Monet inmersivo, la exposición que abrió sus puertas en el Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC), propone “entrar” en los cuadros más célebres del padre del impresionismo, mediante un despliegue de proyecciones en 180 grados de sus óleos más emblemáticos, que cobran vida fuera de los marcos, transformando cada superficie de la sala en un lienzo vibrante y dinámico.
La exposición Monet inmersivo puede visitarse en el Centro de Experimentación del Teatro Colón. Foto: gentileza.
Los tulipanes, nomeolvides, jacintos y pensamientos en primavera; las rosas, begonias, amarantos y los célebres nenúfares en verano; las flores que inspiraron al pintor francés Claude Monet desde el paisaje de su hogar en Giverny –“la naturaleza plasmada en el instante irrepetible de su revelación”– son el corazón de esta muestra en la que es posible apreciar las pinceladas de Monet hasta en su más mínimo detalle; esas pinceladas rápidas que crean la sensación de un instante que cambia constantemente.
El acceso a la exposición –por la calle Viamonte– recibe al espectador con una escalera adornada con flores de distintos colores que invita a descender hacia la sala principal, donde comienza el recorrido. Allí, la selfie point inevitable propone posarse sobre una réplica a escala real del famoso puente del jardín de Giverny, la casa de campo donde Monet pasó más de 40 años y donde pintó sus icónicos Nenúfares
Un sendero de doce estaciones
Luego de atravesar el puente de estilo japonés, el recorrido propone un sendero de doce “estaciones” que permite conocer los orígenes y desarrollos del movimiento y a sus principales representantes, a través de textos y réplicas de pinturas exhibidas en caballetes.
Durante la visita, una actriz vestida como Camille Monet recorre las salas encarnando a quien fue esposa y musa del pintor, protagonista de obras como “Mujer con sombrilla”, actualmente conservada en la National Gallery of Art de Washington.
Monet pintaba al aire libre, en busca de capturar un instante fugaz de luz y color. La naturaleza y sus transformaciones impredecibles son, justamente, uno de los ejes centrales del impresionismo, y por eso otros maestros del movimiento, como Renoir, Manet, Pissarro o Degas, también son homenajeados en esta muestra.https://www.instagram.com/p/DRvDJ8ND7Di/embed/captioned/?cr=1&v=14&wp=858&rd=https%3A%2F%2Fwww.clarin.com&rp=%2Fcultura%2Funiverso-claude-monet-version-inmersiva-desembarca-teatro-colon_
La experiencia se completa con decorados inspirados en los cuadros del artista para tomar fotografías, cascos de realidad virtual y mesas de dibujo pensadas para experimentar con las célebres creaciones de Monet.
El punto máximo del recorrido se despliega hacia el final, en la sala inmersiva, equipada con 45 proyectores: tres espacios interconectados donde las imágenes de las obras más famosas de Monet se expanden, serpentean y se coreografían sobre las paredes, acompañadas por música envolvente y frases del artista que aparecen proyectadas: “No sé si es el arte el que alimenta la vida o la vida la que alimenta el arte”, se lee en una de las pantallas monumentales.
En 1883, Monet (1840–1926) abandonó París para mudarse a Giverny, en la región de Normandía, y transformó una propiedad descuidada en una verdadera obra maestra floral. Despejó la tierra, labró el suelo y convocó a jardineros experimentados para sacar el máximo provecho del paisaje, un entorno que se convertiría en su principal laboratorio pictórico, donde comparaba los cambios de luz y color según las horas del día.
Hasta el día de su muerte, el artista vivió allí junto a su familia. Diseñó un jardín acuático, instaló un puente japonés pintado de verde esmeralda y seleccionó plantas como bambúes, ginkgos biloba, arces, peonías, lirios y sauces llorones, además de los legendarios nenúfares que marcaron su obra tardía. En muchos de los detalles –como los puentes y las especies de plantas– dejó en evidencia su pasión por la estética japonesa.
La narración en la sala inmersiva incluye referencias a la pintura en plein air, facilitada por la aparición de los tubos de pintura portátiles que permitieron a los artistas llevar sus colores al exterior; a la teoría del color –según la cual los tonos no existen aislados, sino que cambian según la luz y los colores que los rodean– y a la ciudad de París y sus ferrocarriles como símbolos de la modernidad.
La exposición Monet inmersivo puede visitarse en el Centro de Experimentación del Teatro Colón. Foto: gentileza.
Bulevares, cafés y carruajes
La capital francesa con sus bulevares, cafés, tiendas y carruajes fueron “una fuente constante de inspiración para los impresionistas, que buscaban capturar la vida cotidiana tal como se vivía en cada instante», se lee en uno de los textos a lo largo del recorrido.
“Uno de los retos más significativos al transformar una pintura clásica en una experiencia inmersiva es encontrar un equilibrio entre la fidelidad histórica y la reinterpretación contemporánea”, explicó a Clarín el artista italiano Stefano Fomasi, de la compañía The Fake Factory, y curador de la exposición que ya convocó a millones de personas en distintas ciudades del mundo.
El curador señaló además que hubo una adaptación específica para las salas experimentales del Teatro Colón. “Cada espacio nos obliga a replantear la instalación y las videoproyecciones para crear una experiencia única. El Teatro Colón es un lugar prestigioso y estamos honrados de presentar nuestro trabajo en un sitio tan icónico”.
“El principal desafío es lograr que la tecnología pueda ampliar las obras del pasado sin sustituirlas”, añadió Fomasi. “La fugacidad que perseguía Monet –esa luz cambiante que se desliza sobre el agua, las sombras que respiran, el color que vibra sólo por un instante– encuentra en el lenguaje digital contemporáneo un nuevo territorio para manifestarse”.
La exposición Monet inmersivo puede visitarse del 15 de diciembre al 18 de febrero en el Centro de Experimentación del Teatro Colón (ingreso por Viamonte), de lunes a domingos de 10 a 20.
Sobre la firma
Periodista especializada en arte argentino y latinoamericano.Bio completa
Fuente: Clarín.com

Mercedes Ezquiaga
Sea el primero en comentar en "El universo de Claude Monet, en versión inmersiva, desembarca en el Teatro Colón"