Secretos, perlas y recuerdos del archivo de Tomás Eloy Martínez, que sus herederos donaron a la Biblioteca Nacional

Archivo del periodista y escritor Tomas Eloy Martínez donado por la familia a la Biblioteca Nacional. 17.09.2025 Foto Maxi Failla

La biblioteca y el archivo del periodista escritor Tomás Eloy Martínez ya están en la Biblioteca Nacional. La donación fue efectuada por sus herederos y actualmente está bajo la dirección de la licenciada Susana Soto. La donación del acervo del prolífico autor, fallecido en 2010, se encuentra actualmente en proceso de catalogación, habiéndose ya inventariado una parte.Tomás Eloy Martínez, escritor y periodista argentino, guionista de cine y ensayista. Fue el primer director periodístico del noticiero Telenoche. Archivo Clarín.Tomás Eloy Martínez, escritor y periodista argentino, guionista de cine y ensayista. Fue el primer director periodístico del noticiero Telenoche. Archivo Clarín.

Fuentes inobjetables de la Biblioteca Nacional, que depende del Ministerio de Capital Humano, confirmaron la recepción de “la biblioteca y unas cajas de archivo”, pero dijeron no saber el destino del mobiliario que formó parte de la Fundación Tomás Eloy Martínez, creada por sus herederos tras la muerte del autor de Santa Evita.

Clarín tuvo ocasión de recorrer, junto con el jefe del departamento de Desarrollo de la Colección, Andrés Boiero, y la responsable del Archivo de la BN, Ana Guerra, ambos espacios donde actualmente se encuentran depositados tanto los libros que integraron la biblioteca de Tomás Eloy Martínez (TEM) como sus papeles personales, la correspondencia que intercambió con una diversidad de personalidades (basta ver la carta con Augusto Roa Bastos, por caso), sus documentos personales —entre los que destaca que tenía pasaporte argentino y estadounidense—, contratos editoriales, etc.https://c57791ad28a5b372e1ce70e8479d2203.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.htmlLas cajas del archivo del periodista y escritor Tomas Eloy Martínez donado por la familia a Biblioteca Nacional. Foto: Maxi Failla.Las cajas del archivo del periodista y escritor Tomas Eloy Martínez donado por la familia a Biblioteca Nacional. Foto: Maxi Failla.

Entre los libros que sus herederos, sobre todo su hijo Ezequiel (actual director de la Feria del Libro de Buenos Aires), que presidió la Fundación TEM hoy inactiva, atesoraron, se encuentran verdaderas perlas, en las que da gusto detenerse para observar la rareza de esos ejemplares. Boiero nos dice que tanto la biblioteca como el archivo llegaron en condiciones óptimas. “Eso se lo agradecemos a Ezequiel, que incluso estuvo con nosotros en la Biblioteca cuando recibimos el material y desembalamos las cajas que llegaron. Se nota que cuidó muchísimo ese legado de su padre”, subraya.

La biblioteca, que comienza recién su andadura en la institución, venía ordenada por temáticas y géneros, con minuciosidad. Boiero nos dice que “lógicamente, al entrar en la BN los volúmenes son clasificados y catalogados con nuestro propio sistema. Nosotros separamos bibliografía nacional de la que es extranjera”, que además ofrece diferentes formas de acceso a los usuarios una vez que se ponga a disposición del público. Todavía falta. Pero alcanzamos a ver que, entre los tesoros de la biblioteca personal, Tomás Eloy Martínez tenía una edición de Berlín Alexanderplatz, la novela de Alfred Döblin.Apuntes manuscritos sobre embalsamamiento, posiblemente preparatorios de la novela Santa Evita de Tomas Eloy Martínez, donado por la familia a Biblioteca Nacional. Foto: Maxi Failla.Apuntes manuscritos sobre embalsamamiento, posiblemente preparatorios de la novela Santa Evita de Tomas Eloy Martínez, donado por la familia a Biblioteca Nacional. Foto: Maxi Failla.

El jefe del área busca entre los libros donados (TEM tenía un vasto sector dedicado al peronismo, respecto del cual escribió dos bestsellers: La novela de Perón Santa Evita) un libro increíble escrito, numerado y firmado por José “el Brujo” López Rega, considerado el “monje negro” detrás de varias decisiones controversiales de un Perón cuya salud declinaba aceleradamente y luego de su mujer María Estela Martínez de Perón (Isabelita).

