común –lo que evocan como un lugar que registra cambios– es el cuerpo. “Ambas series han generado a lo largo de su carrera artística obras de arte radicalmente antropomórficas al tiempo que implicaron el cuerpo del artista, el espectador y también el cuerpo político”, se añade.

Pero pese a todo si Marta Minujin sigue siendo una artista que ya no necesita tarjeta de presentación es por el desafío jubiloso de sus trabajos artísticos, donde se percibe su propio goce creativo y su deseo de compartirlo con la comunidad, casi como una forma de decirnos que el arte es capaz de darnos la alegría que se nos arrebata en otros aspectos de la vida, una forma de reparación de nuestro disfrute.


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Susana ReinosoSusana Reinoso

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Fuente: Clarín.com

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