Un abrupto desenlace donde Cristina Kirchner y Alberto Fernández se vieron obligados a ceder

El binomio Wado de Pedro-Juan Manzur debe haber sido la fórmula presidencial que menos tiempo duró en la historia política. Evidentemente, la resistencia que provocó el anuncio del jueves generó un abrupto cambio de escenario impulsado por los gobernadores. En pocas horas lograron torcerle el brazo en forma simultánea a Cristina Fernández de Kirchner Alberto Fernández para bajar al ministro del Interior y a Daniel Scioli. 

El gran beneficiado de toda esta movida fue Sergio Massa, quien hace 48 horas aparecía debilitado y casi sin destino luego de haber instalado de diferentes formas que quería ser candidato presidencial. Finalmente lo logró. No se sabe si liderará una fórmula competitiva, pero volvió a demostrar timing para alcanzar los objetivos que busca. 

Anoche fuentes del oficialismo coincidían en comparar el cambio de binomio presidencial con su llegada al Ministerio de Economía luego de haber sido relegado por Fernández Cristina, quienes optaron por la sciolista Silvina Batakis. Paradójicamente, otra vez el embajador en Brasil debe dar un paso al costado para que se reubique su archienemigo. “Daniel no pega una, el año pasado se embaló con el Ministerio de la Producción y ahora con el juguete de volver a ser candidato, no entiende que ya le pasó el cuarto de hora”, dice con cierta sorna un intendente del conurbano.

Sale Wado y entra Massa

Según fuentes confiables, los gobernadores instalaron la necesidad de una candidatura única para evitar las PASO y le bajaron el precio al tándem Wado-Manzur que había bendecido la vicepresidenta. En el cristinismo empezaron a percibir el escaso entusiasmo por esos candidatos y aceptaron que el elegido podía ser Massa. “Sergio siempre estuvo en los planes de Cristina”, se escudaban anoche voceros K. NOTICIAS RELACIONADAS

Para concluir el operativo de pinzas, alguien debería convencer al presidente para que dejara de sostener la candidatura de Scioli. Fueron varios los gobernadores del PJ que le transmitieron esa inquietud. Los más activos fueron el catamarqueño Raúl Jalil y el santiagueño Gerardo Zamora. Así comenzaron a ablandarlo al jefe de Estado. Aunque solía repetir “pero no vieron lo que mide Daniel” para continuar con su intento de revancha contra Cristina. Estaba convencido de que su candidato iba a ganarle al de ella y además cumplía con su promesa de noviembre del ’21 de habilitar primarias para todos. 

La última estocada la dio el propio Massa. De acuerdo a la información que pudo recabar MDZ, el titular del Palacio de Hacienda le dio un ultimátum a Fernández para que le soltara la mano a su embajador en Brasilia ¿Qué tipo de ultimátum? Lo asustó con el contexto económico si no había unidad y, mucho menos, sin su candidatura. Y todo se terminó de definir en la reunión que mantuvo el ministro con la vicepresidenta.

Lo concreto es que, por primera vez, no habrá un cristinista puro en la boleta presidencial y Fernández debió archivar la obsesión por derrotar a su vice en las PASO, además de bajar a Scioli. El consuelo en la Casa Rosada era haber colocado en la nueva fórmula a Agustín Rossi ¿Todos unidos o amontonados? Son muchos los interrogantes que abre este nuevo escenario dentro de un oficialismo que sabe que va a una derrota a nivel nacional.

Fuente: Mendoza online

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