López Rega fue el creador del grupo paramilitar la Triple A, que en materia de secuestros, violaciones y torturas a detenidos y desaparecidos precedió en los crímenes de lesa humanidad a la última dictadura militar. El libro de astrología esotérica tiene una portada inquietante. Perón consultó mucho a López Rega al respecto. Dentro, la firma de López Rega se observa con claridad.

Toda la biblioteca de TEM cuenta con un promedio de entre 7.500 y 8.500 volúmenes. Un detalle no menor que marca Andrés Boiero es que no se trata de una biblioteca que llegó dividida o solo en parte, porque los herederos no se repartieron parte de los libros o del archivo. “Acá llegó como unidad completa y eso es muy valioso”, nos señaló. Los ejemplares llegaron en 200 cajas puntillosamente ordenadas."Descanso eterno", el título provisorio que usó Tomas Eloy Martínez para la novela Santa Evita. Foto: Maxi Failla.«Descanso eterno», el título provisorio que usó Tomas Eloy Martínez para la novela Santa Evita. Foto: Maxi Failla.

Un poco de historia

En un principio, la Fundación tuvo sede en la Biblioteca Miguel Cané, ubicada en la calle Carlos Calvo 4319, en el barrio de Boedo, dependiente del Gobierno de la Ciudad, reconocida porque allí trabajó Jorge Luis Borges como catalogador, al tiempo que escribió parte de su obra. En la parte alta se encuentra el Espacio Borges, que alberga una muestra permanente dedicada al escritor.Archivo del periodista y escritor Tomas Eloy Martínez donado por la familia a Biblioteca Nacional. Foto: Maxi Failla.Archivo del periodista y escritor Tomas Eloy Martínez donado por la familia a Biblioteca Nacional. Foto: Maxi Failla.

Más tarde, la Fundación TEM, que no registra actividad propia desde 2017, aunque sí compartió algunas publicaciones hasta 2020 (el inolvidable año de la pandemia y el confinamiento), se mudó a otra biblioteca porteña, la Manuel Gálvez, en la avenida Córdoba 1556, en el barrio de San Nicolás.

En la primera sede en Boedo, los herederos del autor de La novela de Perón reconstruyeron el escritorio del escritor tal y como lo había montado en su casa de Nueva Jersey, en los Estados Unidos. A la muerte de su esposa, Susana Rotker, Tomás Eloy Martínez volvió a Buenos Aires. No pudimos saber si el escritorio será reconstruido en algún otro lugar, ya que la donación de biblioteca y archivo implica de alguna manera el cese de la Fundación. En su sitio web no registra actividad propia desde 2017, con algunas vinculaciones a actividades externas en 2020.https://www.instagram.com/p/BV5UX0CB6zg/embed/captioned/?cr=1&v=14&wp=858&rd=https%3A%2F%2Fwww.clarin.com&rp=%2Fcultura%2Fsecretos-perlas-recuerdos-archivo-tomas-eloy-martinez-herederos-donaron-biblioteca-nacional_0_YceFLTCwOl.html#%7B%22ci%22%3A0%2C%22os%22%3A1132.8000000044703%2C%22ls%22%3A138%2C%22le%22%3A832.3000000044703%7D

Todo el acervo literario, bibliográfico y documental de TEM llegó a la BN en noviembre del año último, pero Clarín pudo saberlo recién ahora, cuando comienza el proceso de registro y posterior catalogación.

Antes de su muerte, tuvo la idea de crear una fundación para promover la literatura y el periodismo joven de América Latina.

Tal como se señala en el sitio web de la Fundación TEM, “le preocupaba que los jóvenes de la región, también en el campo de lo creativo, gozaran de tanto más talento que oportunidades. El autor de La pasión según Trelew quiso dejar como legado –además de su extensa obra– las bases para la creación de un espacio de apoyo a las jóvenes plumas de América Latina”.Toda la biblioteca de TEM cuenta con un promedio de entre 7.500 y 8.500 volúmenes. Foto Maxi Failla.Toda la biblioteca de TEM cuenta con un promedio de entre 7.500 y 8.500 volúmenes. Foto Maxi Failla.

Así nació la fundación de la mano de sus hijos, con el inmediato respaldo de sus amigos, entonces vivos, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Paul Auster, entre otros, que conformaron su primer Comité de Honor.

Ahora, cuando se cumplen 15 años de su fallecimiento, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió homenajearlo con una biblioteca que lleva su nombre, ubicada en la planta baja de la Casa de la Cultura, como «un refugio para quienes disfrutan de la lectura y un homenaje al legado del reconocido periodista y escritor argentino. Este espacio celebra su figura y su obra, ofreciendo una colección especializada en literatura y periodismo».

Legado al acceso público

Boiero destaca además el gesto de Ezequiel Martínez, quien rescató libros de su padre que estaban dispersos en otras manos, para mantener entera la biblioteca. En algún sentido, el gestor cultural tuvo un gesto de generosidad al donar el legado de TEM al organismo donde trabajó como director cultural, durante la gestión de Alberto Manguel.El jefe del departamento de Desarrollo de la Colección, Andrés Boiero. Foto Maxi Failla.El jefe del departamento de Desarrollo de la Colección, Andrés Boiero. Foto Maxi Failla.

Tras recorrer la biblioteca del escritor fallecido el 31 de enero de 2010, pasamos al área del Archivo, que custodia aproximadamente 150 archivos personales privados, además de los institucionales. No todos están abiertos a consulta, pues se trabajan con identificación y catalogación, junto con tareas de conservación, hasta que llegan a estar a consulta pública.

Ana Guerra y Andrés Boiero nos explican que así como la biblioteca de TEM está completa, el archivo también “está bastante completo pues recoge su trabajo literario, su labor como periodista y como editor, su correspondencia, todo su trabajo como investigador y como docente. Son 25 cajas de documentación. Esto debe tener que ver con que vivió en diferentes países. Y tenemos documentación de sus distintas actividades”.

Guerra separó algunos ejemplos para mostrarnos y allí comienzan a aparecer las pequeñas perlas que disfrutamos. El archivo llegó bastante ordenado, fruto de un trabajo de ordenamiento previo.

“Hay muchas versiones escritas de su puño y letra, manuscritos en máquina de escribir”, nos dice la archivista y nos muestra las marcas personales del autor, los subrayados, su letra apretada en una libreta de notas, entre otros documentos. Incluso hay una novela inédita El Olimpo que, en su único ejemplar, Ezequiel Martínez donó a la BN. Todo el fondo TEM se comenzará a trabajar el año próximo.La responsable del Archivo de la Biblioteca Nacional, Ana Guerra. Foto Maxi Failla.La responsable del Archivo de la Biblioteca Nacional, Ana Guerra. Foto Maxi Failla.

En un conjunto de carpetas hay recortes de prensa, presentaciones judiciales a las que el escritor recurría cuando escribía, mucho material de investigación para sus novelas, un guión de cine que parece consistir en conversaciones con otros escritores convertidos en personajes, como Roa Bastos.

Fragmentos de novelas legendarias como Santa Evita en distintas versiones salen de las carpetas que Ana Guerra trata con sumo cuidado y guantes. Hay cartas con Mario Vargas Llosa, César Fernández Moreno, Oscar Hermes Villordo, el propio Roa Bastos y otros narradores con los que tuvo un contacto de amistad e intelectual. No observamos ninguna con sus grandes amigos Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes o Paul Auster.

Un dato interesante nos comenta Ana Guerra: hay un momento en que los archivos de la BN empiezan a dialogar entre sí pues son legados de escritores que en vida estuvieron vinculados y allí comienza a producirse un cruce de eternidad entre todos ellos. Sus cartas, sus debates, sus afinidades bibliográficas también son registradas por la BN.https://c57791ad28a5b372e1ce70e8479d2203.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.html

Otro detalle entrañable es observar los documentos personales de TEM, por ejemplo su credencial como periodista de Página 12 en su mejor época, cuando Jorge Lanata, su fundador, era también director. El documento, con la foto de Tomás Eloy, lleva la firma del destacado editor fallecido el 30 de diciembre del año último.El archivo llegó como unidad completa a la Biblioteca Nacional. Foto: Maxi Failla.El archivo llegó como unidad completa a la Biblioteca Nacional. Foto: Maxi Failla.

Entre las carpetas que Ana Guerra nos muestra hay también contratos editoriales. Un visitante de a pie podría preguntarse para qué sirven, sin embargo son de sumo interés para investigadores que estudian el tema y con sumo cuidado, TEM guardó sus distintos contratos, que incluye uno del New York Times.

Tomás Eloy Martínez, periodista, maestro de periodistas, escritor multipremiado, amigo de otros grandes narradores latinoamericanos, ya tiene su legado en la Biblioteca Nacional de la Argentina. Gracias a la decisión de sus herederos, con el impulso de su hijo Ezequiel, es un patrimonio valiosísimo que no se fue del país rumbo a alguna universidad norteamericana, a la que han llegado muchos legados literarios y documentales de otros grandes nombres de nuestra mejor literatura.


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Fuente: Clarín.com

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